13. Hola, soy Juana

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Nicolle:

La puerta se abre de golpe y aparece la pelirroja con una bandeja con tres recipientes. Daniel se incorpora llevándome con el. Sora nos mira atenta y su rabia es palpable, tanto que Daniel lo nota, me besa con fuerza sosteniendo mi cabeza, me muerde los labios mientras una de sus manos me estruja el trasero.

-¿Que espera que no se va?- dice cogiéndome de la cintura, pongo mis manos sobre su pecho y miro a Sori con suficiencia.

-Lo siento señor, yo...

-Vete, Daniel y yo tenemos cosas que hacer.- Noto la sonrisa de Daniel -¿o prefieres quedarte? personalmente no me importa el publico, pero no se si a Daniel le moleste- el suelta una carcajada.

-A mi no me molesta- me planta un beso en el cabello -para nada, ¿quieres quedarte, Sora?- ella se pone del color de su cabello y da la vuelta

-No, gracias señor.- sale y Daniel me sonríe divertido

-¿Que es lo que planeas con el chocolate, Nicolle?- le indico que se siente en la cama.

-Solo relájate. Yo haré todo el trabajo. - me acerco a la bandeja y me fijo en que solo una de los recipientes tiene chocolate, en el otro hay fresas y en el ultimo hay agua.

Cojo una fresa y la baño totalmente en chocolate, me acerco mimosa a Daniel con el bol de chocolate, sentándome sobre su regazo con mis muslos a ambos lados de su cintura, subo una de mis manos a su cabello tirando para dejar su cuello a mi disposición. Paso la fresa con delicadeza trazando círculos por sus mejillas, cerca de sus labios, bajando por su cuello hasta la parte de sus clavículas que esta expuesta.

Me mira con las pupilas dilatadas y le siento crecer debajo mio. Muerdo la fresa soltando un leve gemido.

-¿Quieres?- abre la boca y yo le beso, me coge de la cintura y le pongo una mano en el pecho. -Aguarda un momento- abre la boca para hablar pero soy mas rápida y le meto lo que queda de la fresa en la boca.

Sigo el recorrido del chocolate con mi lengua deseosa de causar morbo. Me muevo sobre el sintiendo como cada vez esta mas y mas duro, sus manos vuelven a mis caderas ayudándome a moverme, le muerdo la barbilla al terminar de quitarme el chocolate. Reparto besos ardientes, lamiendo, mordiendo y chupando alrededor de su cuello y barbilla.

Hundo mi dedo indice en el chocolate y lo paso por sus labios, me inclino sobre el y con la mayor delicadeza del mundo paso mi lengua sobre estos. Gime con fuerza y yo sonrió.

Me levanto cogiendo el bol.

-Quítate la camisa y acuéstate- agarro otra fresa, pongo el chocolate sobre la mesa junto a la cama y me vuelvo a poner a horcajadas de Daniel.- Esta noche, señor Van Der Val- muerdo la fresa antes de hundirla en chocolate -voy a cumplir una de sus fantasías- dejo que el chocolate gotee en mi pecho -¿Que quiere que haga?- me mira complacido y yo me siento satisfecha mientras con otra fresa llena de chocolate empiezo a marcar un pequeño mapa en su cuerpo.

-Quiero...- entorna los ojos y se queda en silencio, solo mirándome mientras yo dibujo sobre su piel.

-¿Que quieres Daniel? Dímelo y lo haré. - me inclino sobre el para limpiar el chocolate con mi boca

-Sabes hacer bailes eróticos, ¿verdad?- levanto la cabeza y le miro, asiento y me concentro el chupar sus bien formados abdominales. Este hombre si se cuida, me gusta. -Quiero que me bailes- pongo mis manos en su pecho y asiento

-¿Te gustaría que me masturbe para ti?- asiente y yo encantada de la vida me levanto, busco mi maleta mas pequeña y saco mi pequeño mp3.

Pongo una de las canciones que bailo en el antro y me paro frente a Daniel, hago mi típica rutina de manoseo, primero por mi rostro y cabello, bajando por mi cuello, me salto los pechos para trazar círculos en mi estomago y vientre, noto sus pupilas dilatarse cada vez mas. Muevo mis manos sobre la delicada tela del sostén de encaje y lo desabrocho.

Muñecas [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora