Muñecas [Sin Editar]

24. Salud

Steph:

Llegamos a una enorme casa casi vacía, apenas hay unas pocas mujeres en la entrada que cotillean entre ellas. Dylan me toma de la mano antes de tirar de mi hacia el, posa una de sus manos en mi cintura con gesto posesivo acercando su boca a mi oído.

-No te alejes mucho de mi, este tipo de fiestas son... peligrosas- asiento y el se aparta un poco, me toma de la mano y caminamos dentro.

La casa es bastante bonita, el tipo de casa que quiero para mi; es una casa al estilo moderno pero toda la decoración es al estilo inglés antiguo. Un lugar hermoso sin duda alguna, siempre he pensado que la casa de mis tíos es bastante bonita pero también se que merezco una casa que sea impresionante, que deje estupefacto a todo aquel que la vea. Eso es lo que quiero para mi.

Al final de las escaleras estan tres personas que resaltan sobre las pocas que estan en el enorme salon. Una mujer morena de aspecto rudo, su cabello rizado recogido en un moño desordenado, y un vestido negro hasta el suelo ajustado totalmente a su cuerpo.

Junto a ella un hombre imponentemente guapo, cabello negro y algo largo, vestido con un traje como el de Dylan y pose de hombre prepotente aunque relajado. El le sonríe con cariño a la mujer que mas resalta de los tres. Ella tiene una abundante cabellera rubia y corta, piel pálida y un precioso vestido azul brillante que yo mataría por tener en este mismo instante.

-Dylan- dice la morena despegando su mirada de sus uñas -que gusto verte- le da una mirada lobuna junto a una sonrisa coqueta.

-¿Quien es ella, Dylan?- pregunta el hombre con voz sorprendentemente suave

-No seas metido Daniel- Interviene la rubia antes de mirar a Dylan -Vamos a esperar a Zac, Julian, Van Der Vall, y Alan. Por el momento ponganse comodos- me mira -por cierto, soy Juana y ellos son Lady y Daniel.- mira hacia la entrada y asiente antes de pasar de nosotros.

La sigo con la mirada hasta una pareja, el es un hombre muy atractivo, alto, espalda ancha con caderas delgadas, cabello cobrizo y sonrisa mojabragas. Ella por su lado lleva un vestido casi inexistente que le sienta de maravilla, resalta sus leves curvas y su cabellera castaña la hace ver mas palida de lo que es.

Juana lo abraza y besuquea un poco antes de mirar complacida a la chica que es más o menos de mi edad, ella le sonríe encantada antes de que el hombre se aleje con Juana en dirección a la improvisada barra en uno de los extremos de la puerta. La morena camina hacia la entrada uniéndose al grupo de mujeres que parlotean allí.

Dylan se aleja junto a los otros dos mientras que yo, sin nada más que hacer, camino hacia una de las sillas y me siento checando mis uñas y acariciando mi cabello.

*

*

*

Casi una hora despues el salon esta casi lleno, varias chicas se han acercado a presumir de sus hombres y joyas, pero en cuanto les digo que vengo con Dylan se apartan insultandome, lo que me causa mucha gracia, es más que obvio que le desean y me envidian.