Muñecas [Sin Editar]

20. no puedes permitirme

Steph:

Después de almorzar Dylan me dice que en la noche va a tener que ir a una fiesta y que le gustaría que lo acompañase. Yo feliz de la vida aceptó pero le digo que tiene que comprarme algo para llevar porque no tengo nada que sea suficiente para salir con él y el más que feliz acepta.

-¿que tal me veo con este?- gire frente a Dylan con un vestido ajustado negro. El sonrio y se me acerco, me hizo girar mirando hacia el espejo y con gesto pícaro susurro en mi oído.

-Te vez preciosa. Lleva ese- puso sus manos en mi cintura y me planto un beso en la nuca. Sonreí satisfecha y entre de nuevo en el probador. Me lo quite y mire la etiqueta, vaya dineral que cuesta este vestido.

-¡DYLAN!- grite y pocos segundos después su cabeza apareció entre las cortinas

-¿Si?- me miro de arriba a bajo devorándome con los ojos

-¿Puedes traerme algo de lenceria? Quiero algo nuevo- asiente y sonríe

-¿Lo que yo quiera?- asiento

-Es para ti y tu lo vas a comprar- sonríe como un zorro antes de atrapar su presa y desaparece.

Me miro en el espejo con una sonrisa tan grande como la de Dylan hace unos minutos. Me agacho y de mi bolso saco un poco de crema, la pongo por todo mi cuerpo antes de volver a guardarla. Me gusta mantener mi piel hidratada, ademas si quiero algo mas que ropa debo tener la piel mas que apetecible a la vista.

Cuando Dylan vuelve trae consigo un bonito traje negro, con bragas a juego de encaje color rosa. Me lo pongo y cuando me siento lista corro la cortina y hago una pose mirando a Dylan de forma provocativa.

Lamo mis labios y los muerdo antes de decir con voz tierna.

-¿Que tal?- giro y veo como el amigo de Dylan crece a cada segundo, bajo mis manos lentamente acariciando mi cuerpo y el sigue el camino de mis manos.

-Me gusta... mucho.- asiento y le sonrió ampliamente

-Entonces lo llevo- entro de nuevo y me cambio rápidamente a mi ropa. Al salir el y la vendedora estan frente a mi, acomodo mi cabello y le entregó la ropa a la mujer.

-Todo a mi cuenta- Dylan le da una tarjeta de crédito y se acerca a besarme. Paso mis brazos por su cuello y cuando intenta meter su lengua en mi boca me separo de el, giro y sonrió a un lindo bolso de cuadros negro y rojo. Miro de nuevo a Dylan y señaló el bolso

-Quiero ese- frunce el ceño pero asiente

-Llevalo a la caja- beso sus labios cortamente y luego su mandibula. Agarró el bolso y me encamino hacia la caja.

*

*

*

-Gracias por comprar todo esto- digo a Dylan bajando del auto cargada de un montón de bolsas.

Después de salir de la tienda arrastre a Dylan por el centro comercial haciéndole comprarme un montón de ropa nueva y algunas joyas que me gustaron. El lo único que hacia era verme lujurioso y pagar por cada cosa que le gustaba como me quedaba.

-No es nada guapa, pero espero un buen trato esta noche- me agarra el trasero y me planta un beso en los labios -Paso por ti a las seis.

Asiento y le beso una ultima vez antes de entrar en mi casa. Mi mama y mi tia están hablando alegremente en la sala de estar. Me acerco a ellas sorprendida de ver a mi tia en casa y la saludo efusiva.

-Luces espectacular hoy Stephanie.- Sonrió levantando la barbilla

-Lo se. Tu luces muy guapa también tía.- miro a mi mama -Hola

-Hola cariño.- miro a mi tía y le sonrió de nuevo

-Tía, hoy voy a salir con mi novio a una cena en casa de sus padres ¿hay algún problema si me quedo con el?- mi madre me mira como preguntando porque le pido permiso a mi tía y no a ella, pero decido ignorarla, no es nadie importante.

-No, solo recuerda cuidarte y que no debes hacer nada que no quieras- asiento -¿que tienes ahí?- señala las bolsas y yo suelto una risita

-Me ha llevado de compras- mi tía sonríe y yo agarro las bolsas antes de subir a mi habitación.

Me tiro en la cama y llamo a Camila, a esta hora ya debe de haber salido de clases.

*

*

*

Me miro en el espejo y sonrió, definitivamente este vestido fue la mejor elección que pude haber hecho nunca. Se aferra a mi cuerpo de forma sensual mas no erótica, me remarca las curvas de mi cintura sin resaltar demasiado mis pechos y los colores verde esmeraldado y azul metálico cortando el negro lo hace sencillo y perfecto.

Lo combinó con unos sandalias de tacón negros con hebilla y un maquillaje casi inexistente; algo perfecto para una velada de noche.

Bajo el vestido llevo la ropa interior que Dylan me compro al igual que la manilla de plata que le pedí a Damian unos días antes de terminar con el. Meto el teléfono en mi sostén y bajo a la sala de estar a esperar por Dylan.

Pero al llegar abajo la sorpresa es grande cuando sentado en la sala de estar junto a mi madre esta Damian; al verme se levanta y me sonríe recorriendo mi cuerpo con sus ojos. Me cruzo de brazos y le miró con una ceja enarcada.

-¿Que haces aquí?- suspira y pasa sus manos por su cabello- Creí dejarte claro que nunca me vinieras a buscar.

-Lo hiciste, yo solo quería verte y hablar contigo- miro a mi madre que mira de Damian a mi

-¿podrías dejarnos solos?- asiente y desaparece pero se que esta parada en la cocina escuchando. -¿que quieres?

-Te extraño nena, se que yo no... tu lo que quieres es dinero y- suena el timbre y yo le miro levantando la barbilla

-No lo hagas Damian, no te humilles de esa forma- frunce el ceño -lo nuestro se acabo y yo ya estoy con alguien más.

-¿Ah sí? ¿con quien?

-Alguien que me da todo lo que quiero y necesito- me señalo -¿acaso no ves el tipo de ropa que llevo puesta? Es el tipo de ropa que alguien como tu no podría pagar nunca- tensa la mandíbula y me acerco a el escuchando a Laura hablar con Dylan. -te quiero Damian, eres un buen chico pero lo nuestro nunca funcionaria, tu no puedes permitirme porque mi precio es demasiado alto

-Pero...- la posesiva mano de Dylan se enrosca en mi cintura

-¿ocurre algo?- Damian lo mira y tensa los puños, lo ha reconocido como mi novio

-No, Damian quería pasar a verme, pero ya estoy lista así que... ¿nos vamos?- asiente y me planta un beso corto en los labios.

Saca una cajita pequeña que me recuerda a la última cajita de este tamaño que me dio, le sonrió emocionada y sacó un lindo collar con un rubí en forma de infinito junto a dos lindos aretes largos con un pequeño rubí en la punta.

Me recojo el cabello y el me pone el rubí, sonrió con superioridad y tomando el rubí en mis manos digo mirando a Damian a los ojos.

-¿Ves? Este es el tipo de cosas a las que me refiero- doy la vuelta y me dejo guiar por Dylan hasta su lindo audi estacionado frente a la casa.

Al entrar veo a Damian parado en la puerta luciendo dolido, como si al verme ir con Dylan le rompiera el corazón y por un breve momento me siento culpable pero al ver el lujo de carro y hombre que tengo al lado, envió ese sentimiento al fondo de mi concentrándome en disfrutar de lo único que me interesa en este momento: Dylan.