Kenneth estaba justo donde le había dejado, pero algo había cambiado. Me acerqué para verle mejor. Tenía un aspecto espantoso. Estaba despeinado, con unas grandes ojeras y la mirada perdida. Tenía los ojos muy rojos. No parecía haber dormido en mucho tiempo.
- Hola, Kenneth.
Él no me contestó.
- Kenneth, de verdad, lo siento...
Él permaneció callado.
- Entiendo que no me quieras hablar... No tienes por qué perdonarme ya que no me lo merezco...
Ni siquiera se movía.
- Te quiero.
Entonces me senté junto a él y le abracé. Él me abrazó y me dijo:
- Yo también te quiero.
Comencé a llorar en su hombro. Me alegraba tanto que me hubiese perdonado...
- ¿Me quieres aunque no sea tan imbécil, tonta, idiota, loca y fea como tú?
Él permaneció callado.
- Kenneth, ¿ocurre algo? ¿Sigues enfadado conmigo?
- No es por ti...
- ¿Entonces?
Suspiró.
- Por favor, confía en mí.
- Te hice caso, Lía. Fui al hospital con mi tío.
- ¿Y bien?
- Me han estado haciendo unas pruebas... -hizo una pausa. - Tengo un tumor cerebral, Lía.
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Invisible
Teen Fiction- ¿Ventajas de ser un semifantasma? -dijo con una bonita sonrisa. - Supongo que algo bueno tendrá que tener esto... - Bueno, nos hemos conocido, ¿no? NO COPIES, SÉ ORIGINAL ;)