Let me go

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·LÍA·

Caminaba hacia la casa de Josh. No vivía lejos, apenas cinco minutos a pie. Desearía que fueran más para pensar lo que iba a decirle. Aún no lo tenía claro. Cuando Kenneth me había dicho lo de las amenazas y la pelea... no sabía si creérmelo. Josh no parecía de ese tipo de chicos...

Llegué a su puerta y llamé al timbre. Josh abrió y sonrió al verme. Me saludó con un beso.

- ¿Qué tal, preciosa?

- Bueno, regular...

- ¿Y eso? Bueno, yo haré que te pongas contenta. Pasa.

Entré en la casa.

- Josh, verás... tengo que decirte una cosa...

- Está bien. Pero antes, ¿quieres algo de beber? Mis padres no están así que si quieres puedo darte algo de whisky -dijo guiñandome el ojo.

- Hablo en serio, Josh. Tenemos que hablar.

- Está bien, está bien... Sentémonos.

Fuimos a su habitación y nos sentamos en su cama uno frente al otro.

- Dime.

- A ver... no sé cómo decírtelo...

El me miraba expectante.

- Es que... creo que deberíamos dejarlo...

- ¿Dejarlo?

- Es que... creo que no somos el uno para el otro, estarías mejor con otra...

- ¿Pero qué dices? Estamos bien juntos.

- Josh... las cosas han cambiado... Hemos pasado muy buenos momentos.

- ¿Es por el gilipollas ese de Kenneth? ¿Te mola, no?

- Josh, por favor...

- ¡Le prohibí que volviera a acercarse a ti! ¡Será cabrón! -se estaba poniendo tenso.

- Así que es cierto, le amenazaste...

- Sí, lo hice porque sabía que te liarías con él. Seguro que te has liado con él aún estando conmigo.

- Josh, tranquilízate.

- ¡Contesta, zorra! ¡Eres una puta mentirosa! -se levantó de la cama y yo le imité.

- ¡JOSH!

- ¡ERES UNA GUARRA, NO VALES NADA!

- ¡No te permito que me hables así! ¡No eres quién para insultarme ni levantarme la voz!

Entonces alzó la mano y me pegó una bofetada. Noté arder mi mejilla. Le dirigí una mirada cargada de odio.

- No te reconozco.

- Ni yo a ti. ¡FUERA DE MI CASA!

Me levanté para irme y oí que venía detrás de mí. Me cogió del cuello y me empujó hasta la pared. Pegó su rostro al mío.

- Dime una cosa antes de que te eche. ¿Te has liado con él?

No contesté.

- ¡CONTESTA!

- Nos besamos una vez.

- ¿Fue el o fuiste tú?

- Fui yo.

Me soltó y me pegó otra bofetada. Me empujó hacia la puerta.

- Que te den, guarra.

Noté vibrar mi móvil.

Nuevo mensaje de Kenneth: Lía, qedas en casa de Nate?

Guardé el móvil y caminé hasta mi casa. Mis padres habían salido a comprar, gracias a Dios. Me encerré en mi cuarto y lloré. Lloré. Lloré más de lo que nunca hubiera imaginado.

InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora