- ¿Kenneth?Miré a mi alrededor y a Kenneth sentado en el suelo, apoyado en la pared. Tenía la ropa sucia, varios moratones comenzaban a formarse en su cuerpo, le sangraba la nariz y tenía un ojo morado.
- ¡KENNETH! ¿¿QUÉ TE HA PASADO??
- Jade. Digamos que no le gusta demasiado mi amistad con Kath. -Debía ser su amiga morena.
- ¿Kath está saliendo con Jade?
- Sí.
- Dios mío... ¿puedes levantarte?
Se levantó a duras penas y casi volvió a caer pero le sujeté. ¡LE SUJETÉ!
- Vaya, parece que vamos mejorando en este aspecto -sonrió Kenneth. -Aunque sigues estando helada.
- Sí, pero no puedes apoyar el pie y tenemos que ir al hospital.
- ¿Hospital? NO. VAMOS A MI CASA.
- ¡KENNETH, MÍRATE! NO PUEDES NI CAMINAR. Y tu ojo no tiene buen aspecto.
- No quiero ir al hospital.
- Llama a tu madre y que te lleve al hospital. Caminando no puedes ir.
- No quiero que mis padres me vean así.
- ¿Y no tienes a nadie más que te pueda llevar? Llama a Kath, a ella se la veía dispuesta a todo por tí.
- ¿Qué insinúas?
- Que el enfado de Jade está un poco justificado. No quiero decir que me alegre de lo ocurrido...
- ¿Y quién eres tú para decirme lo que debo o no debo hacer?
- No lo sé, Kenneth, no lo sé...
Comencé a llorar en silencio mientras le ayudaba a caminar.
- Lo siento, no quería...
- No, si tienes razón. No soy quién para decirte nada. Y la culpa es mía.
- Lía, tu no tienes culpa de nada.
- ¿A quién vas a llamar? -el cambio de tema le dejó claro que no quería hablar más del tema.
- Llamaré a mi tío. Con suerte no estará trabajando y podrá llevarme al hospital. Que conste que solo lo hago por ti.
Sonreí un poco, aunque él no pudiera verlo parecía sentirlo.
- Lo que te dije el otro día era cierto.
No dije nada.
- Pero tú no me contestaste...
- Yo también te quiero, Kenneth.
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Invisible
Novela Juvenil- ¿Ventajas de ser un semifantasma? -dijo con una bonita sonrisa. - Supongo que algo bueno tendrá que tener esto... - Bueno, nos hemos conocido, ¿no? NO COPIES, SÉ ORIGINAL ;)