Gabriela soltó una carcajada y se quitó el celular de la boca.
- Te juro que vi eso. – repitió Gonzalo, al otro lado de la línea.Ella intentó relajarse y se acostó al lado de Sam en la cama. Volvió a apoyarse en el celular y continuó.
- ¿Y era hombre?
- No lo sé. Pero te lo juro, no tenía pene.
Gabriela rio alto.
- ¡Entonces era mujer!
- Te aseguro que si lo hubiera sido, yo lo hubiera sabido.
- ¿Entonces...
- No lo sé. Pero me pidió el número y casi le golpeo.
- ¿Y si era mujer?
- Sé reconocer a una mujer, nena.
- Tal vez no era de tu tipo. - Gabriela sonrió y acarició a Sam a su lado, que tartamudeaba mirando a su madre, mientras esta le hacía muecas de vez en cuando.
La historia de Gonzalo y el hombre "desconocido" e inusualmente raro que se había topado con él hoy en un bar de Brasil, le hizo reír bastante. Extrañaba esa parte de él. Le distraía tanto con tan solo su voz y sus historias.
- Tenes razón. – Gonzalo se quedó callado.
Se sacudió el cabello húmedo con las manos y se miró al espejo. Sus ojos azules brillaban ante la poca luz. Estaba desnudo y solo con una toalla en el hombro. Y esto... de hablar con Gabriela... le hacía quedarse intranquilo.- ¿En qué?
- En que no era mi tipo. A mí me gustan las mujeres como vos.
Se relamió los labios y con la mano libre tomo la toalla que había en su hombro. La sacudió y la dejó sobre el lavador. Su mirada observó su cuerpo entero. En buena forma y nadie que pudiera tocarlo. Hace meses que no tenía un buen polvo con alguna tipa nueva de Tentation. Y es que por una razón que a él mismo le costaba reconocer, estaba esperando tener ese buen polvo con una sola mujer. Una que estaba a muchos kilómetros de él.
- Que romántico.
- No sabes cuanta falta me hace verte.
- Dime más, por favor. – bromeó Gabriela.
- ¿Qué te diga más? Te lo dije todo.
Maldita sea. Enamórate de mí.
Suspiró y cerró los ojos con fuerza ante su último pensamiento. ¿Era tan difícil? Habían pasado dos años prácticamente juntos y no podía sentir nada por él. ¿Qué fallaba?
Aun podía recordar la vez que había intentado cogerla en el departamento de Atlanta. Habían estado tan cerca de hacerlo que volver a recordarlo le hacía entrar en calor... oh mierda...
- Decime que me extrañas y estaré ahí contigo.
- No quiero que vengas.
- ¿Por qué? – Gonzalo enarcó una ceja, saliendo de su nada angelical fantasía...
- Porque no quiero que cambies tus planes por mí. Ya los hiciste por bastante tiempo.
- También estaría cambiando mis planes por mí. Mierda... es que no te haces una idea de cuánto los extraño a los dos.
Gabriela sonrió enternecida y besó a Sam en la frente.
- ¿Queres hablarle?
- Por favor.
Gabriela estiró el brazo, con el celular en la mano y lo colocó sobre el oído de Sam. El pequeño escuchó atento, tratando de agarra el celular.
- Es Gonzalo, mi amor. – le hizo recordar Gabriela.
- Hola campeón. – le saludó este desde la otra línea. Y una sonrisa iba dibujada en sus labios. Ese niño era tan importante para él. – ¿Cómo estás?
Samuel sonrió al reconocer la voz de ese hombre que lo había hecho reír tantas veces. Dijo algunas palabras enredadas y solo encontradas en su propio vocabulario.- Decile a tu madre que está buena.
- Te escuche. – se quejó Gabriela.
Gonzalo sonrió.- ¿Queres que vaya contigo? Vos sí debes extrañarme. – le dijo enternecido a Sam, aun en el teléfono.
Samuel volvió a pronunciar palabras inentendibles, haciendo que Gabriela se derrita al escucharlo.
- También te quiero. – respondió él, en un intento por interpretar las palabras del bebé.
Gabriela le saco el celular a Sam con tranquilidad, evitando que este llorara.- Creo que el sí te extraña.
- Al menos el lo hace.
- Yo también. De verdad... nos haces falta.
Él tragó saliva. Mierda. No, por favor. Si seguía iba a terminar por dejarlo todo por ella...
- Quiero hacerte una pregunta y respóndeme con la verdad ¿dale?
- Si.
- ¿Viste a Fede?
Gabriela cerró los ojos suavemente y los volvió a abrir.
- Sí. – admitió.
- ¿Cuándo?
- Hace tres días.
- ¿Y él... él lo sabe?
- No. Y por favor, no pienso decírselo todavía. Tengo mis razones. Si le digo alguna vez lo de Sam, es una decisión que yo misma voy a tomar.
Gonzalo se quedó callado.
- Será como vos quieras. – le dijo sintiéndose liberado.
A Gabriela le sorprendió la respuesta. Al menos él era menos insistente que Adriana...
- ¿Y paso algo?
- ¿Cómo qué? - Gabriela se mordió un labio, rogando porque no preguntara más.
- ¿Se han... ya sabes, han... que reacción tuvo al verte? – dijo cambiando totalmente el sentido de su pregunta.
- Él tiene novia ahora, Gonza. Otra. Pasaron dos años y él ya tiene una vida aca.
Gonzalo endureció la mandíbula.
- ¿Estás bien?
- Sí. – mintió.
- Bueno. Eso quería, que lo estuvieras. Me tenes a mí, no lo olvides. – soltó aire en la otra línea y cerró los ojos... imaginando de alguna manera que la tenía junto a él otra vez. A ella y a su magnífica piel. A sus magníficos ojos y a su impecable boca que había deseado probar desde hace tanto tiempo.
- ¿En qué pensas? – dijo ella contra el teléfono.
- En vos.
"En vos y en las cosas que podría hacerte si estuvieras aca"
- Segui así, Pastorin. – sonrió y observó la hora en el celular. – tengo que hacer dormir a Sam, ¿me llamas luego?
- Sí preciosa. Cuando vos quieras.
Relamió sus labios una vez más y visualizó a Gabriela en la mente. Siendo ella quién mojaba sus labios. Quién le abrazaba. Quién le desnudaba completamente y quién lo tocaba de pies a cabeza. Solo ella podía tener el bendito derecho a hacérselo. No quería a ninguna otra mujer en su cama, a ninguna otra a quién coger, la quería a ella... a toda ella... con él, haciéndeselo duro y la vez suave... salvaje pero sutil, como ella... en una mezcla entre lo bueno y lo malo.
La quería a ella, para besar cada centímetro de su cuerpo y así poder sentir sus gemidos contra su boca.
Maldición... esto podía con él. Gabriela aún seguía al teléfono contándole un par de cosas más. Y él, desnudo, y en aquel baño personal, moría por tenerla ahí y acabar con todas esas sensaciones.- Hablamos luego, hasta mañana.
- Hasta mañana nena. – dijo colgando la llamada.
Y volvió a cerrar los ojos. Imaginándosela... mierda... mierda... mierda... ¿llegaría el día en el que dejaría de satisfacerse solo y pudiera ser ella quién lo hiciera?
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TENTATION 3 | TOSCALIA
RomantizmTentation hoy, mañana y siempre. Está es la 3era temporada del amor entre Gabriela Toscano y Federico D'Elia. Atrévete a saber si Gabriela y Federico terminarán juntos o si después de todo, tomarán caminos diferentes otra vez. *PARA LEER ESTA TEMP...