El agua tibia cae sobre nosotros y salpica al mismo tiempo sobre el suelo.
Hicimos el amor una vez más. En la ducha. En la cama y otra vez en la ducha... y en cada mirada... en cada aliento y en cada palabra.Acaricio el tatuaje que trae en la muñeca suavemente con los dedos. Gabriela está pegada a mi cuerpo y escondió su rostro en todo mi cuello. De vez en cuando me susurra un par de cosas que no puedo escuchar, pero que hacen cosquillas en toda mi piel.
Son las siete de la mañana y estamos desnudos, pegados el uno con el otro en un mismo lugar. Lo único que puede llevarnos al mundo real, es el sonido del grifo totalmente abierto y empapándonos.
Acaricio su pelo y mis manos bajan por toda su espalda. Repito el proceso una y otra vez, cuando de pronto siento los labios de Gabriela brindarme un beso en el cuello que me deja sin aliento y muy...muy excitado.Se despega de mi cuello y por fin sube la mirada.
Estuvimos callados, sin hablarnos o si quiera mirarnos por durante un buen tiempo. Y por fin... puedo entender por qué.Está llorando. Su rostro está empapado en lágrimas y no sentí ninguna por la parecida sensación que tienen sus lágrimas con el agua que cae de la ducha.
Me mira y mi estómago se contrae. Detesto tanto verla llorar. Aun así si llora junto a mí.
- ¿Por qué lloras? – le pregunto realmente preocupado y desesperado por saber si soy yo el que hizo algo mal y ha hecho que llore.
Gabriela se muerde un labio e intenta aguantar sus lágrimas. Mira a otro ángulo y se tranquiliza después de unos segundos.
- ¿ tan mal estuve? – enarco una ceja. Es el primer pensamiento que se me viene a la cabeza y Gabriela se ríe de mi comentario, haciéndome sentir mucho... muchísimos mejor.
- No... claro que no. – me dice y se inclina para besarme los labios. Siento sus senos rozarme el pecho y me erección crece. Crece espectacularmente, despertándose después de una siesta.
- ¿Entonces?
- Es que te extrañe mucho.
Mierda, no sabes cuánto te extrañe yo.
Pero me quedo sin palabras y la observo atónito. Sus ojos brillan y resaltan mejor el color de sus ojos. Me quedo sin aliento. Su mirada es preciosa.- Pensé que nunca volvería a verte después de lo que hice. – baja la mirada y vuelvo a reaccionar.
- ¿Por qué no?
- Cometí demasiados errores. La gente como yo no merece segundas oportunidades.
- Todos mereces segundas oportunidades. – tomo su mentón con ambas manos y la hago levantar la mirada. Está llorando de nuevo. Mi corazón se estruja y hace que todo mi cuerpo se ponga tenso. – no llores... - le susurro en un intento fallido por calmarla. – ya pasó... paso tanto tiempo... no te odio, no podría odiarte nunca Gabriela.
- Jamás te fallé. – me dice y me mira de nuevo a los ojos. – jamás tuve nada con Gonzalo o con algún otro hombre.
Abro más los ojos y mi mente se nubla de recuerdos.
Maldición... este momento tenía que llegar en algún momento...Mis manos bajan y las aprieto en un puño perfecto y duro. Necesito controlarme. Algo dentro de mí me proporciona la fuerza necesaria para hacerlo y de pronto estoy calmado y puedo escuchar atentamente sus palabras.
- Gonzalo llegó esa noche para convencerme de estar en Tentation. Se quedó conmigo porque me aseguraba que le estaban persiguiendo y no tenía donde ir. No tuve opción... me dijo tantas veces que le ayudara y no sabía... yo no sabía qué hacer... - se detiene y me mira. Está arrepentida. – le dejé pasar la noche en el departamento y durmió en el mueble todo el tiempo. Me encerré en nuestra habitación y esperé a que vos llegaras para poder decirte que me iba...
"Me iba"...
Mi irritación golpea fuerte mis sentimientos. No sé qué hacer. Solo puedo mirarla y quedarme callado.
- No tardé en darme cuenta que lo que estaba haciendo era una mierda. Que me estaba equivocando... pero para entonces ya era demasiado tarde. – traga saliva y sus manos suben hasta mí, tocando mi pecho y acariciándolo suavemente. Me quedo petrificado. – quise volver, pero sabía perfectamente cuanto me odiarías.
- ¿Por qué demonios no entendes que nunca te odié? – le pregunto irritado. ¡Jamás podría odiarla! Estaba molesto, dolido y estúpidamente cegado... pero jamás... jamás pude odiarla como tanto quise.
- Lo siento... - susurra y baja la cabeza una vez más.
Me acerco a ella y la abrazo suavemente. Se acurruca contra mí y esconde una vez más su rostro contra mi cuello. La escucho sollozar con fuerza y aprieto más todo su cuerpo contra el mío. Mis emociones están a flor de piel. Todo esto me está afectando tanto... demasiado... y me produce un nudo en la garganta. Grande y duro. Quiero llorar. Quiero llorar fuerte con ella.
- Sabía que te había perdido para siempre. – me dice sin dejar de sollozar. Su voz me parte el alma. ¡Basta! ¡No quiero que esto siga así! Mis ojos se cierran y aprieto la mandíbula para no dejar escapar ese maldito llanto que tengo en la garganta. – perdóname, por favor... perdóname... - susurra una vez más.
La consuelo y acaricio su pelo lentamente. De pronto no sé qué estoy sintiendo... cierro los ojos una vez más e intento analizarme. ¿Qué siento por vos Gabriela Toscano?
- Sé que ahora tenes una vida hecha acá y que probablemente yo ya no forme parte de ella. – levanta la mirada y se separa de mí. Me quedo observando su expresión. Está pensativa. Como si le costara decirme lo que va a contarme. Como si estuviera luchando con su interior. Y otra vez siento esa misma incertidumbre. Gabriela me está ocultando algo. Lo sé. Puedo percibirlo tan... tan bien... y justo ahora más que nunca. – Necesito contarte algo.
Esas palabras me erizan la piel.
- ¿De qué se trata? – pregunto intrigado.
- No puedo decírtelo ahora. – se limpia las lágrimas y siento que una sonrisa se desploma en sus labios. Una sonrisa pequeña. Una sonrisa limpia, llena de alegría y de ternura... una ternura infinita que llega a tocar mi corazón.
Se acerca a mí y me acaricia la mejilla derecha con su suave mano... me estremezco... ¿en qué está pensando?
- Es mejor que vos mismo... - respira y sonríe dulcemente otra vez. – que vos mismo lo veas.
ESTÁS LEYENDO
TENTATION 3 | TOSCALIA
RomantizmTentation hoy, mañana y siempre. Está es la 3era temporada del amor entre Gabriela Toscano y Federico D'Elia. Atrévete a saber si Gabriela y Federico terminarán juntos o si después de todo, tomarán caminos diferentes otra vez. *PARA LEER ESTA TEMP...