"¡Un médico!"
"Tranquilo, estarás bien, te lo prometo...""¿Gonzalo? ¿Me escuchas? Estarás bien... confía en mí por favor"
"Perdió mucha sangre, por favor mantenga la calma"
"Gonzalo... mírame, por favor... por favor tenes que ser fuerte"
La sala de espera estaba completamente vacía. Solo el llanto fuerte de Gabriela se escuchaba en el pasillo. A estas alturas, no le importaba si alguien más la veía o escuchaba llorar de esa manera. Necesitaba desahogarse a base de gritos y lágrimas saladas. Sus mejillas las dejaban caer. Esto era mucho... demasiado para una persona... se tapó el rostro con ambas manos. ¿Qué iba a hacer? Todo estaba perdido. Todo... no había nada que le ayudara a solucionar lo que acababa de aceptar. Estaba en Tentation una vez más. Debía robar una vez más. Debía joder su vida una vez más.
- ¡Mierda! – gritó golpeando su espalda contra el respaldo de la butaca. Su mente estaba nublada por la maldita depresión.
Su celular empezó a sonar de repente. Esperó a que este sonara tres veces para poder calmar su llanto y contestar con discreción.
- ¿Dónde estás? – la voz de Federico sonaba desesperada, casi como si estuviera gritando. - ¿Dónde mierda estás? – preguntó una vez más. Gabriela podía escuchar el sonido de varios autos y el rugido de un motor, estaba conduciendo.
Gabriela tragó saliva, al mismo tiempo, un nudo grande se le formó en la garganta.
- ¿Qué paso? – a Federico se le enfrió la sangre. Podía reconocer sus jadeos. - ¿estás llorando?
- Gonzalo está en el hospital. – respondió ella, con las palabras entrecortadas y llenas de sollozos. Volvió a gemir llena de ira. – maldición, perdóname por desaparecer de esa forma...
Federico soltó un suspiro. La tensión había pasado. Lo único que deseaba era que Gabriela estuviera bien. Se reclinó en el asiento y bajó la velocidad del Mustang.
- Ya pasó nena. – dijo tragándose todo el discurso que tenía preparado para cuando encontrara a Gabriela. De todas formas, una parte de él todavía estaba molesta. - ¿vos estás bien? ¿en qué hospital estás?
- En el central... - dijo aturdida, con suerte había recordado el nombre. - Y Federico... no... - susurró y se fregó la nariz. – no estoy bien, te necesito. – susurró afectada. Un ráfaga de todos los sucesos de hoy se le vinieron a la mente. Una imagen de tantas reflejaba a su mejor amigo en una camilla, desangrado y sin poder mirarle, sin poder hablarle.
Volvió a sollozar fuerte... golpeando su espalda contra el respaldo.
Él cerró los ojos, sintiendo en esa milésima de segundo el dolor que Gabriela trasmitía en su voz. Su corazón se estrujó.
- Voy para allá, mi vida. – le dijo, escuchándola llorar contra el teléfono. – no te despegues del celular ¿dale? Estoy ahí, imagina que estoy ahí.
Presionó el acelerador y condujo a toda velocidad. Su corazón latía muy rápido mientras sus oídos acogían el llanto de Gabriela en el teléfono. Sabía que al llegar tendría muchas explicaciones al respecto, y era justo lo que necesitaba.
- No quiero separarme de vos otra vez... - dijo Gabriela entre sollozos fuertes. – no de nuevo por favor... - rogó desesperada. Federico frunció el ceño, no iba a pedirle razones de lo que decía todavía.
- No pasará. No pasará nunca más, nena.
Giró en la esquina y se estacionó en el aparcamiento del hospital. Bajó del Mustang con rapidez y corrió hasta la sala de urgencias. Esquivando, saltando y buscando con la mirada.
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TENTATION 3 | TOSCALIA
RomanceTentation hoy, mañana y siempre. Está es la 3era temporada del amor entre Gabriela Toscano y Federico D'Elia. Atrévete a saber si Gabriela y Federico terminarán juntos o si después de todo, tomarán caminos diferentes otra vez. *PARA LEER ESTA TEMP...