XXIII

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Dicen que morir es como quedarse dormido. Pero no es exactamente eso.

Me sentía atrapada en una caja oscura e infinita. No encontraba mi cuerpo, solo era mi alma. No sabía si estaba despierta o dormida.
No sabía nada de este lugar pero era frío y solitario.

Esperé y esperé pero nadie apareció. La oscuridad era un agujero negro que comenzó a consumirme, me empujaba a las profundidades y nada llegaba a por mi.

Un delgado y tenue rayo de luz llegó a mi cuerpo, como una cremallera que se abre y deja sitio a la luz del sol. Como los rayos del sol en una tormenta. Esperanza.
Sentía el peso de mi cuerpo de nuevo, aun no sabía dónde estaba, pero al menos me sentía.

Abrir los ojos fue una lucha que no podía combatir sin fuerza. Cuando los rayos de sol entraron en mi campo de visión una calidez me inundó, era como decir...estoy en casa.

Logré visualizar figuras a mi alrededor, algo borrosas. Estaba en una habitación clara, blanca, conectada a una máquina y rodeada de claves por todos lados. Una cama de hospital.

Diferencie una figura al lado de una ventana, quería hablarle pero mi voz estaba en lo más profundo de mi garganta. Apagada. Ahogada.

Era Harry.

Llevaba la chaqueta que le había regalado y eso me hizo sonreír. Al menos internamente.

Me miró con preocupación y eso me indicó que había visto mi despertar.

-Ey...-caminó hasta la camilla y me entregó un vaso de plástico blanco con algo de agua.

Tenía la garganta tan seca que tragar algo de líquido fue doloroso.

-¿Qué hospital es?

La cruda realidad me golpeó. No se cuanto tiempo a pasado pero aún le guardo rencor. Me había ignorado unos cuantos días y sin motivo alguno.

-North Manchester General Hospital.

Silencio.
Seguí mirando las sábanas de mi cama evitando cualquier contacto con él y rogué por un médico ya que la cabeza me daba vueltas.
Mis súplicas fueron escuchadas.

-Señorita ____ -me habló por mi apellido- soy Sam Connor, su médico. A sufrido una hipotermia y un golpe que le provocó una contusión cerebral. Es muy pronto para saber si el golpe a dejado alguna secuela, así que voy a preguntarle algunas cosas, procedimiento médico.

Asentí con la cabeza.

-Tu nombre.

-___ _________

-Edad

-20 años.

-Familiares.

-Marcus ________, Isabelle _______, Loren ________, Nora _______, Elena ______ y Reene _________ -note la incomodidad de Harry.

-Cumpleaños.

-28/12.

-Entonces son 21 años ya.

-¿Qué día es?

-28...de Marzo.

Cuatro meses...durmiendo.

-¿Cuándo saldré?

-Aún es...

-¡Cuando saldré! -la sonrisa de su rostro se borro.

-En...dos semanas.

Con eso di por terminada la conversación y me escondí entre mis sabanas. Odiaba los hospitales. Me ponían nerviosa. ¿Y si notaban mi problema con la comida?¿Y mis cortes? ¡Dios mío! ¡Los habrán visto!
Cuatro meses durmiendo. ¿Porque no fue para siempre?

-No...-murmuré ahogándome entre mis lagrimas.

---

Al día siguiente me hicieron muchísimas pruebas. Comprobé que en las heridas de mis muñecas habían puesto vendas al igual que en mis piernas. En las pruebas me hicieron muchísimas preguntas. Entre ellas me pesaron y midieron y llego la hora de quitarme la ropa y subir a la báscula.

-Pesas...

¡Mucho!

-Poco...muy poco -puntualizó la doctora- ¿Has estado haciendo alguna dieta?

-Puede que me haya desnutrido al estar tanto en el hospital.

Ella no hizo ningún comentario más y yo juguetee con las vendas de mi muñeca. Me dejaron volver a mi habitación subida en una silla de ruedas. Al pasar por la sala de espera vi a Liam, Louis y Niall sentados y hablando en bajo. Me vieron y se acercaron.
Bufé y mire el pasillo que llevaba a mi cuarto. Allí esperaban Harry y Niall.

La enfermera me ayudó a subir a mi cama y me dio las indicaciones típicas. No moverme de la cama a no ser que fuera estrictamente necesario y que si necesitaba algo o tenía algún problema llamara por teléfono al número uno.
Me dejaron sola en la habitación y los chicos no tardaron en entrar.

-Hola ____

Ignoré la voz de Liam.
No quería hablar con ninguno de ellos, ni quería que estuviesen ahí conmigo. Quería estar sola. A pesar de mis esfuerzos por salir de la oscuridad y del vacío deseaba regresar. ¿Qué hay mejor que morir?
Vivir.

-____, pequeña -la voz de Louis me estremeció. Había soñado tan dulce desde su boca.

Finalmente los mire, todos se veían cansados y desaliñados. Miles de preguntas rondaron por mi cabeza.
¿Creerán que estoy loca?¿Habrán estado aquí cada día?¿Ed?¿Qué habrá ocurrido en el colegio?¿Mi familia?

Hice un vago sonido dando a entender que lo escuchaba.

-¿Estás bien?

-¿Creéis que estoy loca?

-¿Qué? -preguntó Niall y negó- no, claro que no ¿Porqué preguntas eso?

Me encogí de hombros y oculte mis brazos entre las sábanas. Mi vista bagó por la habitación deteniéndome en ellos varias veces.

-¿Seguro?

Liam se sentó en uno de los dos sillones que había en la habitación, Zayn lo acompañó sentándose en el otro, quedando así ambos a cada lado de mi cama a la altura del cabecero. Niall se sentó a los pies de mi cama y Harry y Louis permanecieron al lado de Liam de pie.

-Claro -volvió a sonreír Niall y yo la devolví, aunque salió una mueca.

-¿Habéis...venido todos los días?

-Si -asintió Zayn.

-¿Porqué?

-Eres nuestra amiga.

Negué.

-Si lo eres ___. Acéptalo, no estás sola estamos nosotros contigo. Deja de creer que te odiamos porque no lo hacemos, no vamos a insultarte, no vamos a golpearte, no debes temernos. No tengas miedo.

Mire a Harry dudando de sus palabras.

-¿Mi familia no ha venido a verme? -sonreí tristemente sin esperar respuesta- Así te trata tu familia...

-_____ tengo que decirte algo -Niall se sentó más cerca de mi y sin importarle mis vendajes agarro mi mano con fuerza, se notaba que estaba nervioso.

-No es el momento...no debemos alterarla -le escuché hablar a Louis.

Niall me miró con tristeza.

-Lo siento princesa.

Ángel de papel |One direction| [Terminada ] EDITANDO ERRORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora