XXVI

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La cena se había servido temprano. Una de las muchas conserjes había pasado por cada habitación del piso femenino diciéndonos que había más mantas en la planta de abajo y que podíamos dormir en las salas de juegos en los sofás y butacas. Nansa y yo esperamos pacientemente en la habitación de la chica para poder escabullirnos a la planta masculina.
A las 23:47 Nansa y yo abandonamos la habitación abrazándonos con nuestras mantas rojas. Subimos las escaleras con rapidez y nos dirigimos a la habitación de Liam. No pude evitar recordar la noche en la que escuche y vi a Liam con una chica.
Casi podía sentir los escalofríos del momento en mi piel y las arcadas de recordarlo.

-Hola -saludó Zayn abriéndonos la puerta y fruncí el ceño.

-¿Qué haces aquí?

-Pues que aún no hemos aclarado las habitaciones.

-En realidad yo solo vengo a dejaros el paquete -Nansa me señaló y yo bufé- ¡No soy un paquete! -chille.

-¡Shh! -todos me silenciaron.

-Yo...ya tengo donde dormir -sonrío Nasna dejando un tierno color rojo en sus mejillas, se despidió de mí con un beso en los labios y de los chicos con un gesto de cabeza. Salió de la habitación dejándome encerrada con cinco hombres en camisetas de tirantes y pantalones cortos, alguno ni llevaba camiseta. ¡Maldita seas Nansa!

-Bueno pues...elige tú donde dormir -me dijo Liam.

Pensé las posibilidades.

Harry. Realmente no me importaría dormir con él, pero teniendo en cuenta nuestras experiencias y que Azary estaría rondando no me fiaba ni un pelo.
Louis. Con él pasaba lo mismo, aún me ponía nerviosa su cercanía y no quería una pelea con Elena y sus amigas.
Niall. No podía ni mirar al rubio a la cara recordando lo que ocurrió en mi casa en Navidad. ¡Dios mío no! No podría dormir nada con él en la misma habitación.
Zayn. Él también estuvo ahí con Niall y no sería sano para mí estar con él a solas.
Liam. ¿Tendría a una puta escondida en el armario?

Sacudí la cabeza totalmente indecisa, los nervios se agolparon en mi estómago y subieron a mi pecho y garganta haciendo que se me hiciera difícil respirar. Tome una fuerte respiración y negué con la cabeza. Ellos me miraban esperando una respuesta y eso sólo me hizo sentirme pero.
No sé porqué pero tenía ganas de llorar y no pude evitar recordar a mi familia haciendo que mi cuerpo reaccionara abrazándose a sí mismo y temblando.

-Ey -la dulce voz de Louis llegó a mis oídos y dos grandes manos se situaron sobre mis hombros- tranquila ____ -uso ese dulce apodo que solo me ponía a mi. Le mire tratando de sonreír pero seguro solo salió una mueca horrible.

-No te preocupes siempre puedes dormir en una de nuestras habitaciones, si quieres te cedo esta -dijo Liam sonriéndome- yo dormiré con Zayn.

-Muchas gracias Liam -mi voz de volvió ronca a la mitad de la frase y sin ningún control sobre mis actos abrace a Louis.

La calidez de su cuerpo contrastaba con el frío de mi piel y era agradable. Tenía un ligero olor a fragancia masculina y fresas silvestres. Amaba ese olor de él.
Sus manos se situaron en mi cintura y sin ningún problema me alzo para que él se sentará en la silla y me dejara a mí en su pierna derecha sonrojada.

-No pesas nada ____ -otra vez ese apodo que me volvía loca.

No. Sí que peso. Peso mucho. Gorda.

Negué con la cabeza tratando de alejar esos pensamientos.

-Tengo sueño...-confesé falsamente para que todos me dejaran dormir.

Uno a uno, excepto Liam y Zayn, se despidieron de mí para ir a sus cuartos. Liam me dijo que podía usar una de sus camisetas para dormir, le di las gracias y después de Zayn se despidió de mí y me dejaron en la habitación con las llaves de esta sobre la cama.

Me tumbe en la mullida cama aspirando el olor de Liam. Puedo cotillear su habitación...
Negué e con la cabeza y mire a mi alrededor, era igual que el resto de habitaciones pero decorada al estilo de Liam. Toda la ropa estaba ordenada, a excepción de dos camisetas que me habías dejado para dormir. Sus blocs de dibujo estaban sobre una orilla de la mesa, sus estanterías llenas de libros sobre pintores, filósofos, fotografías, etc. Nada extraño.
En sus cajones tenía guardadas algunos papeles importantes de la escuela, junto unos bolis bic de diferentes colores. Entre a su baño y entre los botes de pastillas para los dolores de cabeza o estomago encontré un paquete de condones, más de un paquete entero lleno de anticonceptivos.
Mi mente se imaginó a Liam usando uno de ellos, pero no con cualquier chica sino que conmigo.

-Serás guarra -me dije a mí misma y me metí en la cama de Liam dispuesta a poder dormir.

Pero no fue así.
Parece que el karma llego a mi en forma de pesadillas. No podía cerrar los ojos y ver todo negro, así que tenía la luz encendida. Estuve así durante un rato hasta que  mire el reloj de la mesilla que marcaba la una y media. Solo había pasado una hora desde que los chicos se fueron y yo estaba acojonada. No podía dejar de llorar.

-¿Quién te ayudo la última vez? -me dije a mí misma.

Mis piernas caminaron solas y se levantaron de la cama, cogí una sudadera gris de Liam y salí de la habitación. Cerré la puerta con cuidado y sin hacer ruido camine por el pasillo hacia las escaleras, pase al pasillo este y al llegar a una puerta tocó.
Espero pacientemente. ¿Era posible que en una hora se hubiese dormido?

La puerta se abrió y ____ descubrió...que le había cortado el rollo.

Ángel de papel |One direction| [Terminada ] EDITANDO ERRORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora