Muchos dicen que los nuevos inicios, así como pasar de año, es algo refrescante y confortador. Pero esas no son nada más que puras mentiras.
Ahora que han ingresado nuevos estudiantes de primer año en nuestra escuela, por alguna extraña y jodida razón, mis días se han vuelto un infierno. Si tomar clases era un fastidio, lo es aún más con los murmuros, risitas y penetrantes miradas que me siguen a donde sea que vaya, a cualquier hora. Ni siquiera puedo pasar al maldito baño con tranquilidad.
La razón del por qué ha sucedido esto aún es inexplicable para mí. Aunque no tengo idea cuánto tiempo más pueda seguir soportándolo.
—Buenos días —dijo Inukai al deslizar la puerta del salón—. Vaya que están muy enérgicas esta mañana.
—Hablando del Rey de Roma —parece que se burla Kameyoshi, mirando a Tsurutani.
—¡Kame! —exhalta ella, algo sonrojada.
Dejé de prestarles atención ya que habían molestos ruidos justo en la entrada del salón, los cuales me vienen siguiendo como moscas desde los casilleros. ¿Por qué no se largan ya? Joder.
—¿Qué te sucede, Mamura? ¿No andas de humor hoy? —me pregunta Trenzas, mirándome con curiosidad.
—No es sólo que...
—¡Oh, te diste cuenta! —me interrumpe Sarumaru y sonríe amplio—. De hecho, envidio este tipo. Se ha vuelto popular entre las chicas de primer año. Desde la mañana le dan cartas de amor, lo acosan y lo miran de lejos —me da una palmada en la espalda—. Estoy casi seguro que eso lo tiene molesto e irritado.
—Uff. Debe ser problemático para ti, Mamura —dice Tsurutani como si lo entendiera. No tienes ni idea.
La campana sonó y, hasta que entró el profesor al salón, las molestias se dispersaron. Todos nos dirigimos a nuestro lugar y, al tirar mi mochila al lado de la banca, me senté de golpe. Froté el tabique de mi nariz de arriba a abajo, cerrando mis ojos, tratando de relajarme.
—¿Estás bien? —me dice Trenzas de pronto.
Se me hizo extraño que preguntara. Pero dudo que esté preocupada por mí.... Sí, es imposible.
—Estoy bien —suspiré, apoyando mi quijada en la mano y mirando hacia el frente.
Estoy seguro que ella aún no me considera de 'esa forma'.
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Regresando los tres de la cafetería, Inukai me estaba hablando sobre un libro y otros más que recientemente había acabado de leer. Fue entonces cuando...
—¡¡MAMURA-SEMPAI!!
Unas tipas gritaron desde la ventana de un salón. Las fulminé con la mirada, pero no pareció haberlas ahuyentado. Al contrario, sonrieron y gritaron de felicidad.
—Mamura-kun.
La voz de una chica se escuchó atrás mío y se me erizó la piel. No, no pienso lidiar con otra carta de esas con colores que te duelen los ojos de sólo verlas.
—¿Qué? —volteé enojado, pero después cambió mi gesto.
—¿Podrías venir un minuto? —sonríe Nekota y se da la vuelta—. Ustedes también, vengan.
Los tres nos miramos entre sí y la seguimos. Llegamos a las jardineras donde estaban Tsurutani, Kameyoshi... y nadie más. Intenté no darle importancia que Trenzas no estuviera con ellas, pero ¿habrá sucedido algo...?
—Queremos ayudarte a alejar las tipas de primero, así que se nos ocurrió una idea —me dice Nekota, cruzando sus brazos. Fruncí el ceño—. Lo mejor sería que tuvieras una novia de mentira.
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Estrella Fugaz Diurna (Daiki Mamura)
FanficDaiki Mamura es un chico bastante extraño a comparación de los demás. No socializa, es serio, frío y se mantiene absorto en su propio mundo. Aparte de que posee un secreto muy vergonzoso. Sin embargo, su pequeño mundo da un giro inesperado al aparec...