Nothing like us || Justin Bieber y tu

XIII

         Nuestra comida tardó unos quince minutos que se hicieron eternos por el hambre que tenía. Quería saltar el mostrador y comerme a la vaca que tenían adentro, ya sea viva o muerta. Durante ese tiempo muchas de las personas que estaban en el lugar se animaron a acercarse a Justin y pedirle fotos. Habían alguna de esas personas que me observaban con su peor mirada asesina, y me rebajaban mirándome de arriba a abajo con asco. Justin se acercaba a mí y me decía cosas al oído como "Que no te importe" "Te amo" "Eres la más hermosa del lugar" y otras de las famosas frases célebres que se encontraban en el libro de "Como ganarse el corazón de una mujer" de Justin Bieber.

-Te parece aquí?- Señalé a una mesa vacía que tenía un par de envoltorios sucios y desechos de alguien que no se había encargado de mover su trasero hasta el tacho de basura y tirar el resto de lo que había comido.

-Esta bien- Respondió Justin. Él dejó la bandeja con nuestra comida mientras yo levantaba los restos y los tiraba al tacho que se encontraba a unos pasos. Podía sentirme observada y seguida por los ojos de algunas personas en cada movimiento que hacia.Odio la exposición y soy alguien demasiado tímida y vergonzosa por lo que esto me estaba matando.
      Me senté junto a Justin en la mesa para dos personas y  sin pensar en nada más comenzamos a atacarle a nuestra comida. Lo primero que hice fue abrir mi cajita y romper el envoltorio de el  peluche de minions que había elegido. Era felposo, suave, como del tamaño de mi mano y súper tierno.

-Te gusta?- Moví el peluche hasta la cara de Justin y comencé a jugar con él.

-Amo que parezca que tienes tres años- Rió con una papa en su boca

-Lo siento señor adulto- Dejé el peluche a un lado y busqué la hamburguesa dentro de mi cajita- No es mi culpa que tu hayas decidido madurar con los veintidós años que tienes- Abrí mi hamburguesa, la tomé entre mis manos y senti uno de los sentimientos que ni Biebs podía crear en mí. Comer una hamburguesa cuando mi estómago ha estado vacío como por cinco horas era algo único, así como encontrarse una coca-cola en el desierto.

-Aveces olvido que eres una bebe de diecinueve y yo soy un viejo pedofilo de veintidós- Sonrío mientras abría su hamburguesa

-Ya cállate y déjame disfrutar mi hamburguesa- Le di otro bocado grande. Mi boca se estaba haciendo agua.

-Quisiera que me amaras como a la comida- Mordió su triple hamburguesa mientras me observaba comer.

-Eso es casi imposible, pero para que sepas cuando te amo, estás cerca de mi hamburguesa- El ketchup se derramó en mi boca dejándome todos los labios con salsa.

-Creo que te ensuciaste- Señaló mis labios y rió

-No, enserio Justin?- Nótese mi sarcasmo. Busqué las servilletas en la bandeja.

-Ven aquí- Se acercó rápido a mi cara antes de que pudiera limpiarme el ketchup de los labios y me dio un beso. Ahora sus labios también tenían ketchup. Eramos gorditos enamorados.

-Somos un asco- Dije con la boca llena riéndonos de nosotros mismos- Pensé que ibas a hacer la típica escena de película de limpiarme los labios con tu pulgar- Ambos comenzamos a reír a carcajadas. Justin escupió su bebida encima mío sin asco. Me quede boquiabierta mientras lo escuchaba reír

-Lo siento, lo siento- Dijo entre carcajadas- No pude contenerlo- Siguió riéndose. Él tenía una risa de gatito tierno mientras la mía parecía de un camionero travesti.

-Ahora vas a ver- Reí, agarré mi coca-cola y me llené la boca. Sin pensarlo escupí todo encima de Justin y exploté en risa. Parecía un hombre haciendo esta clases de cosas pero me causaban tanta gracia. Me dolía el estómago de tanto reír. La cara de Justin cuando escupí sobre él fue lo mejor, deberían haberlo filmado y hacer videos parodias con eso.