XXXIV

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  JUSTIN POV:

   Maldecí en mi interior y agarré con mis brazos bien fuerte a Francesca que aún tenía sus mini bracitos aferrados a mi cuello. Comencé a correr con absolutamente todas mis fuerzas esquivando a todos los que se interponían en mi camino. Solo quería ser positivo e imaginar que el vuelo había sido retrasado o el avión se había quedado sin gasolina. Sentía los pequeños gritos de la niña al costado de mi oreja. Mi gorra estaba a punto de salir volando y mis pantalones cada vez estaban más cerca del suelo. Buscaba la puerta número seis mientras muchas personas me sacaban fotos corriendo y con sudor en toda mi frente.
     De pronto vi el cartel con luces azules al rededor que decía el número seis. Frené bruscamente y comencé a correr hacia la puerta. Veía a los de seguridad en cada lado de la puerta e intentaba una idea para esquivarlos y entrar ya que no me iban a permitir el acceso si no tenía un boleto. Ellos son los únicos que me tratan como a cualquier persona. La única idea que tenía en mi mente era improvisar. Que sea lo que dios quiera.
    Aceleré mi velocidad y una vez que me encontré a la distancia necesaria de la puerta con el número seis en ella, estiré mi brazo para tirar de ella y correr aún más rápido.

-Jovencito!- Escuché un grito a mis espaldas y unos pasos que se acercaban a mí. No podía permitir que ahora me atrapen.

      Corrí sintiéndome una especie de superhéroe. Esquivé a las personas que hacían fila y pasé por la maquina que detecta metales. Esta comenzó a brillar una luz roja y a sonar como una especie de sirena. Ahora no sólo me perseguían los de seguridad, dos guardias más se acababan de unir a la fiesta. La risa de Francesca cerca de mi oído me sacaba una sonrisa por más que esté a punto de perder a mi chica y haya perdido mi gorra hace unos metros atrás. Tenía los dedos cruzados para que ella aún siga ahí con sus cabellos revueltos y sus labios rojos claros, con su mirada acusadora y sus ojos entrecerrados. El rostro de _____ estaba calcado en mi mente como una fotografía, sabía cada pequeña peca que posee en su rostro y hasta el lunar enorme del que se avergüenza que tiene entre medio de sus pequeños senos. No podía perderla, si tenía que treparme al ala del avión, romper el techo del avión con mi puño, rescatarla y llevarla volando hasta casa entonces lo haría. Pretendía ser su superhéroe aunque soy más como él villano.
     
    Llegué por el pasillo a una sala grande de espera en dónde todos estaban callados. Apenas pisé el lugar absolutamente todo el mundo volteó la cabeza como poseídos hacía mí y los cuatro guardias gritones que venían por atrás. Ví el vidrio gigante que daba a la pista de aviones y corrí hacia él mientras buscaba con mis ojos el avión en él que ella debía estar. No lo encontraba y eso podría significar dos cosas, o se fue, o aún no ha llegado. Frené incrustando la suela de mis zapatos contra la alfombra del suelo y bajé a la niña de mis brazos para colocarla a mi izquierda. Pegué mi nariz contra el vidrio y sentí como tomaban mis brazos y los colocaban en mi espalda. No me importaba nada, sólo quería encontrar a ______.

-Queda arrestado jovencito- Dijeron a mis espaldas. Al no encontrar el avión ante mis ojos di media vuelta. Los hombres abrieron sus ojos al verme el rostro y soltaron mis brazos, me había equivocado, ellos tampoco me veían como una persona normal.

-Lo lamento oficiales- Apreté mis labios- Yo sólo necesitaba detener a alguien- Miré a sus espaldas buscando a _____ en alguna de las sillas de la sala de espera. Sólo veía abuelos y más abuelos.

-No hay cuidado joven- Escupió uno de ellos cuatro mientras los otros asentían. ¿Que clases de oficiales son estos? Entiendo que soy Justin pero ser famoso no quita el hecho de que podría ser un terrorista en secreto y matar a todos. Buena seguridad la del aeropuerto, nótese mi sarcasmo.- Que estaba buscando?

-El vuelo de las 16:45 p.m hacia Nueva York- Volteé para pegar la punta de mi nariz contra el vidrio.

-El de las 16:45?- Dijo uno de ellos a mis espaldas. Volteé ilusionado mientras asentía con mi cabeza y cruzaba mi dedo indice con el del medio.- Joven, el vuelo llegó con adelantó y salió hacia Nueva York puntual, son las- Levantó su puño y miró su reloj- 16:50 p.m.

    Sentía mil astillas incrustadas en mi pecho. Una vez más el sentimiento sofocante de lagrimas subiendo hacia mis ojos volvió, me sentía asfixiado. Giré mi cuerpo mientras les sonreía sin mostrar mis dientes, falsamente, a los de seguridad. Dejé caer mi cul*o a la alfombra y pegué mi mano contra el vidrio. Lo de la mano lo hice porque por mas que esté rompiéndome en pedacitos por dentro ya que la escena parecía de una película me pareció dramático hacerlo. Francesca se sentó como indio al lado mío y apoyó su mano sobre la mía. Mi pecho subía y bajaba por mi respiración que aún no lograba recuperar por la corrida de hace unos minutos. No quería pestañear porque estaba seguro que una lagrima iba a caer de uno de mis  ojos.

-Lo siento Justin- Soltó con su voz aguda mientras ella también miraba hacia la pista de despegue.

-Cuando te enamores shawty, recuerda hacerle saber a cada segundo cuanto lo amas- La imagen mía gritándole a _____ se proyectó en mí como un flashback- No importa si estas en un mal día, sólo hazlo- Mis ojos cada vez se volvían más cristalinos. Tenía ganas de romper y tirar todo.

-Ella también te ama- Soltó una risita- Las chicas nos hacemos las difíciles porque pensamos que así los chicos van a estar más atentas de nosotras- Ella tenía aproximadamente seis años y hablaba de una manera más adulta que la mía- Ella no va a escribirte por más que se esté muriendo, todas somos orgullosas.- Pensaba en cuantos mensajes sin abrir hay en mi casilla de chicas, él único que quería encontrar allí nunca estaba, ella era la chica que más me había costado conseguir y es por eso, y muchas otras cosas, que me tiene y me tuvo como loco siempre.

-Justin- Interrumpió una vez más mis pensamientos la niña.- Si te darían s elegir entre tus beliebers o _____, a quién elegirías?.- Esa es la pregunta más difícil que me han hecho. Mis beliebers lo eran todo, nunca me han fallado, nunca me han abandonado, siempre han estado para mí y han sido las mejores chicas pero ellas no conocían al real Justin debajo de los tatuajes y la ropa grande, ellas me aman pero por ser Justin Bieber. Por otro lado, ______ era la cosa que más me hacía feliz en el mundo, la amo y ella me ama por ser el canadiense feo debajo de los tatuajes, pero no ha estado desde mis comienzos ni me apoyó cuando era un pequeñito de trece años. Era difícil contestar esto.

-Yo creo..- Dudé unos segundos- Me parece que la respuesta es..- Un dedo tocó mi espalda en ese momento interrumpiéndome.

-Justin..- Dijo alguien a mis espaldas.

Nothing like us || Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora