XXIX

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Hace aproximadamente una semana o dos semanas que estaba en Los Ángeles viviendo en casa de Justin. La mayoría de los días la había pasado de maravilla, como si estaría pérdida en unas vacaciones increíbles que me despejaban la mente de pensamientos absurdos. Mi celular permanecía apagado alejándome de todos los dramas en los que estoy involucrada. Había algunos días en los que Justin tenía mucho trabajo, se iba a la madrugada y regresaba a la medianoche exhausto, esos días solía pasármela de compras por el centro o con Jaxon y Jazzy y aveces con Jeremy. También hubo de esos días en los que Justin se tomaba un descanso y pasábamos juntos las veinticuatros horas, aveces encerrados en su casa viendo alguna que otra película y otras veces nos las arreglábamos para salir a dar algunas vueltas. Lo cierto es que ambos hemos evitado el tema de la vuelta a Nueva York, pero lo pienso muchas veces, algún día voy a tener que tomar las riendas y aceptar que no todo es color de rosas, tengo trabajo , amigos y un departamento que mantener en Nueva York. Aunque amaba estar en LA con mi novio, él tenía su vida armada aquí y yo no tenía ni una amiga con quien salir.

-Enano- Abrió la puerta de la habitación y dejó a un lado el bolso Nike que tenía colgado en su hombro. Tenía una cara de cansado que pretendía disimular con una sonrisa para que yo no lo note.

-Terminaste temprano hoy?- Dejé a un lado el libro que me encontraba leyendo y gateé por la cama hasta acercarme a él- Te extrañé- Él se sentó en la cama con una sonrisa dibujada, acarició mi mejilla y me dio un beso en los labios.

-Estoy agotado- Bufó y dejó caer su cuerpo en la cama- Ven aquí y quítame el malhumor que tengo enano- Estiró su mano hacía mí. Gateé hacía él y me acosté a su lado apoyando mi cabeza en su pecho. Él acariciaba su cabello y yo jugaba con nuestras piernas.

-Quieres que te prepare algo o...- Jugaba con mis dedos en su pecho

-No eres mi sirvienta, puedo hacerlo yo- Besó mi frente- De todos modos debemos irnos- Suspiró con frustración cerrando sus ojos unos segundos para luego volver a sentarse en la cama.

-A dónde?- Pregunté confundida arqueando mis cejas mientras me levantaba para sentarme a su lado.

-Es que el contrato de alquiler de esta casa se vence en dos semanas- Bufó- Y estoy buscando alquilar otra para mudarme un poco más cerca de la playa y más alejado de la ciudad- Acarició su nuca- Van a mostrarme una casa y quiero que la veas conmigo para ayudarme a elegir- Me miró con sus ojos miel que hoy se encontraban hinchados y rojizos.

-Me gusta que me incluyas en tus planes Biebs- Apoyé mi cabeza contra su hombro, él me rodeo con su brazo para unirnos más y recostó su cabeza sobre la mía.

-Estoy agotado- Refregó sus ojos con sus puños y se levantó con fuerzas de la cama- Vamos a ver esta maldita casa y volvamos a dormir la siesta juntos- Estiró su mano hacia mi para ayudarme a levantarme de la cama.

     
-Estas totalmente seguro que no quieres algo?- Él abría la puerta de su habitación. Volteó hacia mí y tomó su cabeza entre sus manos en signo de frustración, su mandíbula estaba tensa, sus puños apretados y las venas de su cuello estaban marcadas.

-_______, cariño- Su ojo derecho temblaba y se entrecerraba- Estoy cansado hoy, si quiero algo voy a ir y servírmelo por mi put*a cuenta, esta bien?- Sonrío falso con los labios pegados, dio media vuelta y salió de la habitación. Yo rodeé los ojos y tomé mi bolso, hoy no era uno de esos días en los que podía molestar, ni hablar, ni respirarle cerca a Justin.

      Él salió de la casa seguido de mí sin decir ni una sola palabra. Abrió la puerta del copiloto para mí y luego giró por adelante de la Range Rover para abrir su puerta, cerrarla con frustración y recostar su cabeza unos segundos sobre el asiento de cuero negro. Yo dudé unos segundos en si entrar al auto o no, pero él me miro con sus hombros levantados diciendo indirectamente "¿Vas a subir o no?" por lo que tiré mi bolso hacia dentro y subí. Antes de llegar a cerrar la puerta él ya estaba haciendo marcha atrás para sacar el auto de la cochera. Bufé y giré mi vista hacia él, notaba los huesos de su mandíbula sobresaliendo, hoy Bieber necesitaba un té de tilo o un calmante.

-Pasó algo hoy?- Escupí para romper el silencio del auto. Él me miró unos segundos con sus ojos miel que estaban cubiertos por una capa semi rojiza, negó levemente con su cabeza y prendió la radio con su dedo índice para luego devolver su vista al frente. Bufé y giré mi vista para observar por la  ventanilla. Parecía que a Justin le había venido la regla hoy.

            Luego de unos quince minutos de silencio absoluto escuchando canciones de Adele, llegamos a la casa que veníamos a ver. Justin estacionó el auto en la entrada de la casa mientras yo tenía mi boca abierta en forma de O. Él lugar era increíblemente hermoso, era una casa de dos pisos con un estilo europeo, tenía un buen patio delante con arbustos perfectamente podados en forma de cuadrados y arboles enormes, una puerta marrón doble, ventanas altas como me gustaban a mí, columnas gruesas que sostenían el techo de lo que era un pequeño porche.


-Vas a bajar o te quedas en el auto?- Interrumpió mis pensamientos su voz ronca y el ruido de la puerta suya abriéndose. Hice un conteo mental hasta diez para no perder la paciencia con él y abrí mi puerta mientras escuchaba como la de él se cerraba. 

                  Caminé detrás de Justin con la vista agachada observando la punta de mis zapatilla. En el porche de la casa, justo al frente de la puerta de entrada nos esperaba un hombre como de mi estatura, con pelos solamente arriba de sus orejas, vestido de traje y con un llavero colgando de su dedo indice. Sonrió amable al vernos subir las escaleras que llevaban a la entrada.   

-Mucho gusto- Estiró su mano hacia Justin pero él solo se quedo viéndola de mala forma con el ceño fruncido

-Hola- Estreché mi mano con la del hombre, este giró su cuerpo hacia mi y sonrió mientras yo negaba con mi cabeza levemente y le susurraba con un movimiento de labios que hoy Justin no estaba en sus días.

-Vas a abrir la puerta de mi casa o te vas a quedar toda la tarde sonriendole como idiota a mi novia?- Escupió Justin haciendo que el hombre suelte rápidamente mi mano y gire hacia el mango de la puerta. Miré a Justin de brazos cruzados y él arqueó sus cejas y me observo- Que?- Dijo levantando sus hombros mientras el pobre hombre buscaba la llave correcta en su llavero. 

Nothing like us || Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora