Parte 1 de 2.
—No, no es tu problema. —gire mi rostro.
—Vamos, el orgullo no te llevará a ningún lado. —me tomo del mentón y me obligó a verle, me parecía algo muy confianzudo de su parte, pero ¿y eso hora qué? —¿Por qué estás llorando?
—Verás.. —me tragué mi orgullo, después de todo supongo que nada más vería este chico una sola vez. —Me empezaba a gustar mucho alguien... —mis ojos volvían a picar. —Esa persona mintió diciendo que yo le gustaba, pero todo era una apuesta. —las lágrimas empezaban a brotar.
—Lo siento... ¿Así tan lindo es?
—Eso y más... —¡Espera! ¿Qué?, lo mire sorprendido. —¿Cómo lo sab...
—Intuición. —sonrío. —Ha de ser muy lindo –apretó sus labios. —Pero dudo que lo sea más que tú. –dejó escapar una risita.
—No estoy para que me andes coqueteando. —mi nariz ardía.
—Ya, ya, ya discúlpame. ¿Un helado? –me volvió a sonreír.
—¿Por qué no? —me coloqué de pie al mismo tiempo que aquel chico. —¿Cómo te llamas?
—Llámame Zayn. —guardó sus audífonos.—¿Cuál es el tuyo?
—Me llamo Harry... —limpie otra vez mis mejillas.
Caminamos juntos hasta una pequeña heladería.
—¿Qué sabor prefieres? —me pregunto.
—Mm.. ¿Vainilla? —me sentía algo tímido.
—Vainilla.
Me pase la tarde desahogándome con él, se me hacía muy guapo, quedamos en volvernos a ver nuevamente.
—¿Por qué llegas tan tarde? —Gemma estaba afirmada en las escaleras.
—No importa, estaba con alguien. —intente subir desapercibidamente pero Gemma me tomo de los hombros.
—¡Tienes los ojos hinchados! —me observó luego me abrazo. —Ve a dormir bebé. –beso mi frente.
Le agradecí mentalmente que no me preguntara nada.
subí a mi habitación; sentía que mi corazón era apuñalado, tenía una fuerte presión en la garganta.
Joder Louis, me gustas mucho, ¿por qué me hiciste eso mi amor?.
Tome una libreta;
"Querido Louis;
Me siento ridículamente utilizado por ti.
Me siento terriblemente encantado por ti.
Me gustas, me gustas mucho.
¿Por qué me hiciste eso?, mi corazón duele.
Mi corazón te empezaba a querer mucho Lou.
Lou, Lou, Lou
Quisiera odiarte, pero contrariamente quiero tenerte en mis brazos, para besarte, para ver tus hermosos ojitos azules, para ver tu castaño y lacio cabello.
Louis cambia conmigo, por favor"
Las lágrimas caían por mis mejillas y caían en mi libreta.
Me di la vuelta y hundí mi cabeza en la almohada.
Por un momento desee que nada fuese sucedido, pero he aprendido que uno no debe arrepentirse de nada.
Tal vez no sea gay, tal vez estoy confundido. Sí eso es.
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El despertador sonó con la canción de Ke$ha. La canción se me había hecho increíblemente molesta.
Louis es el primer pensamiento de la mañana, joder le adoraba tanto, empezaba a querer ver esos bellos orbes azules.
Pero en este caso después de lo que me hizo, no quisiera estar cerca de él una vez más.
Tenía la cuarteada perfecta, me enfermaría por arte de magia, si tendría que evadirle en los pasillos, pero también a Natalie en las clases, es una jodida traidora.
—¡Hazz! Se te hará tarde... —Mamá abrió la puerta con un tumulto de ropa limpia en los brazos, lanzó la ropa a una orilla de mi cama.
—Mamá me siento muy mal... —Me retorcí en la cama mientras apretaba mi estómago, me quejé falsamente.
Mamá se sentó en la orilla de la cama y colocó sus manos por mi frente, gracias a dormir debajo de las sabanas mi frente estaba caliente, pero de la calor.
—Tienes fiebre corazón. —Mamá beso mi frente. —Te traeré una pastilla y algo de agua.
Agradecí mentalmente que no trajera ningún termómetro o algo, estaría jodido porque si tengo suerte de tener fiebre por fuera, pero no por dentro.
Pasé toda la mañana envuelto en las sábanas, mamá encendió la calefacción convenciéndome que eso me quitaría la "fiebre", la verdad estaba repleto de sudor, mi cabello se me pegaba a la frente. Ese estado físico me ayudaba a sentirme más miserable, miserable porque me empezaba a gustar un chico que conmigo no quería nada más que jugar.
