Regresamos a la cafetería, aún buscaba con gran entusiasmo a Louis, pero ese pequeño enano, no apareció aquí.
Me preocupe por un minuto, más bien por todo el receso, pero de seguro él vino aquí cuando yo estaba en la biblioteca.
Le di una mordida a mi Sandwich, mientras miraba con entusiasmo mi teléfono celular, esperaba que vibrará; que diera algún mensaje de vida de Louis, algo. Me hacía falta saber de él.
—Deja ya de mirar el teléfono como un tonto Harry. —Hansel estiró su mano y atrapo mi teléfono en un rápido movimiento.
—¡Hey! ¿Qué te pasa? —intente atrapar mi celular pero en ese tonto acto, mi Sandwich cayó al piso. —¡Mira lo que hiciste! —le jalee con rabia el teléfono celular.
—¡Deja de culparme por tus errores! —me alzo la voz mientras me fulminaba con la mirada.
—Deja de gritarme, cállate. —le saque la lengua.
Me coloqué de pie y me fui hacia el baño, la cabeza me estaba hirviendo un poco y ya empezaba a doler.
Entre al baño, abrí la llave y salpique agua en mi rostro.
—Idiota Hansel. —hable en voz baja. —Es un idiota. —hable nuevamente.
—Hasta que por fin te das cuenta. —Louis se acomodó a mi espalda, y se apegó completamente a esta, podía sentir su amigo en mi trasero, pasó sus manos por las mías, acercó su boca a mi oído y mordió suavemente este.
—Te estaba buscando... —balbuceé, mis piernas empezaban a temblar y mi corazón quería estallarse en mi pecho.
—Mm ya me encontraste. —se movió fuertemente haciendo fricción con mi trasero.
—Alguien está caliente hoy. —me di la vuelta quedando frente a frente. Tome su barbilla con mis manos y deposite un suave beso.
Louis colocó sus manos en mis caderas y me apegaba más a su cuerpo, sus dientes tiraron de mi labio inferior, y su lengua se paseaba por el borde de mi boca.
Me guío hacia atrás y me subió al lavabo, su lengua entró en mi boca, inmediatamente nuestras lenguas empezaron a rozarse, mis manos paseaban desde su cabello, hasta su muy rico trasero, lo apretaba, lo acariciaba y lo apretaba con más fuerza.
Me baje del lavabo y rompí nuestros besos, Louis quedó estático, atento a mi próxima acción, lo cargue y lo senté en el lavabo fugazmente, no sabia ni que estaba haciendo, pero mis hormonas y mi entra pierna cosquilleaban.
Tome su rostro con mis manos y lamí sus labios, succione su labio inferior y tire de él suavemente.
Me acomode entre sus piernas y me aferré más a él, sentía su miembro palpitar sobre el mío, volví a unir nuestros labios, su saliva se hacía más espesa y el sabor providente de su boca se hacía distinto.
Nuestras hormonas empezaban a hacer efecto, coloque mis manos sobre su estómago y acaricie con suavidad este, su estómago estaba algo cálido y cómodo.
Mis manos bajaron hasta su pantalón, empecé a acariciar su miembro por encima de la ropa; fue el mismísimo Louis quien desató su broche y bajo sus pantalones dejando expuesto a su miembro.
No sabía qué hacer, jamás había hecho algo, cerré los ojos con fuerza y tome la punta de su miembro con mi mano derecha, lo acaricie suavemente, baje con suavidad y volvía a subir, Louis colocó su mano sobre la mía y me guío para que lo hiciera con más fuerza, sus manos se colocaron en mis hombros incitándome a que me arrodillará y así fue.
Tenía su miembro en mi cara y no sabia que hacer,
Lamí la punta con cuidado y la succione, lamí todo su miembro, podía sentir como Louis se tensaba y su respiración se hacía más fuerte.
—Harry, metete a Louisito en la boca, vamos, joder. —me tomo del cabello e introdujo la mitad de su miembro en mi, sus caderas empezaron a moverse y daba vueltas en mi boca, introdujo más su miembro en mí.
Sentía que me estaba ahogando, podía sentirlo en mi garganta. Louis me tomo del cabello y me movía con más fuerza, yo solo accedía a sus movimientos y acciones.
Me alejo de su miembro.—Ya.. —hablo con un tono de voz ronco.
—¿Ya que? —pregunte. Sabía a lo que se refería, pero quería oírlo.
—Me iba a venir. —sus mejillas se acaloraron. Sonreí.
—Llégate para mí. —me acerqué, esperando que se terminara de tocar, sentía una pizca de curiosidad por el sabor, y esta era la hora.
Metí la punta de su pene en mi boca y luego sentí un chorro de un líquido espeso pasar por mi boca, se sentía caliente y su sabor era casi el mismo de la flema, pero un poco agrio y a la vez dulce. Era algo, deliciosamente desagradable.
