Mi vida pasaba de mal a mucho peor, no quería regresar a la escuela pero no siempre querer es poder.
Sentía una punzada en el pecho sin razón alguna; Louis.
No sé cómo rayos hizo para gustarme y adentrarse en mi cabeza en tan poco tiempo, pero cada vez que le pienso es una discusión con mi corazón y mi cerebro.
—Harry lo siento. —Hansel se sentó en el mismo banco que yo guardando espacio. —Pero me deje llevar.. —trono sus dedos. —Ni si quiera sabía que no eras gay. —una pequeña carcajada sonó y voltee a mirarlo. —Pero qué tonto fui; tampoco sabía si lo eras. —volteo y su mirada chocó contra la mía.
Asentí, no quería discutir con este chico, por lo menos no ahora.
—Regresemos a clases. —se colocó de pie y sacudió su trasero con las manos.
Yo negué con la cabeza, apreté los labios.
—Tomate tú tiempo. —lo vi alejarse con las manos metidas en los bolsillos.
Me coloqué de pie y empecé a caminar hacía la cancha de fútbol.
Patee una serie de veces una roca hasta llegar a mi destino, una brisa fresca danzo por mi rostro y me colocó el cabello en la cara.
Me senté en una de las gradas más altas muy distanciado a el terreno de fuego; fue entonces cuando le vi salir con aquel uniforme que remarcaba su bien formado trasero.
Él ni si quiera se percató en que había alguien más allí, cosa que agradecí.
Empezó a calentar, sonreí.
Me gustaba verlo, aunque no fuese de cerca, incluso verlo de lejos era como observar un majestuoso Ángel.
Habían pasado semanas enteras, no hablaba mucho con Hansel ya que él se integró rápidamente y tenía un grupo de amigos. Prefería estar solo, así nadie me llamaría gay ni me volverían a traicionar otra vez.
Cada vez que tenía la oportunidad iba a ver a Louis practicar, pero él no lo sabía.
En cuestión de estas semanas, ya tenía muchos escritos anotados en una libreta.
Regresé a casa un poco exhausto, hable con mamá, comí y subí a mi habitación, era viernes y aún así este día era aburrido.
Mi teléfono celular sonó; era un mensaje.
"¿Hola?
[Número desconocido]"
No quería contestar pero después de todo, no tenía más nada que hacer.
"—Hola.
*Mm ¿qué haces? —contesto.
—¿Quién eres?
*Si te digo me dejaras de hablar.
—¿Hansel? Jaja no te dejare de hablar, después de todo tu pene no se sentía mucho.
*Pero que mierd... No maricón no soy Hansel, que puto eres.
—¿He?
*Soy Louis."
Mi corazón palpitaba con fuerza, mis manos sudaban. Responde responde.
"—Ha.
*¿qué harás el lunes?
—Cosas que se hacen los lunes.
*¿Qué Hansel te la meta en los baños? (: ¿esas son tus cositas de los lunes? (:
La sangre me hirvió.
No bebé claro que no. –pensé.
—Sí (: —respondí. —Y de los martes, miércoles, jueves y viernes (:"
Nota;
Chicas comenten preguntas, se las responderé. Pregúntenme cualquier cosa🙈
