Parte 2 de 2.
Desperté envuelto a las sabanas, mi cuerpo estaba completamente pegajoso debido al sudor, me sentía asqueado y quería con urgencias un baño.
Apreté mis ojos para luego pestañear hasta adaptarme a la luz."7:00 am" me aviso mi celular con un destello de luz y vibraciones.
—Cariño, si te sientes mal puedes faltar otra vez. —Mamá apareció con una bandeja. —Te traje unas pastillas.
—No mamá, ya estoy bien. —No quería seguir mintiendo y si me gustaba o no; algún día tenía que verme otra vez con ese, no podía evadirle toda una vida.
Estaba por los pasillos de la escuela y muchas miradas se posaron sobre mi, escuche murmullos como "marica" y tonterías así, maldición.
Me aferré más fuerte a mi abrigo y entre a mi aula, esta estaba semi llena; la traidora estaba en los primeros puestos así que rápidamente opte por los del final.—¡Harry espera! —Natalie me tomo del brazo.
—¡Suéltame! —jalonee.
—Harry tenemos que hablar. —Me jaló.
—Yo no tengo nada que hablar contigo coño. Deja de joderme la vida, déjamela en paz. —La fulmine con la mirada, ella soltó su agarre y se rodó poco a poco hacia atrás.
Me senté en el último asiento, suspiré. Mi vida era tan normal hasta que apareció el jodido Louis.
Apreté mis puños y golpee mi frente con el frío pupitre.Alguien al lado de mi carraspeo la garganta. —¿Puedo sentarme aquí? —era un chico blanco, con cabello moca oscuro y facciones asiáticas.
—¿Tú eres? —hable secamente.
Subió su ceja. —Me llamo... —"¿Naruto?" Pensé o tal vez diría ¿Goku?
—Me llamo Hansel. —peino su pequeña melena moca.
—Como Hansel y Gretel. —bromeé.
Él soltó una leve carcajada. —Como Hansel y Gretel. —repitió divertido.
—Sí claro, siéntate. —me rodeé un poco abriéndole un nuevo espacio a mi lado.
Él llevaba un gorro negro, un suéter color café oscuro, jeans con leves rasgados en la rodilla y unas botas negras.
Se estiró un poco y vi una pequeña pulsera en su muñeca, tenía los colores del arco iris.—Linda pulsera. —le señalé, su cara se volvió roja y rápidamente tiro de su manga para cubrirse.
—M-Mmm —tiraba muchas veces de su suéter, creo que lo terminaría rompiendo. —S-sí como digas. —se notaba nervioso y se acomodó más en el asiento.
Suspiré pesadamente, volví a ver los cuadernillos que tenía en mi pupitre, empecé a hacer trazos raros con el marcador negro.
"Ojos color azul como el cielo,
Cabello castaño oscuro,
Sonrisa encantadora,
Voz chillona,
Un súper ego,
Así es Louis Tomlinson" —pensé."Labios sabor a malteada,
Labios finos y rosas,
Lunares en su clavícula,
Demasiado bajito,
Un gran trasero,
Un gran paquete que esconde entre sus..."—Y dígame señor Styles ¿eso es cierto? —el profesor de matemáticas me quedo observando. Miré a todos lados en busca de apoyo, aquí nadie sería mi apoyo.
Suspiré. —Sí, sí es cierto. —conteste no teniendo idea a lo que él se refería, la clase empezó a reír mientras el profesor se hacía el sorprendido.
—¿Entonces usted dice que 2x2 es 100? —el profesor me estaba golpeando con su pesada mirada. —Tome sus libros y sálgase de mi clase.
—P-pero yo..
—¡Afuera señor Styles! —gritó.
Resoplé, me coloqué de pie y tome mis cuadernillos. Caminé para salir de clase, no sin antes golpear con el hombro al estúpido profesor.
—Ni la próxima clase entra. —habló después de que golpeara su hombro.
—Váyase a la mierda. —susurre de espaldas.
—Ni la próxima clase ni esta semana, sí señor Styles deme la dirección de su casa para poder ir. —hablo demasiado serio. apreté mis ojos y supe que me escucho y eso de la dirección de mi casa es porque..
—¡Mi casa no es una mierda!
—¡Lárguese! —me empujó fuera de la clase y cerró de golpe la puerta.
Toda esta mierda es culpa de Louis.
Me senté en el jardín frontal de la escuela, era por donde todos teníamos que pasar para entrar; estaba solo, me senté en uno de los bancos."¿Por qué te pienso tanto?,
¿Será por qué te odio? O será...¿Por qué te amo?,
¿Por qué tú no me quieres?
Como yo posiblemente te quiero,
¿Por qué tú no me miras?,
Como yo posiblemente te miro,
¿Por qué tú no me piensas?,
Como yo en mi cama y hasta en la mesa" arroje la libreta un poco lejos de mí.¿Cómo me atrevía a escribir esas bobadas? Golpee mi frente con mi mano suavemente.