•El final se aproxima•
Tenía el corazón latiendo a mil, este era el momento que había esperado durante mucho tiempo, me lancé a sus brazos y bese suavemente sus labios.
—Sí Lou. —sonreí sobre sus labios antes de que el volviera a besarme.
Tenía mucho calor, intente cubrir mi rostro con las manos, el sol que salía por mi ventana empezaba a irrumpir aunque mis ojos estuviesen cerrado, mi cama se sentía seca y para nada cómoda, voltee y estire mi mano hasta sentir... ¿Arena? Abrí los ojos rápidamente, estaba en la playa de anoche, mierda, debí haberme quedado dormido.
Mire a mi alrededor hasta encontrarme con Louis a unos centímetros de mi.—¡Lou! —grite, su cuerpo se movía incómodo y se giró. —LOUIS DE MI VIDA. —grite un poco más fuerte hasta que sus ojos fueron abriéndose con fastidio.
Miro a su alrededor. —¡Mierda! —se colocó de pie lo antes posible y me levanto junto a él, se suponía que deberíamos estar en la escuela o peor aún, se suponía que deberíamos estar en casa.
La arena estaba caliente y quemaba mis pies, mi cuerpo ardía, dolía.
Caminamos hasta la motocicleta y nos subimos de rapidez, empezó a conducir muy rápido, empecé a arreglar mi camiseta, había olvidado hasta mis zapatos, debía tener la cara más adormilada del mundo.—Me van a matar. —susurre sobre el hombro de Lou.
—Moriré para irme contigo.... —su voz vibraba en su espalda y esa sensación me llenaba de tranquilidad.
Recorrimos un largo camino, nada más pensaba en el severo castigo que me iba a dar mamá.—Harry... Mmmh. —Louis detuvo mi mano antes de que bajara de la motocicleta. —¿y si le mientes a tu mamá diciendo que fuiste a la escuela más temprano de lo normal?
—¿y mi mochila allá arriba? Ella tuvo que darse cuenta. –reproche.
—Yo subiré, la buscaré. Mientras pasa el día podrás ir a casa y darte un baño. Luego regresarás a la hora que usualmente vendrías de la escuela. —Digamos que Louis sonaba muy inteligente.
—Esta bien, vamos. —subí a la parte trasera de su motocicleta mientras íbamos a casa de Louis.
—¿te demoras mucho? —pregunto Louis del otro lado de la puerta.
—Ya iré... —coloque un poco de shampoo sobre mi cabello y lo frote un par de veces.
—Harry vamos, date prisa o me tocará entrar por ti. —su voz empezaba a tornarse un poco más grave de lo normal.
—Ven por mí pues. —empecé a reírme, cerré los ojos mientras retiraba el shampoo de mi cabello.
Unas malos frías apretaron mis caderas y me obligaron ir hacia atrás.
—Buh. —Louis susurró en mi oído y toda mi espalda sintió una clase de corriente.
—Tonto.—intente cubrir mi cuerpo con mis manos, tenía vergüenza, mucha vergüenza.
—Déjame mirarte. —Louis me giro con fuerza, llevaba una playera blanca que había sido mojada por la regadera y unos short negro, mientras que yo estaba completamente desnudo. —Que lindo eres Harry por Dios. —Louis me miraba de los pies a la cabeza.