Louis no se dignaba ni si quiera a hablarme, le estuve observando durante mucho tiempo, no lo veía nada más que hablar con su nueva amiguita.
Esa chica me enfermaba hasta el alma.—¿por qué no se da cuenta lo mucho que lo quiero? —le observaba por la azotea, estaba sonriente. ¿Por qué no me ha buscado? ¿Solo quería "probármelo" y ya?
—Porque no te sabe valorar. —un chico de cabello rojo estaba sentado al borde de la azotea, su piel era muy pálida.
—¿Tú eres? —fruncí el ceño.
—Michael. —se balanceó un poco hacia mi. —Nice to meet you. –sonrío.
—Hola Michael, ¿hace cuánto estás allí? —me senté en la banca.
—Desde que mirabas sus ojos azules hasta su cabello perfectamente castaño. —se empezó a reír.
Fruncí el ceño. —¿La conoces? –observé a la rubia dar saltitos.
—Sí... —se colocó al lado mío. —Se llama Mitzy... —acomodo su cabello.
—Es una zorra.
—Es mi hermana. —su voz se volvió drásticamente grave.
—¡Es decir...
—Mentiras. —volví a respirar con normalidad.
—Me habías asustado...
—Es mi prima. —sonrío.
—L-lo siento... —agache la cabeza.
—Eres los celos hecha persona, ya veras. —empezó a carcajearse.
—¿Ya veré qué? —alce una ceja.
—Simplemente, ya verás. —se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la entrada.
—¡Hey Michael! –me fui de prisa detrás de él. —¿Qué pasará?
—Se paciente. —me guiñó un ojo y bajo las escaleras con prisa.
Me sentía más extraño de lo que me sentía, estaba JODIDAMENTE confundido, solo, y sin un posible amigo con quien pudiese hablar.
—Louis me vuelves loco Tomlinson. –deje mi cuerpo deslizarse por la pared hasta mantenerme sentado a orillas de las escaleras.Quizás le extrañaba. Bueno no era un quizás era algo totalmente cierto.
¿Por qué me sentía así por él? Porque simplemente estoy jodidamente enamorado de un niño lindo como ojos azules... Cabello castaño y sonrisa grande... Sonrisa que te derrite del alma hasta el cuerpo.Llegué a casa, con la cabeza gacha, mis hombros en alto y mis manos dentro de mis bolsillos.
—¿Qué tienes hijo? —mamá estaba sentada sobre una silla. Estaba picando unas verduras.
—¿Tú qué haces aquí? —fruncí mis cejas, ¿Mamá en casa?
—Cambie de horario en en trabajo, para poder pasar más tiempo con ustedes. –sonrío.
—Esta bien. —subí hasta mi habitación imaginándome golpeando a esa mal nacida.
Creo que soy un gay en todo el sentido de la palabra, porque solo de visualizarme mecheonando a la oxigenada me río de mí mismo.
—¡Harry vamos date prisa llegarás tarde a la escuela! –mamá golpeaba la puerta del baño.
Las gotas de agua nublaban mi vista y no tenía ánimos de levantarme de la bañera.
—¡Necesito entrar princesa! —Gemma empezó a gritar mientras pateaba la puerta.
Suspiré pesadamente y me coloqué de pie a duras penas, tome una toalla y envolví mi cuerpo en ella, cepille mis dientes con los ojos entre cerrados mientras mi cabello goteaba sobre mi cara.
—¡DATE PRISA! —ambas gritaban como loca, abrí la puerta para salir sin ni si quiera mirarle a la cara.
Desde que Louis tiene novia no tengo ánimos ni de vivir.
Me lancé a la cama, hundí mi rostro sobre la almohada.Di la vuelta observando el techo, blanco, como las nalgas de Louis.
–Deja de pensar en Louis. –me regañé mentalmente.
Llegue a la escuela, mi cuerpo pesaba y mis ojos ardían.
Creo que me enfermaré, habían pasado dos días desde que Louis no me hablaba, me enteré que pronto lanzarán su promoción para la graduación. Que es casi el mismo día de mi cumpleaños.
Louis estaba hablando con su fan común amiga, la rubia me miró sobre los hombros de Louis.
Fruncí el ceño. ¿Qué tanto me mirará esa zorra?
Sonrió. ¿Me esta sonriendo a mí la mal nacida? Bufé.
Es increíble ver cómo pasó todo lo que pasó.
Metí mis manos en los bolsillos y me adentré rápidamente a la escuela, fui directamente a la aula. No quería hablar con nadie, me senté en una de las últimas sillas y apoye mi cabeza sobre el pupitre.
Descanse mis manos en los lados, mis dedos tocaban la madera hasta que me encontré con una bolita de papel, estaba tan aburrido como para verla.
"Sabía que tomarías este asiento ¡Gracias destino! –añada risa dramática– va, Harry, sí; esto es para ti Harry Styles, tengo un asunto demasiado importante que hablar contigo y algo que entregarte. Pero vamos, diversión ante todo. Sigue las pista.
Pista número 2: en el campus."Me puse de pie; pero inmediatamente el profesor llego.
—¿A dónde va Styles? —colocó su bolso sobre el pupitre.
—Mmm... –observe el campus por la ventana. —A sentarme señor. —me senté.
—¿Tus libros? —observó mi pupitre.
—¡Los olvide!... —observé mi pupitre. ¡Los había olvidado!
—15 minutos, rápido. —me sonrió. ¿He?
No le tome importancia a la muy extraña actitud del profesor y apresure mi camino hacia el campus.Sudor, mi cabello pegándose sobre mi rostro, más sudor, sol en mis ojos, calor.
Espero que esta condenada charla con el desconocido valga la pena.
Mire sobre la cancha, nada.
Sobre algunas gradas, me pareció ver un globo rojo. ¿A caso era esa la pista?
Camine hasta los globos rojos; apresurándome.Efectivamente decía con marcador negro "pista 2" lo alce hasta llegar con el final de un papel.
"Qué curioso eres; llegaste hasta el campus solo para salir de tus dudas. Bah, ¿recuerdas que pasó en los baños de este campus he?, "lengua floja" ^~^, la tercera pista está... "Un lugar alto, apartado, donde grandes encuentros allí han pasado, por ejemplo aquel suceso inesperado, con tu maldita asiático amado" —Louis tu papi rico."
Mi corazón bombeo; no estaba enojado, estaba muy feliz... NO ¡estoy enojado! Y ¡feliz! Y ¡Enojado!
Empecé a caminar hacia la escuela nuevamente, abrí mi casillero y saque mis libros.En el cambio a la segunda clases intentaría adivinar la tercera pista. ¿Un lugar alto?, ¿mi habitación?