Nueve.

20.7K 2K 737
                                    

Di un pequeño beso en sus labios, donde solo hacíamos presión, labio contra labio. Se separó de mi de una forma abrupta empujando mi cuerpo levemente hacia atras mientras el se balanceo sobre la mesa tirándo el café sobre mi abdomen.

-Ahhh mierda.- gemí en un gruñido frunciendo mis labios.

Dolor y ardor era lo que sentía.

Me puse de pie de forma inmediata y cuando ya iba al baño, la chica de la barra se acercó a mi con un paño poniéndolo bajo mi sudadera.

-Oh Yoon Gi.- se lamentó Jimin.

Mientras se paraba con una mano cubriendo su boca.

-Si se quiere vengar de su ex esposo, no le derrame café hirviendo sobre su abdomen es muy peligroso.- murmuró secando mi sudadera.

La cara de Jimin cambio a una de enfado y vergüenza.

-¿Que te importa a ti?.- le preguntó molesto.- y deja de tocarlo.- gruño poniéndose en su lugar.

Se arrodillo poniendo el paño frío donde el color rojo predomina.

Lo admito es mucho más tentador tener a Jimin arrodillado frente a mi que a la linda chica.

-No seas grosero Jimin.- gruñi yo.

La chica bajo la mirada y suspiro.

-Vayan a la parte de atrás, ahí puedes poner una pomada en su abdomen para que el dolor pase.- hablo fría.

Jimin y yo asentímos. Caminamos en silencio hasta un cuartito lleno de casilleros y una banca lagar en el centro.

Quizás aquí es donde se cambian de ropa.

Nos entrego la pomada y no dude en quitarme la sudadera con ella presente.

-No lo mires.- susurro Jimin para el.

Con su ceño fruncido como un lindo gatito.

-Yo no estoy para esto.- afrimo la chica saliendo del lugar.

Encare a Jimin apenas la muchacha salió.

-Jimin no puedes ser así con la chica, no tenías que faltarle el respeto.- le gruñi.- ella no a hecho nada malo.- le dije en su defensa.

El frunció el ceño.

-¿Le falte el respeto a alguien?.- preguntó enojado.- no.- murmuró entre dientes.

-¿No?.- pregunte pasando mi mano por mi cabello.- Jimin por dios las has tratado mal desde que llegamos aquí.- murmure molesto.

Vi si rostro rojo de furia.

-¡Bien defiende a esa chica!.- explotó.

Tomé sus brazos teniendo cuidado con su muñeca mala.

Lo acerque a mi para que se calmara.

-¿Por qué te molesta tanto la muchacha?.- le pregunté mientras apretaba su cuerpo aún más a mi.

El roce de su ropa hacia arder mi abdomen quemado.

El abrió y cerró la boca buscando alguna respuesta. Luego de unos segundos la soltó.

-Bueno la forma en la que te mira.- murmuró inseguro.

-Eres un tonto Nimin.- reí mientras soltaba mi agarre.- ¡Esa chica ni siquiera me a mirado de una forma indecente!.- le grité.- y aparte es mucho menos pervertida que tu enfermera.- solté ya totalmente enojado.

-Y-yo no.- tartamudeo en un intento de defensa.

-Solo dame la pomada.- pronuncie algo irritado.

Viviendo con mi ex esposo -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora