veintiocho.

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Narrador

La semana de YoonGi habia sido una completa mierda.

No había ido a su casa después de que vio a Jimin en el lago.

Dándole fin a su relación de 15 años.

-Hey, Hyung.- Nam se tiró al lado del sofa de Yoon Gi.

El cuál miraba atento la TV.

No recibió una respuesta.

-¿Estarás asi por toda tu vida?.- cuestionó un poco más irritado.

Yoon Gi lo miro unos segundos a sus ojos y se vio reflejados en ellos, su barba esta crecida y su cabello grasiento.

Estaba del asco.

Y habia comido 2 veces un poco de ramen en toda la semana.

-Quizás.- susurro.

Su voz sonó ronca y rasposa por el hecho de que lloraba la mayor parte de tiempo y no hablaba mucho.

-Ya se que lo de Jimin es difícil de superar pero vamos, eso te lo ganas por estar de mujeriego con el otro chico.- Nam se cruzó de brazos molesto por la estúpida actitud de su amigo.

-No se lo que me pasa.- susurro con su voz débil.- Tengo unas inmensas ganas de ir a la casa de Jimin y decirle que lo amo, que me perdone.- aclaró su garganta.- pero siento un inmenso deseo que estar con jungkook.- restrego sus ojos mientras las lagrimas amenazaban con salir.

Nam parecía reflexionar las palabras de su amigo.

Se puso de pie sin decir nada y tomo unas plantas que estaban al lado de una ventana.

Una hermosa rosa y un verde cactus.

-Escoge una.- ordenó dejandolas sobre la mesita de centro.

Yoon Gi estaba confundido, pensó que su amigo ya le había afectado la cerveza que bebieron.

Pero de igual forma lo hizo.

Escogió el cactus.

-¿Por qué escoges el cactus?.- pregunto Nam.

Yoon Gi alzo sus hombros.

-Por que el nunca se marchitara, estará siempre ahí, necesitando solo un poco de mi ya que el se cuida solo.- y en su mente solo podía recordar a Jimin.

-¿Por qué no la rosa?.- volvió a cuestionar.

-Esta en algún momento se marchitara y no quedará rastro de ella.- y Yoon Gi pensó en Jungkook.- el cactus me dará unas hermosas flores.- acaricio las pequeñas flores que estaban sobre su cactus.- pero me es difícil decidir por quién.- se jalo su cabello.

Nam le dio un moneda.

-Lanzala al aire; si cae de cara, te vas con Jungkook pero si cae de sello vas y buscas a Jimin le ruegas por su perdón hasta ya no más poder.- puso la moneda en la palma de Yoon Gi.

Este la lanzó, mientras esta giraba en el aire en su mete solo rogaba por que callera de sello.

Sello.

Solo deseaba que la moneda cayera en sello.

Y en ese mismo instante se dio cuenta de lo que realmente quería.

Estar con Jimin hasta la muerte.

Corrió hacia la puerta sin ver el resultado.

-¿A dónde vas?.- preguntó Nam tomándolo del brazo.- Son casi las 2 de la mañana.- Yoon Gi se safo de su agarré.

Viviendo con mi ex esposo -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora