Viviendo con mi ex esposo -Editando-

Catorce

Un grito femenino interrumpió mis sueños, sentí la cama undirse a mi lado así que decidí abrir mis ojos y Jimin estaba sentado sobre esta mientras restregaba sus lindos e hinchados ojos.

¿Pero qué mierda?

-¿Qué sucede?.- le pregunté adormilado con mi ceño fruncido.

-No lo sé.- susurro bostezando y tapando su boca con sus pequeñas manos.

-¿Lo escuchaste también?.- cuestione sentandome yo sobre la cama.

-¿N-no fue una pesadilla?.- pregunto temeroso con sus ojos más abiertos de lo habitual.

Tan lindo.

Sentí mi corazón derretirse por lo extremo de su ternura.

Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente.

Recordé a la chica que hice subir al automóvil.

-Vamos a ver.- dijo el corriendo hacía la puerta.

Vi como se armaba de valor.

Antes de que pudiera decirle algo, él ya estaba afuera. Solo lo seguí y lo vi detenido en el pasillo.

-Tú.- la apunto.-¿qué haces aquí?.- su voz sonaba un poco dura.

Ahí estaba la muchacha con su cabello todo desarreglado, su maquillaje corrido, el color morada ahora estaba un poco más intenso que la noche anterior.

La chica se veía horrible.

Ella abrió sus ojos.

-¡Yo debería hacer esa pregunta!.- grito histérica.- ¿Qué mierda hago aquí?.- preguntó.

Mi cabeza va a explotar y esta niña grita.

Jimin frunció aun más el ceño.

El dolor de cabeza me atacaba. Si bien no había bebido mucho el ambiente de ese pub te deja realmente cansado.

Bufe girandome con sueño directo a la habitación.

Estaba realmente cansado.

-¡Tu no vas a ninguna parte!.- me grito la chica.

Me giré con una ceja alzada.

Nadie me grita.

Solo Jimin y mis hijos.

-¿Acaso me has gritado?.- pregunté acercándome a ella.

Sentí la mano de Jimin en mi brazo y me calme un poco.

Sabe que siempre estoy de mal humor en las mañanas.

Mi mirada se endureció.

Ella me miró un poco asustada.

-Te recogí de la calle antes de que te violaran o te mataran, ¿Y tu me vienes a gritar en mi casa?.- cuestione algo molesto.