Veinte

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-Iré a cambiarme.- dijo Jimin apartando mis manos, de su ya semi desnudo cuerpo.

Sonreí y golpee su trasero.

Fue hasta el baño y yo me quedé sobre la cama.

Me quité la sudadera y el pantalón.

Un celular vibró.

Miré sobre la pequeña mesa de noche y era el celular de Jimin.

Lo mire intensamente y otro mensaje llego. Estire mi mano para tomarlo, pero algo en mi no quería que lo hiciera.

Respiré ondo y lo sostuve en mis manos.

Contraseña.

¿Contraseña?

Suspire.

Solo confía en el Yoon Gi.

Deje el celular sobre la mesita y terminé de quitarme la ropa.

Pasaron 6 minutos más y yo seguía sentado sobre esa cama.

Mi ereccion se estaba desvaneciendo pero al verlo frente a mis ojos vistiendo esas ropas hizo que mi corazón se exaltara al tal punto que pensé que se saldría por mi boca.

La falda corta dejaba lucir sus hermosos muslos desnudos. Me tomo un par de segundos asimilar que no llevaba ropa interior y eso prendió un fuego en mi interior.

-Ven aquí.- dije golpeando mis muslos.

Al alzar su vista chillé de la impresión.

Tenía sus labios rojos y sus pequeños ojos estaban delineados con una tinta negra.

Se ve jodidamente seductor.

El caminó hacia mi y se sentó sobre mi pene.

Suspire.

-Mierda jimin.- dije acariciando su rostro.

El comenzó a mover su pelvis en círculos intensos donde mi pene rozaba su entrada.

Estaba jungando conmigo.

Un tortura horrible.

Gemi.

Se recostó sobre mi y metí mi pene de golpe en su interior el cual estaba humedo.

-Ahg jimin.- suspire.

El plecer corría por todo mi cuerpo aun que no nos estuviéramos moviendo, se sentía realmente bien.

Jimin comenzó a dar pequeños saltos sin coordinación alguna pero eran realmente placenteros.

Pequeños gemidos un tanto femenino salían de su boca.

Sus movimientos iban más rápidos mientras yo elevaba mi pelvis contra la de el para meterme hasta el fondo.

Sentía sus paredes apretar mi pene y eso me estaba volviendo un poco loco.

Veía como el sudor corría por su frente y el maquillaje se le corría levemente.

Tan excitante.

De tuve sus movimientos y lo recorte en su cama, bese sus labios apasionadamente mientras introducía lentamente mi pene en su cálido interior.

-Ahh.- un jadeo salió de sus labios mientras elevaba su espalda.

Me introduje completamente en el y mire su rostro, el delineador negor corría por sus ojos gracias al sudor.

Su labial rojo estaba corrido y sonreí.

Yo también tengo de ese labial.

Sonreí mientras mis embestidas iban más rápido.

Viviendo con mi ex esposo -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora