-Chicas, arriba.- susurró Lucia sacudiendo a Paula, quien roncaba como un oso en su cama.
-Mh. No.- se quejó la recién nombrada.
Lucia se acercó a Lourdes y la sacudió energéticamente.
-¿¡Que mierda queres!?- gritó ella sentándose rápidamente.
La chica retrocedió dos pasos y luego rió.- Te olvidaste tu tarjeta en el auto de mi primo, y venimos a buscarte para ir a pasear. Bah, él vino, yo estoy acá porque Luci me va a enseñar a maquillar.
Lou tardó unos minutos en asimilar las palabras de la chica, y otros mas para correr al baño y encerrarse.
-¡Decile a Lucas que ya bajo!- gritó desde ahi.
Lucia asintió y se retiró hacia la planta baja, allí ya la mayoria estaba desayuando.
-¿Que le dijiste para que se levante?- preguntó Ari riendo.
-Que Lucas la esperaba abajo.- respondió Lu con una sonrisa inocente.
-Pobre Lou, si se acordara de que el cholo esta en Rosario.- río Cande G negando con la cabeza.
Las dos puertas del ascensor se abrieron llamando la atención de todas; Candela y Nicolas salieron de la caja de metal con grandes sonrisas en sus labios. Se los veia bien.
-¿Estas son horas de llegar?- musitó Lucila despues de afirmar en su reloj que eran las 4 pm clavadas.
-Cerra el culo. ¿A que hora es el clasico?- preguntó Ari todavia con el dolor de cabeza presente.
-Siete el de Avellaneda y nueve juega River en Rosario.- informó Agus apareciendo en escena.
-¿Dormiste bien?- preguntó Flor, quien era la mas delicada de todo el grupo.
-Si. Mejor imposible.- le sonrió de vuelta la recién llegada.
Bri bajó pocos minutos después, ya lista para salir con su macho.
-¿A dónde vas?- intervino Evelyn su salida.
-Leo me espera abajo, vamos a tomar algo.- sintetizó y salió de ahí lo antes posible.
Las demas, junto a Nicolas, se acomodaron en el comedor para empezar una ronda de mates mientras veían el partido de Banfield.
-Es un pecho frio, no lo banco.- insultó Lucila a Giovanni, logrando que todos rian.
Fue mientras veian en clasico de Avellaneda que Cubas irrumpió en el pent house buscando a Antonella, pero ninguna de la chicas tenia señales de ella desde la noche anterior.
-¿Y con quién se fue de la quinta?- preguntó el chico con indignación.
-No se, no me acuerdo. Era un auto blanco.- respondió Agus.
-Creo que con Driussi, porque los vi hablando en la vereda y después a ninguno de los dos.
El jugador sacó su celular y buscó el contacto de la correntina para llamarla; comenzaba a desesperarse en el cuarto tono, hasta que respondieron.
-¿Quien es?- una voz masculina habló del otro lado.
-¿Seba?
-Si, ¿quien habla?
-¿Donde esta Antonella? Y, ¿que haces vos con su celular?- atacó después de poner el altavoz.
-Se esta duchando. ¿Quien sos?
Cubas cortó la llamada sin mas, giró y observó atentamente al grupo de personas que tenía en frente.
-Esta con Seba, debe estar bien.- informó antes de caminar hacia la salida.
-¡Andy!- gritó Luci yendo con él.
La santafecina logró entrar justo cuando las puertas del ascensor se estaban cerrando, lo miró y sólo eso bastó para entender que la estaba pasando mal.
-¿Queres ir a caminar?- preguntó mirándolo con pena.
-Dale.- le respondió sin mas.
Los dos salieron del edificio y comenzaron a caminar en dirección a la costanera.
-Si te gusta Anto, ¿por qué no se lo decís?- preguntó recostándose por la baranda.
Él la imitó y suspiró antes de hablar.- Se lo dije, pero a ella le gusta Seba, ¿que voy a hacer?
-Separarlos.- alzó los hombros.
Adrián rió.- Hablo en serio.
-No te estoy jodiendo. Seba está de novio, y todos sabemos que él prefiere a Ana sobre Anto y que aun asi la ilusiona, pero ella se merece algo mejor; hazle saber que eso "mejor" sos vos.
El jugador tardó unos minutos para volver a hablar.
-Puede que tengas razón.- murmuró sonriendole.
-Siempre la tengo. Ahora cambia la cara y vamos a comprar unos batidos al Mc.
Él asintió y volvieron a caminar hacia el conocido restaurante.
[...]
-¡¿Como me vas a decir que hoy cenamos con tus viejos dos horas antes?!- gritó Evelyn con histeria.
Cristián rió tirando su cabeza hacia atrás.
-Fue todo muy rápido, quiero que se conozcan así que vas a venir conmigo.
-¡No tengo que ponerme! ¿Vos estás loco? Si, estas en pedo, ¡no me podes hacer esto!
Ella siguió gritando por todo el living mientras Candela y Nicolás los miraban con gracia.
-¡Eve! Sos hermosa aunque te pongas una sabana encima, haceme el favor y calmate.- gritó Candela subiendo los pies sobre el regaso de su novio.
La mayor del grupo los miró mal y corrió escaleras arriba, tenia menos de dos horas para encontrar algo decente y arreglarse.
Flor, Rodrigo y Agus entraron al pent house con las manos llenas de bolsas, obviamente ni la pareja presente y mucho menos Paula y Ari se levantaron para ayudarlos.
-¿Que comemos hoy?- preguntó la enana desde el sillón.
-Fer dijo que hoy comemos pizza.- informó Betancur volviendo al living.
-Ah, piola.
Los siete se acomodaron para empezar a ver el partido de River, antes de que comenzara Lou, Lucia y Eve bajaron las escaleras en dirección a ellos.
-¿Pichy?- preguntó la mayor.
-Te espera abajo, callate.- vociferó Cande atenta al partido.
Ella le tiró un almohadón y se dirigió al ascensor, mientras que el otro par se sentaba junto al resto del grupo.
Tobio hizo presencia en el lugar unos minutos después, obligando a su novia a levantarse para comenzar a cocinar.
-¡Veinte años tenes Ari, no puede ser que no puedas controlar la masa!- gritó el defensor alzando los brazos.
Ella rió.- No seas dramático, hagamos otra.
-Claro, mientras tanto comemos a la hora que quieran.- musitó Lucila desde la sala.
La pareja tuvo que volver a hacer otra masa y después ponerlas al horno, casi dos horas después pudieron comer.
-¿Vienen a Colombia?- preguntó Nicolás después de tomar un buen trago de agua.
Lou negó.-Seguramente vayan las encargadas de los uniformes.
Era casi media noche cuando ellos seguían viendo la previa del partidazo que jugaron River y Central, hasta que el intercomunicador los interrumpió.
-¿Quien es?- preguntó Ari después de haber apretado el botón.
-Soy Milena. Tengo que hablar con ustedes.
-¿Mile? ¿Que haces acá?- volvió a preguntar con asombro.
-Dejenme subir y les explico todo.
Ari suspiró y esperó la autorización de sus amigas para dejar que suba, cuando la obtuvo, dio la orden.
Al parecer tendrían una nueva huésped.