Noviembre, 24. Edificio de Puerto Madero.
// Luci //
Todas nos encontrábamos en el pent house realizando la última prueba de vestuario para el casamiento de Candela, quien estaba sobre la mesa del living luciendo el hermoso y carisimo vestido que había elegido para su día especial. A mi alrededor las demás se encontraban rodeadas de estilistas que buscaban hacer sus mayores esfuerzo para dejar a las importantes botineras conformes.
Sonreí al verlas, se veían realmente felices y eso provocaba que mi pecho rebose de alegría sabiendo que las cosas por fin se estaban acomodando entre nosotras.
Los últimos meses habían sido demasiado complicados, sobre todo cuando las propuestas de trabajo en el exterior comenzaron a concretarse, y aunque nos duela sabíamos que no podíamos dejar pasar tales oportunidades.
El casamiento de Nicolas y Candela fue un buen motivo para quedarnos en el país y partir recién el mes siguiente, pero la llegada por adelanto de Juan Martin hizo que reprogramemos todo hasta comienzos del 2017.
Juan Martin Erbes nació hace apenas dos semanas, con unos hermosos ojos azules y enormes cachetes, era la alegría del lugar junto al pequeñin que crecía en la panza de Lourdes. Todas estábamos felices por ellas, habían logrado comenzar a formar una familia con las personas que siempre quisieron y triunfar en sus trabajos como nutricionista y periodista deportivo.
Las demás estaban bien con sus noviazgos, tanto como se puede cuando sos novia de un jugador y estas en boca de todos al mínimo problema, pero uno verdaderamente se acostumbra a lidiar con ello.
El sonido del intercomunicador me saco completamente de mis pensamientos, caminé allí y di la orden para que Nicolas y la gente del catering comiencen a subir.
-Anda a cambiarte, no te puede ver así.- ordené a mi amiga, quien comenzó a subir las escaleras con cuidado de no pisar el vestido.
Caminé hasta Eve y cargue al bebé en mis brazos para dejar que vaya a cambiarse, al tiempo que Pichy y Nico entraban al lugar.
-¿Como esta el bebé mas hermoso del mundo? ¿Me extrañaste, mi amor?- preguntó con un tono gracioso a la criatura que apenas mantenía los ojos abiertos.
-¿Cande?- interrogó Nico a metros de nosotros.
-Se esta...
Me vi interrumpida por el grupo entero bajando las escaleras hasta terminar tiradas en el sillón.
-Mi amor.- saludó Cande a su prometido.
Él sonrió en su dirección y la envolvió en sus brazos.
-¿Todo bien en el club?- preguntó Anto alzando una ceja.
Pichy asintió desde el sillón individual donde jugaba con las manitas de su hijo.
-Lo mismo de siempre. El Guille no se cansa de cagarnos a puteadas.
-Y así y todo no dejan de jugar como el culo.- se burló Ari desde su lugar.
Pasamos la tarde probando distintos platos principales, entradas y postres, todas queríamos asegurarnos de tener lo mejor para el casamiento, mientras que los muchachos solo tenían hambre.
Todos decidimos salir a cenar a un restaurante de la zona horas después, siendo una de las ultimas noches que tendríamos juntos antes de partir.
En el lugar nos esperaban Andy, Rodri, Leo y De Paul, mientras que los demás venían en camino desde quien sabe donde.
-¿Gio?- preguntó Cubas después de sentarse a entre Anto y yo.
-No sé. No hablamos hace dos semanas, pero supongo que esta bien.- alce los hombros con desinterés.
La conversación tomó otro rumbo cuando Agustina entró al lugar de la mano de Tobio, formalizándose así un noviazgo que venia hace meses.
-Ya era hora.- escuché a Jara burlarse mientras saludaba a su ex compañero de equipo.
-Que raro verte por acá.- musitó Bri sentada a un lado de su novio.
-Nos dieron vacaciones en Brasil, y no tenia pensado otra cosa que venir a ver a mi novia.- sonrió como idiota cuando sus ojos encontraron los de Agus.
-Bueno, vamos a sentarnos a comer porque me cago de hambre.- interrumpió Gonzalo, quien había tomado una confianza increíble con todas nosotras; en especial con Ari, con quien también llevaba una relación de un poco mas de dos meses.
-Voy a extrañar noches así.- habló Flor, la cual estaba alistando sus maletas para partir a Italia los primeros días de Enero.
-No nos concentremos en el futuro que nos espera, disfrutemos el ahora. Juntas, como siempre.- propuso Lourdes desde la punta de la mesa.
-Brindemos. Por nosotras, por el hoy, por lo que viene y porque nada nos va a poder separar, mucho menos la distancia.- Ari alzó su copa y todos la imitamos.
Esa noche todas nos preparábamos para comenzar a cerrar una etapa con muchas sorpresas, pero no nos imaginábamos lo que nos deparaba éste ultimo mes.