-Arianna, me llamó cinco veces, atendele el teléfono ya.-Pidió Lucila cansada de las constantes llamadas de Matias.
La enana negó, no pensaba atenderle el celular en un largo tiempo.
Lou suspiró profundamente.-Bueno, son las siete de la mañana, calmense.
-¿Por que tiene que empezar la pretemporada justo hoy?-Se quejó Cande desde su lugar en el auto.
-Preguntale al horrible de Arruabarrena.-Respondió Anto.
-Bueno che, por lo menos vamos a tener tiempo con nuestros machos.
Todas miraron a Valentina con una ceja alzada.
-Vos vas a estar con tu macho, nosotras vamos a laburar porque últimamente con esto de gastar y gastar no nos esta yendo muy bien...-Objetó Lou.
-Aguanta. Tampoco así, va a ser piola trabajar con Boca.-Trató de animar Cata.
Las trece llegaron a Casa Amarilla media hora después, un poco antes que todos los jugadores.
-Buenos días, chicas.-Saludó el jefe de todas, quien les dictaría las órdenes durante las próximas semanas.
-Buenos días Martín.-Sonrió apenas Bri, todavía con la resaca apoderada de su cuerpo.
El hombre de cuarenta años les repartió a todas los uniformes que usarían: short azul y musculosas azules con lineas amarillas.
-Son re lindas.-Comentó Ari sonriente.
Luego de eso, las mandó a vestirse en uno de los vestuarios que tenia el complejo, cuando estuvieron listas fueron a ver cuales serian sus tareas.
Ari, Luci, Cande y Anto se encargarían de que los elementos que usan en las prácticas estén en su lugar antes de comenzar y recogerlos al finalizar.
Bri, Aldi y Lou serian quien ayuden en la cocina, ya sea con la comida o la limpieza del comedor y lo utilizado por el grupo.
Cande 2, Cata y Flor trabajarían junto a los encargados de utilería, estampando las camisetas para los amistosos o simplemente de entrenamiento.
Mientras que Eve, Valen y Pau estarían a cargo de mantener los cuartos de los futbolistas limpios y "en condiciones".
-¿Cocinar? Me tienen que estar cargando.-Volvió a quejarse Aldana en cuanto supo de su tarea.
-Por lo menos vos no tenes que limpiar el desastre que van a hacer.-Murmuró Eve totalmente decepcionada.
-Bueno chicas, esperaremos la llegada de los jugadores para partir juntos a Cardales. Me tengo que ir, nos vemos.
Apenas el jefe de todas cruzó la puerta, sus sonrisas finjidas se borraron, siendo reemplazadas por muecas de asco.
-No pienso lavar un sólo plato, la manicura no es gratis señores.-Objetó Lourdes.
-Hey, hey. Que no decaiga, vamos a trabajar para el club que amamos y encima nos pagan, no desaprovechemos esto.-Trató de animarlas Anto, pero a ella tampoco le hacia ilusión tener que cargar los conos y pelotas que usarían en cada práctica.
A las 9 a.m en punto, la salida del complejo se llenó de gente que esperaba ver a los jugadores, mientras que ellos ya estaban reunidos en el hall principal aguardando por los colectivos.
Por su lado, las chicas hablaban entre si sobre como cambiaron los futbolistas desde la ultima vez que los vieron, o de que tan lindo era uno o que tan feo era otro. Se divertían, y eso que recién estaba empezando todo.
-Bueno chicos, llegaron los micros; en el oficial suben los jugadores, utilería en el común. Hasta Cardales hay una hora así que no se entretengan mucho.
Cuando el hombre de traje terminó de dar las indicaciones, todos se dispusieron a salir.
-Apa, que interesante va a ser esta pretemporada con los nuevos utileros.-Rió Erbes cuando Eve pasó delante suyo.
-Apa, que boludos nos levantamos hoy...-Contraatacó ella.
Cristián subió al micro con las risas de sus compañeros detrás, se ubicó al lado de Carlitos para comenzar a hablar sobre las "buenas nuevas": las trece chicas que estarían cerca todo el tiempo.
-No se, la mas chica de todas está mas buena.-Objetó Cubas riéndose.
-Nah, ¿ustedes vieron a la que me habló? Esta re buena.-Rió Fernando haciendo énfasis en el "re".
-Nada que ver; la de ojos claros, Flor creo, esa si es linda.-Siguió Bentancur.
-No se para que se molestan, ninguna les va a dar bola.-Pavón se burló de ellos.
Sin hacerle caso, siguieron hablando del grupo hasta que el capitan puso orden apenas llegaron al hotel.
-Ah no, es enorme.-Habló Cande 2 apenas observó la habitación donde ellas se quedarían.
-Y si, tiene que ser grande para trece pibas.-Rió Luci.
Todas se acomodaron en las camas y cuchetas para después salir al recorrer. Eran apenas las once cuando fueron llamadas al comedor del lugar, ahí estaba todo el plantel y cuerpo técnico.
-Intimidan.-Murmuró Ari al ver que eran el blanco de todas las miradas.
-Bienvenidas chicas.-Escucharon la voz del DT, y a pesar de haberlo puteado tanto, en ese momento sintieron el respeto que él imponía.
Anto fue la primera y única en hablar.-Gracias, por la bienvenida y por permitirnos trabajar con su equipo.
Luego de eso, todas se ubicaron en una mesa alejada de los futbolistas, quienes miraban a cada una sin descaro.
-¿Todo bien?-Preguntó Calleri acercándose con una manzana en la mano.
-Aja, dentro de todo.-Le sonrió Valen.
-Eh, bueno, nosotras nos tenemos que ir...-Se apresuró a hablar Lucila.
Las trece restantes abandonaron el lugar poco después de que todo el equipo lo haya hecho. Fueron a parar en el patio que tenía el hotel, y mas lejos podían observar el predio donde entrenarían los futbolistas.
-Cuesta creer que estamos acá...-Rió Ari.
Bri asintió.-Mal, ¿quien iba a decirlo?
-Le debemos las gracias a Kichan, laburito que nos consiguió.
Todas asintieron ante las palabras de Lou.
-¿Que hacen acá paradas? Dale, caminen, hay que bajar todo lo que vamos a usar del camión.-Intervino la voz del jefe.
-Bienvenidas al verdadero laburo.-Murmuró Flor mientras caminaban hacia la entrada.
[...]
-Bueno, por lo menos no entrenan a las 7 de la mañana.-Suspiró Ari apoyando la cabeza en la almohada.
-Buenas noches chicas. Ya vienen las mejores.-Murmuró Eve.
-Buenas noches.-Musitaron las trece restantes al unísono antes de cerrar los ojos y dormirse.