El martes fue un día clave para el grupo, pues habían decidido firmar el contrato esa misma tarde, y a la vez realizar el primer pago.
-Un placer hacer negocios con ustedes.- sonrió Diego juntando sus papeles.
-¿No te quedas a almorzar?- preguntó su hermana caminando con él hasta el ascensor.
-No, tengo que arreglar unas cosas del viaje. Te llamo despues, nos vemos.- le besó la frente y desapareció tras las puertas de metal.
-¿Que va a pasar con sus trabajos en La Boca?- preguntó Lucia, quien había pasado la noche ahí.
-Vamos a tener que renunciar, no podemos dedicarle medio tiempo a la Academia si queremos que nos deje ganancias.- musitó Anto.
Cata asintió.-Anto tiene razón chicas.
Las once empleadas de Boca estuvieron de acuerdo con eso; excepto Eve, quien tenía una paga demasiado buena como para renunciar, y sus amigas consideraron justo que ella permanezca ahí.
-Cuando empiecen las clases, las de turno mañana van a la tarde a la Academia, y las de turno tarde se encargan de las horas matutinas. Creo que, al ser la mayor, Eve debería ser la directora.- vociferó Ari con su Vladimir en brazos.
-¿Y las demas que hacemos?- preguntó Pau.
Luci sacó una hoja y lapicera para anotar las posiciones de cada una.
Cande se aclaró la garganta antes de hablar.-Bien; Anto y Luci pueden encargarse de anotarnos en torneos de distintas categorias, Flor y Agus pueden ser las reclutas, quienes se encargan de convencer a los papás de que somos la mejor opción.
-¿Por qué yo?- musitó Florencia.
-Sos un pan de Dios, Flor. Cualquiera confiaria en vos.- rió Mile.
-Sigo. Pau, Cata y Cande G pueden ser las secretarias, quienes manejan los teléfonos y el papeleo del lugar. Mile, Ari y yo estaremos en fútbol femenino.
Eve la interrumpió.- No tiene fútbol femenino.
-Bueno, lo va a tener a partir de ahora.- sonrió.- Bri, Lou y Lu van al departamento de prensa, todo lo que sea promoción, todos y demás.- finalizó.
Una vez contentas y satisfechas con sus lugares de trabajo, todas se dedicaron a no hacer nada, como siempre.
El celular de Lucia interrumpió la película que estaban mirando atentamente, era su primo pidiendo autorización para subir.
-¿Por qué tu primo sabe nuestra dirección?- preguntó Ari poniéndose de pie.
La chica alzó los hombros restándole importancia.
Lucas Alario apareció en escena pocos minutos después, con el rostro cansado pero una linda sonrisa de dejaba ver en sus labios.
-¿Ya me venís a buscar, papá?- se burló Lucia haciendo que las demás rían.
-No, ni en pedo.Vengo a buscar a Lu, vamos a tomar algo.
Apenas finalizó la oración, la recién nombrada entró a la sala ya lista para irse.
-No vuelvan tarde.- advirtió Eve tratando de parecer responsable.
No pasaron ni dos minutos en silencio cuando el grito de Brisa hizo que todas peguen un salto.
-¡Gonzalo viene a Argentina el miércoles!- gritó cual fangirl al enterarse que su boyband favorita pisaria el país.
-¿Me estas cargando? ¡Boluda tenemos que ir!- Ariannna acompañó sus gritos.
-¿A dónde viene?- preguntó Candela tras poner pausa al film.
Bri volvió a desbloquear su iPhone y leyó el anuncio.- En el hotel de acá cerca, va a estar haciendo presencia en el Mc de Puerto Madero y se va el sábado.
Ari aplaudió con emoción.-¡Perfecto boluda! Podemos ir, es acá a dos pasos.- rió.
-Van a ir a sacarse una foto, no a garcharse al pibe, ¿estamos?
-No te prometo nada.- musitó Ari para después levantarse y correr hasta su cuarto.
-Tomo eso como un "Tobio corneta"- habló Agus haciendo reír al resto.
El ascensor se abrió tras eso, al parecer todo el mundo se complotaba para que no pudieran terminar de ver la maldita película.
Adrián entró al departamento con sus manos en los bolsillos, pasó su vista por toda la sala hasta detenerse en la correntina.
-Andy, ¿todo bien?- preguntó Pau dándole una sonrisa.
Él se la devolvió antes de hablar.- Si, todo bien. ¿Nos vamos?
Anto lo miró confundida pensando que le estaba hablando, hasta que notó que su mirada se dirigía a la santafecina.
-¿A dónde van?- preguntó más interesada de lo que hubiese querido demostrar.
-Al Mc de acá cerca. Nos vemos.- contestó Luci levantándose.
-¿Y estos desde cuando son tan amigos?- habló Cata apenas los dos se retiraron del lugar.
Todas alzaron los hombros antes de volver a lo suyo.
[...]
El miércoles apenas salieron de la reunión en Cada Amarilla, donde presentaron sus renuncias, Ari y Bri partieron hacia el lugar donde su youtuber favorito estaría ese día.
Luci y Cande iban con ellas sólo para ver la reacción del chico cuando ambas se le tiren encima, obvio.
-No está tan lleno como imaginé.- habló Ari apenas bajaron del auto.
-Son todas pubertas de 14 años.- rió Cande observandolas a través de sus lentes de sol.
Las cuatro se acercaron pero sólo las más chicas del grupo se pusieron en la fila, el otro par decidió esperarlas afuera.
-Tienen cinco minutos.- advirtió el hombre de seguridad antes de que pudiesen acercarse al chico.
Gonzalo se encontraba en una de las mesas junto a otro chico, ambos reían y comentaban sobre las chicas que iban conociendo, hasta que los pequeños short y top de Ari hicieron que guarden silencio.
Ella le sonrió al chico como si fuera comida en medio de una hambruna, con deseo, y también con cariño; mientras que él no podía pensar en otra cosa que no sean imágenes insanas sobre la delantera que tenía en frente.
-¿Para... Para quien lo dedicó?- logró sacar mientras sentía las palabras raspar su garganta.
-Arianna. Ari, si queres.- sonrió apoyando sus codos en la mesa.
Gonzalo hizo un esfuerzo enorme para no desviar sus ojos a lugares indebidos, sólo se concentró como pudo en la hoja que tenía entre sus manos.
-Para Ari, con cariño; Gonza.- sonrió y alzó la vista para entregarle el papel.
Luego fue el momento de la foto, cuando él se tomó el atrevimiento de rodear la mesa y posarse al lado de la chica.
-¿Te parece seguir esto en otro lado?- escuchó como él susurraba en su oído mientras tomaban la foto, justo en el momento que una mano se posaba en la parte baja de su cintura.
Al girarse, lo vio con otro papel y lápiz en la mano, listo para que ella anote su número. Y así lo hizo.
Luego de que Bri obtuviera su autógrafo y foto más rápido que Ari, las dos salieron satisfechas del lugar.
-Pobre Tobio, pobre cornudo y estúpido Tobio.- Cande negó con la cabeza riendo al ver la enorme sonrisa se su amiga.
Las cuatro se dirigieron al departamento con la misión cumplida, sin saber que ahí las esperaba otra huésped más.