Capítulo 10: Realidad.

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Punto de Vista de Marie:

- ¿Marie? -me llamó. - ¿Estas bien?

-Si, por supuesto que estoy bien-respondí mirándola. - ¿Por qué lo dices?

-Te quedaste un poco ida-explicó Jo.

- Estoy bien- sonreí. -ya saben pensando en cosas.

-Pues casi le mallugas el hombro a Liam-dijo Jules, esta vez. -mañana tendrás un moretón horrible.

-No creo-respondió el chico.

¿Qué está pasando conmigo? ¿De verdad me había imaginado teniendo sexo con ese chico recién llegado? ¡Dios! creo que toda esta mierda me está afectando, aunque quizá es solo el hecho de que me siento muy sola, sé que tengo a mis hermanas, pero a veces siento que no me entienden, siento que no le interesa como estoy y en ocasiones hasta he llegado a pensar que me odia y que prefieren pasar más tiempo con Jules que conmigo, creo que es porque con ellas puede hablar de lo que sea, en cambio conmigo, simplemente cree que soy fría, y me duele el hecho de que no recuerden como era antes de todo esto.

- sí, sólo estoy un poco cansada, eso es todo- fingí una sonrisa y subí a mi alcoba.

Mis únicos familiares se quedaron con en silencio y los recién llegados me veían agradecidos. Subí las escaleras deseando poder dormir, y más que eso deseaba mi familia me dijera que me quería y que estaban orgullosas de mí, de quien era y de lo que estaba logrando. Me quité las botas, el suéter y me senté en el suelo, unas lágrimas gruesas rodaron por mis mejillas, estoy cansada, demasiado cansada, de ser quien no creo ser.

- Adelante- dije cuando escuche que tocaban a la puerta.

- ¿Estas bien?- interrogó una voz dulce, tranquila y amable. -Te veías un poco descompuesta haya abajo.

-Estoy cansada- respondí mirándolo. Su dulce mirada me inspiraba confianza y ternura.

-Sabes, no puedes engañarme-dijo. -he visto esa mirada antes y sé muy bien de que va todo esto.

- ¿En quién?

-en mi-confesó. -Y sé muy bien que algo te molesta-hizo una pausa. -si no quieres hablarlo conmigo, entenderé, pero si deseas hacerlo escuchare atento todo lo que tengas que decir.

- ¿Por qué eres tan amable conmigo?

-Porque me diste una esperanza-explico-antes de escuchar tu voz en esa transmisión estaba seguro de que todas las personas que amo terminarían muertas, y tu...-suspiro. -me hiciste volver a creer en que todo estará bien algún día, lo que tienes aquí me alienta a seguir vivo.

- ¿Crees que soy mala? -interrogue. Frunció el ceño. - ¿crees que soy malvada, fría y controladora? -negó.

-Haces lo que debes para mantener a salvo a la gente que quieres. -se quedó en silencio. -yo haría lo mismo con tal de mantener a los chicos a salvo, y si eso me convierte en una mala persona, pues entonces aceptare serlo, siempre y cuando ellos estén bien.

- Y me está destrozando- sollocé. -No soporto esto, odio todo, odio ser quien no soy, odio que las personas me teman.

- Oh, vamos- dijo- eso no es cierto, todos tenemos a alguien, yo tengo a los chicos y tú tienes a tu Suss, Jo y a Jules, estoy seguro de que no te odian, sé que están orgullosas de ti. Yo lo estaría- Sonrió.

- No Liam, tu no entiendes. De verdad que me odian. - Explique- Jo me aborrece desde que tuve que matar a mi padre, Jules me odia porque no deje que nuestra familia tuviera un funeral y Suss está molesta conmigo porqué me culpa de la muerte de mi hermano Matt. Además deje morir al chico al que creí siempre amar.

- Todo eso es, seguramente, mentira-consoló. -el chico del hotel dio su vida por ti, tu no lo dejaste morir, él te amaba más de lo que crees y sabes, yo te aprecio.

- ¿De verdad? -asintió.

-Así que no digas que no hay nadie en el mundo que no te quiere, porque puedes estar segura de que por lo menos hay seis personas en esta casa que te apreciamos muchísimo.

En Medio Del Apocalipsis. |L.P| *En Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora