Capítulo 41: Happiness.

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Punto de Vista de Marie:

La noticia no le había caído tan bien como a mí, apenas se enteró y se desmayó de la impresión, no estaba muy feliz, sabía muy bien que esto pasaría.

—¿Qué esta pasando? —preguntó Louis.

—Marie y Liam van a tener un bebe—explico Niall.

—Tienes que cuidarte mucho, Marie—me dijo Zayn pasando una de sus manos por mi espalda.

— ¡Felicidades!—respondió al mismo tiempo que entraba bailando por la puerta. —Liam no es ningún tonto—me guiño el ojo— ¿Dónde está el futuro papá?

—Ahí—señale el sofá, Zayn quería llevarlo hasta la recámara, pero estaba demasiado pesado y no pudieron con él.

—Tengo el alcohol—informo Niall apareciendo en el estudio.

— ¡Que empiece la fiesta!—gritó Harry. Todos reímos. Danielle se acercó a Liam y le paso varias veces el frasco por la nariz.

— ¿Dónde estoy?—gritó Liam mirando a todos. —Marie, tuve un horrible sueño—dijo él levantándose del sillón.

¿Un sueño horrible?

— ¿Podemos hablar en privado? —le pedí. Asintió y subimos hasta la recamara, cerré la puerta y me senté en la cama. — ¿Qué soñaste?

—Soñé que íbamos a tener un bebé—dijo. Mis ojos comenzaron a llenarse de agua.

— ¡No fue un maldito sueño!—le grité. Él se estremeció, nunca le había gritado con tanto coraje. — ¡Vamos a tener un bebe!

— ¡No! yo no quería tener niños, tú lo sabías.

—No decías eso ayer, es más habías estado muy participativo—me queje.

—Pero era tu responsabilidad cuidar de ambos, tú debías cuidar que esto no pasara.

— ¿Yo?—pregunté molesta. Sentía mi sangre hervir, si antes pensé que Liam Payne no tenía ningún defecto a la vista, ahora pensaba de manera diferente, Liam era un cobarde, un imbécil, un puto aprovechado.

—Sí, tu—recordó.

—Eres un hijo de puta—le reclame golpeando el escritorio—Te dije que ya no teníamos condones y eso no te importó, estabas tan caliente todo el tiempo, ¡Eras como un maldito perro en celo!—le grité de nuevo. Vi sus ojos oscurecer, estaba enojado y aunque jamás lo había visto molesto, me imagino así se veía cuando se enfadaba.

— ¿Yo?—gritó—Eras tú la que estaba siempre encima de mí, como una puta, siempre queriendo tener sexo, ¡Tú eres la maldita ninfómana!

— ¡Ya cállate!—grité acercándome a él.

— ¿O si no, que?—pregunto retándome. No respondí. Él suspiró. Una lágrima solitaria salió de mi ojo derecho. —Marie…—su voz se había suavizado un poco. —Si quieres tenerlo es tu decisión, pero yo no me haré cargo de él.

Maldito Liam desgraciado.

— ¿Acaso crees que necesito que lo mantengas?—pregunté— ¿No te has dado cuenta de que el maldito mundo se fue al carajo? ¿Has ignorado todo este tiempo el hecho de que YO, mantengo seguro este sitio? yo les doy comida, seguridad, un refugio, yo sola podré cuidar de mi hijo, ¡No te necesito bastardo infeliz!—añadí antes de lanzarle una lámpara.

—Eres... ¡estas Loca!—gritó yéndose.

Me deje caer detrás de la puerta, todo se derrumbaba, todo lo que creí seguro, creía que Liam se pondría feliz y no fue así, pero aunque dolía, yo sola podría con esto, siempre podía.

En Medio Del Apocalipsis. |L.P| *En Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora