Capítulo 29: Tesla (1/?).

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Punto de Vista de Marie:

Cuando supe que alguien de adentro los había ayudado a entrar, no pude dejar de pensar Donovan, él seguramente le pagó a alguien de mi campamento para que lo hiciera, él era el único que se me ocurría para hacer algo así.

—¿En que piensas?—preguntó Liam mirándome mientras Danielle le sacaba una muestra de sangre.

—Cosas sin importancia—respondí dándole un beso.

—¡Hey!—se quejó ella cuando Liam se movió un poco y sacó la jeringa accidentalmente.—Mañana tendrás un enorme moreton y todos creerán que soy una bestia que no sabe inyectar.

—Te juro que no voy a dejar que piensen eso—bromeó.

Niall, Zayn, Lux y Harry eran los siguientes en la fila, supongo que Louis ya se había hecho la prueba, desde que era parte del hospital él debía inyectarse primero y estar seguro de que no le doliera nada.

Cuando Louis clavó la jeringa en el brazo de Niall, esté último pegó un alarido de dolor que nos sobresalto a todos.

—¡Bruto!—se quejó de su amigo mientras Lou escondía una sonrisa.—¿Sabes cuanto me dolió?

—Niall, ya basta—pidió Louis quien no hacía más que reírse.

—¡Eres un idiota!—se volvió a quejar.

Louis volvió a gritar, Niall seguía quejándose, Harry observaba la escena deseando que fuera Danielle quien tomará la muestra, Zayn estaba un poco indignado con Louis y Lux había empezado a llorar.

—¿Qué haremos ahora?—preguntó Zayn. Levanté los hombros. Era cierto, no teníamos nada que hacer ahora, todo estaba como nuevo, arreglado hasta los cimientos.—Podríamos hacer una fiesta sorpresa para Jules—sugirió el moreno.

—¿Una fiesta?—preguntó Harold.—¿Es su cumpleaños?—Zayn y yo asentimos.

—No sé...—dudé.—Jamás le han gustado mucho las fiestas.

—Pero ahora que el mundo se está cayendo a pedazos a todos nos haría bien algo de diversión.

—¿Algo de diversión?—asintió.

—Música, comida, bebidas, pastel, regalos. Una fiesta.

—No tenemos tanta energía en el generador como para una fiesta de toda la noche. Tendría que apagar la luz de las casas y dejarla libre aquí.

—Anda Marie—suplicó Lou.

—Dí que si Marie.

—Pa pa pa party.

—Esta bien—me dí por vencida.—Diganle a Suss que ella la organice y me mande una lista de cosas que ocupe—sonreí antes de comenzar a caminar hacia mi segunda oficina, Liam me seguía de cerca.

—Ya tenemos todo listo—anunció Misha.—Sólo faltas tú y nos podremos ir.

—¿A donde van?—cuestionó tímido.

—Vamos a Brooklyn, algunas personas en el campamento de Tesla se han enfermado—explicó el ojiazul.—Y nosotros, como buenas personas que  somos les llevaremos medicinas.

—¿Puedo ir con ustedes?

—¿Creiste que te ibas a quedar aquí?—preguntó Misha. Liam asintió.—Anda, sube de una vez.

Todos íbamos en silencio, hicimos el viaje de tres horas así, en silencio, porque el mínimo ruido podría alertar a los zombies, bueno, el rugido del motor ya era suficiente alboroto.

Tome la mano de Liam, y el giró a verme, me dedicó una sonrisa y besó mi frente mientras susurraba "Te quiero...follar" no pude evitar sonreir ante eso, él también tenía una sonrisa sobre su rostro, una sonrisa que se borró cuando estuvimos de frente a la gran puerta de madera que cuidaba a Brooklyn.

La puerta estaba entreabierta y no de oía ningún ruido del interior, Misha bajó del auto y empujo la puerta, una lágrima se deslizó por mi mejilla en cuanto lo vi.

—¿Qué mierda pasó aquí?—cuestionó el ojiazul.—¿Quién carajos pudo hacer esta monstruosidad?

—Creo que ambos sabemos quien fue—murmuré.

Nos alejamos del auto y comenzamos a adentrarnos en el campamento, conforme caminábamos en el lugar los trozos de personas a medio comer abundaban, había algunos cuantos zombies intentándo seguirnos, pero los chicos acabaron con ellos. Quién hubiera hecho esto estaba lleno de odio, Donovan estaba lleno de rencor hacia Tesla y Sascha, nunca pudo perdonarles el hecho de que me apoyarán a mi y no a él.

—Estén alertas—dijo Misha.

—¡Tesla!—grité mientras la buscaba entre los escombros—¡Tesla!—seguí. Nadie contestó.

Saqué mi radio y lo sintonize en su línea, comencé a llamarla, pero no respondió, tenía que aceptarlo, posiblemente ella estaba muerta.

—Revisemos el lugar—ordené pateando algo.—Quizá haya sobrevivientes y cosas que nos sirvan.

—Dividamonos—sugirió Misha.—Oliver, ven conmigo.

—Hey—masculló Jamie.—¿A dónde se fueron los niños?

—¿Cuáles niños?

—Los de la ciudad—respondió obvio.—Aquí sólo hay adultos y ancianos—añadió agachandose a mirar los cuerpos.

—¡Por Dios, Jamie!—se quejó Misha.—Son sólo partes mal masticadas.

—Por si no lo recuerdas, yo era un hombre de ciencia y mi trabajo como forense me enseñó a distinguir a las personas por sexo, edad y raza.

—Entonces eres un racista—se burló Misha. Jamie le dedico una mirada de fastidio y le golpeó el hombro.

—Muy bien, separemonos.

—Yo voy contigo—dijo agarrándome de la mano.

Caminamos por un rato más al mismo tiempo que recogiamos cosas de entre los escombros y pateabamos restos humanos, era desolador pensar que esto nos podía pasar.

Anduvimos hasta la casa donde vivía Tesla, el interior estaba en silencio, pero había algo extrañó, la casa estaba demasiado ordenada, no había ni un mueble roto, ni un papel destrozado, ni siquiera sangre. Conforme avanzabamos pude distinguir a lo lejos su intercom, eso me dio algo de esperanza, hasta que escuchamos un ruido provenir del segundo piso.

En Medio Del Apocalipsis. |L.P| *En Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora