Mi deseo eres tú

Kim Heechul

Esa tarde después de la sesión de fotos...

-¡KangIn! Amigo, lo hiciste de nuevo, realmente estoy agradecido contigo, si no hubieras encontrado a ese chico.. ¡Ah! no sé que hubiera pasado - El pelinegro sonreía mientras firmaba algunas hojas.

-Creo que sólo fue casualidad - Kangin tomaba un café sentado en el sillón.

-Casualidad, coincidencia, suerte ... Llámalo como quieras... - Siwon se detuvo al mirar las fotografias recientes.

-Destino.... Es el destino- El mayor se levantó del sofá que decoraba la gran oficina. Miró a través del majestuoso ventanal y se giró a su amigo.

-¿Le vas a dar un contrato formal?- Kangin sonrió al ver que Siwon se perdió en las fotografías.

-¿Qué?- Siwon dio un respingo al notar su distracción.

-Jaja ¿tanto te atrae?- Se burló el castaño.

-Muy gracioso... Sabes que no soy así...- Siwon contempló nuevamente las imágenes.

-Kim Heechul...definitivamente estará en nuestro equipo- Dijo en un firme susurro Kangin.

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-Don't know why
Tell me why- Y ahí estaba esa canción de timbre que su amigo tanto ama.

-¿Si diga?-

-Heechul querido amigo, tu sesión de fotos estuvo fantástica- Dijo un animado Kangin.

-Lo sé- Y ahí estaba Kim Heechul, siempre con un ego extraordinario.

-El jefe dijo que subas a firmar el contrato- Mentira, pero en verdad quería que su amigo hiciera algo con su vida.

-Ya se estaban tardando- Dijo Heechul con un toque de reclamo.

-¿Sabías que te contrataríamos?-

-¡Claro!, nadie como yo para hacer este trabajo-

-Muy bien, muy bien , ahora sube entonces- Y finalizó la llamada, su amigo si que podia sorprenderlo. Ahora sólo le quedaba hacerle ver a Siwon que Heechul era el indicado. Y como le debía dos favores, Kangin tomaría ya uno de ellos con su amigo.

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Ya había invitado a Leeteuk y Kangin a su casa, ya había organizado la velada, pero... ¡No había comprado aún nada!

Con muchos apuros tomó el adelanto que le diera Siwon (su ahora jefe) y salió disparado hacia el supermercado más cercano.

Cuando llegó a ese lugar, se dio cuenta que él, en verdad, no sabia ni que cocinar.

-¡Maldición! No debí precipitarme en hacer esta cena- Casi gritaba Heechul mientras caminaba por cada pasillo, sin decidir qué es lo que les daría a sus inquilinos.

Ya casi rendido, se dirigió a la zona de botanas, quizá si sólo les proporcionaba algo para comer y con una buena plática, la noche sería estupenda.

-Ok, creo que sólo llevaré nachos con queso, palomitas, soda, gomitas dulces, ramen... - Decía en voz alta mientras caminaba por el pasillo y metía al carrito todo lo que, según él, podrían degustar sus amigos.

-Creo que es todo- Finalizó mientras veia no muy convencido el carrito lleno de botanas como para un ejército.

-¡Wow! ¿Acaso vas a ver una película con un ejército de niños?- Escuchó a un lado de él, cuando giró la cabeza encontró, justamente a alguien que no quisiera encontrarse en esos momentos: Siwon, su jefe.