Living With Them «5SOS»

36. Amigovios.

-Ya vengo voy a hacer pipí.- dije levantándome del sofá donde estábamos y dirigiéndome al baño dando saltitos.

Me senté en el inodoro y dejé que todo fluya.

Hace rato tenía que hacer pipí pero Ashton se había dormido encima de mi y bueno.

Pero ya que está despierto logré cumplir mi objetivo.

-Me lleva la que me trajo.- dije al ver mis panties.

Lo que me faltaba.

Miré alrededor del baño, buscando el papel y me limpié lo mejor que pude.

Ahora falta cambiarme de ropa y encontrar unas toallitas.

Se podrán imaginar que es lo que está pasando.

Quiero ser hombre.

-Jenn.- tocó Ashton las puerta.- ¿Te sientes bien? Creo que tu organismo se dió cuenta de que día del mes es...- continuó y sentí mi cara palidecer.

Ay que no sea lo que estoy pensando.

-¿Por-por qué lo dices Ash?- dije asomando mi cabeza por la puerta, sonrojada hasta el tuétano. Ashton me vio con ternura y se sonrojó un poquito.

-Manchaste el sofá y tenías una gran mancha en el pantalón.- me explicó y yo pegué mi cabeza con la puerta una y otra vez.

Creo que si era lo que estaba pensando.

-No te avergüences, tranquila, le ha pasado a mi hermana y se como solucionar todo.- me dijo y desapareció de repente.

Cuando volvió, traía un cambio de ropa, un paquete de toallitas sanitarias, una caja de pastillas para el dolor y un vaso de agua.

Lo miré super enternecida. Este chico era la persona más tierna y hermosa del mundo.

Le di un beso de agradecimiento infinito y después de que él me sonriera, cerré la puerta para cambiarme.

Hice todo lo que tenía que hacer y salí, Ashton me esperaba a un lado del sofa, mientras dos chicas lo limpiaban, me sonrojé.

Que estrés tener que sonrojarme por todo.

Ashton me abrazó y esperamos que las chicas se fueran para que nos acurrucaramos en el sofá.

-Nunca antes te había visto tan sonrojada.- se rió Ashton y yo escondí mi cara en mis manos.

-Yo nunca había estado tan avergonzada.- me medio reí.

-Oye, esto es nuevo. Nunca antes un CHICO, con pene, del género masculino, me había hecho un favor de este tipo.- dije con obviedad, Ashton rió ante mi escasa descripción de lo que un hombre tiene físicamente.

-¿Ni siquiera Michael?

-Oh, por favor. Michael cuando mencionan vagina o menstruación se vuelve un niño de 6 años, se tapa los oídos, grita y corre.- rodé los ojos y Ashton carcajeó, sentimos que abrieron la puerta.

Hablando del rey de Roma.

Lo cual es irónico porque estamos en Italia.

-Hey, Mike.- lo llamé y reí, él y Ashton me miraron.- Me vino la regla.- a penas dije eso, Michael abrió los ojos y se tapó las orejas.

-Lalalalala no te escucho, soy un palo y tengo orejas de pescado.- gritó y se fue corriendo.

Ashton y yo nos miramos cuando la puerta se cerró y estallamos en risas.

Esa canción de verdad no tenía el más mínimo sentido.

-No puedo... Creerlo.- decía entrecortado por la risa.