22. Conejita playboy y una linda fan.

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Maratón 2/3

Puto Calum.

Puto Luke.

Puto Ashton.

Puto Michael.

Putos todos, hijos de la gran fruta.

¿Se acuerdan de la apuesta que hice con Calum sobre quién hacía mejor el Twerk? Bueno, ya saben que el ganó por trampa y yo estoy cobrando las consecuencias.

-Jennifer, sal de ahí, que te queremos ver.- canturrea burlonamente Calum mientras tocaba la puerta de mi habitación.

-Los odio como para cometer un homicidio.- gruño molesta pero solo puedo escuchar su risa detrás de la puerta.

Imbécil.

-Vamos, sal, no te voy a violar.- vuelve a tocar.

-¡Tú no pero Luke si!.- chillo de vuelta.

-¡Oye!.- exclama la diva detrás de la puerta.

-Es la verdad.- bufo.

-Sal ya.- suspira Cal.

Abro la puerta tratando de cubrirme con las manos, lo cual fue en vano.

-Wow, maldición, Jennifer.- murmura Calum abriendo los ojos en grande.

CALUM YA PODÍA VER.

¿Captan? Porque parece chino y...

Okay, me callo, mal chiste, mal chiste.

-Michael te va a matar.- se ríe mientras baja las escaleras, gruño y lo sigo.

No si me mato yo primero con estos tacones al bajar las escaleras.

De verdad, estos tacones son muy altos.

-Y les presentamos a la nueva y mejorada... ¡Jennifer!.- exclama Luke.

Yo solo alzo mi dedo medio.

-¿Están grabando hijos de perra?.- pregunto incrédula viendo la cámara que Ashton sostiene.

-Yep.- Ashton asiente.

Calma, Jennifer, no cometas homicidio, no puedes ir a la cárcel tan joven, otra vez.

Larga historia.

-Y esa no es la mejor parte, te vamos a llevar de paseo.- aplaude Calum.

-¿Por qué no eres gorda?.- lloriquea Michael, quien no había hablado desde que bajé.

Y ahí vamos de nuevo.

Al parecer mi hermano está obsesionado con querer bajar mi autoestima.

-Andando.- dice Luke saliendo por la puerta.

-Esperen, ¿No vamos en la camioneta?.- hablé con pánico al ver que todos salían y ninguno traía la llave de la camioneta.

-Nop.- habla Calum.

-Los odio tanto, tanto, tanto, tanto, tantísimo, imbéciles.- gruño para luego empezar a caminar.

Íbamos por la calle cuando un señor de edad se acerca a mi.

-Oye, linda, ¿Cuánto la noche?.- pregunta coqueto, yo solo lo miro horrorizada para luego cambiar mi expresión a una molesta y pegarle una patada en las bolas.- Creo que no trabajas los domingos.- jadea cubriendo sus partes, yo le doy otra patada pero en el estómago.

-¡No trabajo ningún día de la semana, hijo de puta!.- vocifero para empezar a caminar otra vez.

Jesús, apuesto que ese tipo tenía esposa y tres hijos.

Living With Them «5SOS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora