30. Fanfics

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Y entonces él se fue, diciendo que le entregara mi corazón a un hombre que lo merezca y que me haga feliz.

Pero lo que él no sabía era que yo le había entregado mi corazón y que él era mi única felicidad.

Las lágrimas caían libremente por mis mejilla al leer esto.

Puta fanfic.

Puta escritora.

Y puto Ashton que no supo que Clare lo amaba.

Si, la fanfic es de Ashton. Ya leí una de Calum y otras dos de Luke.

-Jenn, me preguntaba si...- dijo Michael entrando a mi habitación y rápidamente sequé mis mejillas y bloqueé mi celular.- ¿Por qué estás llorando?.- preguntó confundido.
Yo solo alcancé a esconder mi teléfono.

-No estaba llorando.- mentí.

-Si lo estabas... Oh, no me digas.- sonrió con burla y me alarmé.

-¿Qué?.- cuestioné alterada.

-Estabas llorando por esa fanfiction de Ashton.- se burló y yo abrí mi boca en grande.

-¿Cómo sabes eso?.- inquirí con indignación.

-Revisé tu teléfono, pero eso no importa porque estabas llorando por una novela que hizo una fan.- canturreó burlándose de mi, se acercó y rápidamente me quito el celular.

Maldito.

-Y entonces él se fue, diciendo que le entregara mi corazón a un hombre que lo merezca y que me haga feliz. Pero lo que él no sabía era que yo le había entregado mi corazón y que él era mi única felicidad.- citó con voz de añoranza y aleteando las pestañas exageradamente.

Yo solo enrojecí y deseé que la tierra me tragara.

-Dámelo.- intenté quitarle el teléfono pero él lo elevó y se fue corriendo, cerrando la puerta detrás de él. Reaccioné cuando escuché unas llaves.- Maldita sea, ¡Michael Gordon Clifford, abre la maldita puerta!.- dije forcejeando.

-¡Ashton tiene que enterarse de esto!.- dijo y les juro como la sangre abandonaba mi cara.

-¡Lo haces y te mato, Clifford!.- rugí, moriría de vergüenza si Ashton se enterara que leía fanfics de él o de cualquiera de los chicos.

-¡Te amo!.- dijo y sentí como bajaba las escaleras de saltitos.

Y entonces empecé a golpear mi cabeza una y otra vez con la puerta.

Tengo que ponerle contraseña a mi puto celular.

No sé cuánto tiempo pasé golpeando mi cabeza con la puerta, solo que esta se abrió después de un largo periodo de tiempo.

-Lucas Roberto Hemminga viniendo a su rescate, señorita.- dijo el rubio apareciendo detrás de la dichosa puerta y yo salté a abrazarlo mientras le agradecía y me iba en busca de mi hermano.

Quien yacía tomando el Sol al lado de la piscina.

Y yo simplemente lo empujé a esta.

¿Qué hacía tomando el Sol si nunca iba a poder sacar color? La palidez de mi hermano es incorregible.

Sol.

Rayos.

Luz...

Oh por Dios, tengo que buscar a Ashton.

Salí corriendo hacia la casa y empecé a buscarlo como loca hasta que lo encontré en el living con sus anteojos puestos y escribiendo en un block.

Living With Them «5SOS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora