43. ¿No te cansas de ser rechazado?

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Mierda.

Esa es la palabra que describe mi día.

Se preguntarán el por qué, bueno les tengo la respuesta a todos mi problemas últimamente.

Tyler.

Maldito pelirrojo, lo odio.

Ha pasado un mes de su llegada al tour y cada día se pone más intenso e insoportable, ayer me pidió una cita, yo le dije que no y Ashton se enojó.

Bravo.

-Jennifer, necesito hacer pipí, apúrate antes de que te haga pipí la cama.- escuché decir a Kimberly fuera del baño. Salí y ella vio mi cara de no saber que hacer con mi vida, ella me abrazó. -Tranquila, aguantalo solo un mes más y listo, bye hoe.- dijo refiriéndose a Tyler, yo reí.

-Te amo.- le dije todavía en medio de risas.

-Lo sé.- me guiñó el ojo y entró al baño.

Debería sentirme indignada porque no me respondió pero aja, es Kimberly.

Salí de mi cuarto de hotel para dirigirme al restaurante que había en la primera planta, quería un cafecito.

Al llegar pedí mi café y me fui a sentar lejos de las ventanas, no estaba de humor como para que me tomaran fotos y salieran por ahí.

Al sentarme quise estar con alguien, no porque me hiciera falta o algo, sino porque me veo como la propia foverer alone sentada en una mesa sola mientras que los demás andan con sus parejas o amigos.

Me puse a pensar un ratito de varias cosas triviales, la gira, Ashton, los chicos, Kimberly, Erika, entre otras cosas.

Hasta que un alma molesta se sentó frente a mi con su café en las manos.

Pero es que no se cansa, señor.

-Te dije que algún día tendría una cita contigo.- me guiñó el ojo y yo lo ignore, no tenía ganas de pelear ahora.

Kimberly's POV

Al terminar de hacer pipí salí a buscar a mi noviecito sexy para joderle la paciencia un ratico.

-Calum. Calum. Calum.- dije mientras tocaba tres veces su puerta en medio de cada vez que decía su nombre.

-Kimberly. Kimberly. Kimberly.- repitió lo mismo que hice del otro lado de la puerta, sonreí.

-Hola.- le di un besito cuando abrió la puerta.

-Hola.- dijo saliendo por completo y tomándome la mano.- Vamos a un café, tengo hambre.

-Vamos.- dije y pronto salimos del hotel, solo necesitaba mi teléfono ya que era obvio que él iba a pagar.

En el corto camino fuimos hablando de las nuevas canciones que sacó Ed Sheeran y alguna que otra persona le pidió una foto. Al llegar al sitio estaba prácticamente vacío por lo que elegimos sentarnos en un rincón donde nadie nos veía.

-Voy a pedir ¿Qué quieres?- le pregunté y él me tendió efectivo.

-Un frappuccino y dos donas de crema pastelera.- me dijo, le guiñé el ojo y le dije "en camino".

Llegué al mostrador y un chico, muy apuesto por cierto, me atendió con una sonrisa.

-Bienvenida ¿Qué se te ofrece, preciosa?- lo miré y sentí que perdió todo su encanto cuando me guiñó un ojo acompañado de una sonrisa coqueta. Decidí por seguirle el juego, para divertirme un poquito y ver hasta donde llega.

-Tu número, muchacho bonito.- me mordí el labio de una forma exagerada a mi parecer, pero como que a él le encantó.

El chico lo anotó, y me lo dió, yo estaba muriendo de la risa por dentro.

Living With Them «5SOS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora