Cinderella y los 7 Enanitos II

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Ha sido un largo tiempo desde que me separe de ellos, y, aunque nos mantenemos en contacto, los extraño como jamás extrañe a nadie, en especial a Jackson, suelo pensar en él a diario, deseo verlo y volver a estar junto a él, quiero retroceder el tiempo, pero no sé cuánto debo viajar en retroceso para lograr que mi vida sea como lo era antes.

Quizás debería volver al día en el que decidí regresar, tal vez si mantenía mis fuerzas seguiría junto al hombre que amo, aunque nunca llegue a decírselo, o es quizás la mañana en aquel aeropuerto a la que debo volver, no saludar a ese joven que por alguna razón me pareció conocido, y así no estaría extrañándolo tanto como lo hago ahora.

De hecho, en uno de los incontables intentos por olvidarlo, termine metiéndome con un tipo al que no quería pero me gustaba un poco, lo único que logre fue que nos separásemos de mala manera pues él se cansó de que yo me la pase comparándolo con Jackson en todo momento.

Y en medio de tanto anhelarlos, pienso en papá, pienso en que debí quedarme porque en nada ayudo en nuestra relación el que yo regresara, él no me habla, incluso cuando cenamos en familia gracias a mi mami, que está haciendo lo mejor posible para que su amado me pueda perdonar y yo vuelva a vivir a su lado.

Pero cualquier intento es inútil, ya hasta los abuelos han comprendido que deben amarme incluso si no les gusta lo que hago, y hasta ellos abogan a mi favor frente al jefe de la familia, pero al parecer él es mucho más necio de lo que yo creí.

Por otra parte, la relación con mis amigos no es tan cercana como lo era antes, y es básicamente mi culpa, pues la verdad estaba un poco resentida cuando regrese, no les hablaba ni quería salir con ellos, aunque debí entender que ninguno de ellos quería meterse en problemas con su familia por defenderme o ayudarme.

Ahora hablo con ellos solo de vez en cuando, casi no salgo a farrear en su compañía, y no porque siga enojada, sino porque estoy intentando llevar una vida más sensata, estoy trabajando y estudiando a la vez y eso me quita tiempo para amistades y farras, e incluso eh tenido que reprimirme cuando quiero ir de compras, no solo porque se me va mucho tiempo haciéndolo, más bien porque me encuentro en un intento desesperado por ahorrar dinero.

Mi mami me da una mesada sin que mi papa se entere, los abuelos me apoyan también, además tengo mi sueldo que no es tan malo como para una soltera, pero me propuse ahorrar lo más que pueda para comprarme mi propia casa, quiero demostrarle no solo a mi papá sino al mundo entero que soy muy capaz, que no solo sobreviviré, que llegará el momento en el que logre llegar tan alto como mi papá, que soy tan inteligente como él, que puedo hacerlo como él e incluso mejor, que ya no soy la niñita consentida que con solo un puchero conseguía lo que quisiera.

Comprendo que para lograr mi objetivo debo empezar desde abajo, debo esforzarme y hacer ciertos sacrificios que al final valdrán la pena, es ese el motivo del estilo de vida que estoy llevando ahora. Vivo en un cuarto para estudiantes en el centro norte de mi ciudad, es una pequeña pieza con un baño, una habitación y una cocina, y me sienta bien el lugar. Estudio en una universidad en línea, carrera, idiomas con mención en educación, es decir, aprendo más didáctica y métodos de enseñanza que idiomas, lo que me conviene, pues mi inglés no es para nada malo, y el coreano, pues, solo debo perfeccionarlo un poco.

Por ahora estoy trabajando en las oficinas del padre de uno de mis amigos. Mi familia me pidió que siguiera administración de empresas para que pudiese ayudar con el negocio de la familia, y en ese entonces no me pareció mala idea, después de todo sería yo quien la heredaría, pero nunca creí que trabajaría para otra compañía. Es una empresa que hace y vende cosméticos, su mayor ventaja es que toda la materia prima proviene del mismo país, por lo que los habitantes e incluso el Presidente la apoyan, agradeciendo que enaltezca el nombre de nuestra patria.

Mencione que estoy trabajando "POR AHORA" en ese lugar, porque mi verdadero plan es dedicarme a enseñar idiomas, y ese es otro motivo por el que debo agradecer mi estancia en Corea los meses pasados, pues tuve la oportunidad de notar que en realidad me gusta enseñar, transmitir mis conocimientos a los demás es de verdad satisfactorio, y pues aprendí junto a Got7 que soy muy buena aprendiendo idiomas extranjeros, cosa que no había notado con anterioridad.

Y así podría numerar incontables razones por las que Got7 se volvió tan importante para mí, tanto que me duele la distancia que nos separa, porque, aunque prometimos estar en contacto lo más seguido posible, no podemos hacerlo, ellos están siempre ocupados y cuando no es así soy yo la que no tiene tiempo para poder hacer una video-llamada.

A pesar de ello, nos escribimos constantemente, y cuando logramos estar libres al mismo tiempo, podemos vernos a través de la pantalla, reírnos y somos felices, como lo fuimos durante los 6 meses que estuvimos juntos.