Tome el sobre y me giré, JB estaba allí, expectante de mi actitud, su rostro reflejaba demasiado asombro pero al ver que yo misma no entendía lo sucedido guardo silencio.
—Entonces... aun no lo has visto— mencione confundida, incluso no podría deducir si mi tono fue cuestionante o afirmando la situación
— ¿Ver qué?— respondió él mirando tantas veces al sobre cómo me miraba a mí, entonces me di cuenta que en verdad JB aún no recibía mi carta, así la esperanza volvió y el color a mis mejillas también.
— Esto— dije a la vez que le entregaba el sobre a su verdadero dueño, una sonrisa se dibujó en mi rostro pero por alguna razón mis ojos aún estaban tristes— pero JB... esta será la última noche— fue lo último que dije, le di un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios, espere un par de segundos frente a él y luego me marché.
La emoción invadía mi ser, repase y repase las palabras de JB y cada vez me convencía más de que aun estaba a tiempo, que podía tener a mi príncipe en mis brazos tan pronto como llegara la noche, por ello el día paso para mi tan ligero como un día de verano, aunque no podría recordar que hice aquella mañana y tarde pues en mi mente lo que reinaba era el rostro de mi amado, su nombre, su sonrisa y todo lo que se pudiese relacionar a él.
La noche se acercaba y con ella las ansias se hacían cada vez más grandes. Pero no deje que la emoción me dominara, o al menos eso me repetía a mí misma para intentar calmar mi agitado corazón.
Apenas me desocupe corrí al supermercado, para mí era obvio que me encontraría en el parque con JB, por lo que planee llevarlo al departamento, compre vino y prepare la cena para que la velada fuera perfecta, incluso conseguí velas y para pasarme de cursi hasta anillos de pareja fui a buscar, claro que el mío lo puse en una cadenita para que mi amado no tuviese que preocuparse por lo cerrado que es el mundo de su profesión ante estos temas, después de todo si lo llevo en la mano alguien terminara uniendo cabos y creando problemas.
Para ser sincera, hasta arregle mi habitación que ya estaba arreglada, y aun así el tiempo parecía no pasar lo suficientemente rápido. Dejé la cena lista, el vino en la mesa, las velas en su sitio y todo en orden, le di una última "manita de gato" a mi maquillaje y atuendo y Sali directo hacia el lugar de encuentro.
Como ya se hizo costumbre en mí, llegue antes de la hora acordada, eran las 6:30 pero mi corazón ya podía sentir la presencia de mi amado. En medio de la espera tuve al intención de apagar mi celular para que nada pudiese interrumpir mi momento con JB, pero solo lo puse en vibrador por si alguna situación emergente se presentaba.
Observe a muchas parejas aquella tarde, las envidiaba y me decía a mí misma que pronto yo me encontraría de la misma manera, tomando de la mano a mi amado y besándolo cada vez que pudiese, estando muchos años juntos, intercambiando regalos de aniversario y siendo envidiados por los jóvenes solteros que caminan a nuestro alrededor.
La espera se hizo eterna, cada tanto miraba mi celular y no veía en el ningún llamado ni mensaje, el tiempo pasaba lento y contrario a lo que pensé, estaba empezando a desesperarme.
Son las 8:15 y mi príncipe no aparece, mi semblante comienza a tornarse sombrío pero quiero seguir esperando, quiero esperar hasta el último minuto, quiero pensar que en cualquier momento JB aparecerá.
Más tarde comienzo a sentir el miedo de la soledad, esta vez no porque no este JB sino porque las calles comienzan a sentirse solitarias, hombres ebrios cruzan el parque y de vez en cuando se acercan para lanzar algún piropo o broma pesada, pero yo quiero seguir esperando, quiero pensar que en cualquier momento mi príncipe aparecerá y me liberará de este sentimiento que se convirtió en pesar y miedo.
Miro mi reloj por última vez, ya casi es media noche, él no vendrá.
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Cinderella y los 7 Enanitos II
Fanfiction¿Podrá el primer amor reencontrar su camino? ¿o se perderá detrás de la sombra de un gran amigo?