La noche fue demasiado agitada para la chica que se encontraba totalmente despatarrada debajo de las sabanas, daba la impresión de que estaba abrazando la cama, su pelo le tapaba parcialmente la cara y aunque en su inconsciencia ella creía que estaba civilizadamente tapada... No, no era así, evidentemente se había asegurado de tapar sus pechos con firmeza pero gran parte de su trasero se encontraba expuesto para el hombre que la había hecho suya hacia algunas horas atrás, en la madrugada.
La observo divertido y aunque quiso despertarla de una manera bastante poco ortodoxa se limitó a cubrirla totalmente y dejar un beso en su frente antes de ir a darse un baño, después se dedicó a ordenar el desastre que habían dejado en la noche. Ninguno contaba con que Zoe tenía una copia de sus propias llaves y que llegaría sin avisar, eso fue lo que pasó, Alan se quedó parado de brazos cruzados en una esquina de la habitación, aprovechando que ningún otro mortal lo podía ver, decidió divertirse un poco con la reacción de ambas.
Su amiga golpeó la puerta de su cuarto, dos... Tres veces... Y nadie contestaba, más bien, solo logró que Emma se cubriera la cabeza con una almohada para seguir durmiendo en paz, cosa que no pudo hacer, el ruido de la puerta abriéndose se escucho, aunque no se movió, creyó saber quién era. La dueña de la habitación se acercó sigilosamente con una ceja enarcada y divertida, aparentemente el chico ya se había ido, se sentó en la cama y sacudió a la muchacha, recibiendo como respuesta un gruñido de molestia, se rió por lo bajo y la volvió a sacudir más fuerte.
-Alan por favor ¡Déjame dormir un rato!- Protestó debajo de la almohada.
Sacudieron con más fuerza, el hombre que parecía no estar, la observaba mordiéndose la lengua para no reír.
-¿Qué qu...- Levanto la cabeza para mirarlo con enojo y se petrificó al ver a su Zoe junto a ella, riendo silenciosamente, busco a su amor con la vista y lo encontró en una esquina guiñándole el ojo, se sonrojó y se cubrió entera, comportándose como niña chica se cubrió hasta la cabeza, escondiéndose totalmente.
-¿Alan? ¿Ese es el afortunado?- No pudo evitar reír cuando le hizo la pregunta.
-Debiste avisarme que llegarías temprano- Hablo debajo de las sabanas avergonzada, provocando otra risa a coro con la de Alan que las seguía observando, ahora con sus manos en los bolsillos del pantalón.
-Discúlpame pero tú me dijiste que no iban a follar. Y mírate, desnuda, EN MI CAMA, ENREDADA EN MIS SÁBANAS Y CON OLOR A SEXO RECIENTE- Gritó dándole con una almohada y la obligó a destapar su cara.
-La chica sabe...- Murmuro entre dientes haciendo que Emma lo mirara de reojo con cara de "después hablaremos de esto"
-Mejor hablamos de cómo mierda no me dijiste que tu hermano pasaría a visitarte.- La miro severamente aprovechando el cambio de tema para fingirse ofendida, se destapó ante los ojos de ambos, estaba acostumbrada a que Zoe la viera, no tenía vergüenza, además, quería provocar a quien las observaba, logró su cometido y lo noto cuando él cambió su expresión de diversión a una totalmente perversa y sin descaro alguno la escaneo totalmente con los ojos, se metió al baño y directo a la ducha.
-¿Qué mi hermano hizo que?- frunció el ceño y dirigió su vista a la puerta de aquel baño que estaba semi-cerrada.
-Vino y se dio el lujo de hacerme una escena y plantearme que no me afectaba su dolor... ¡Qué descaro!- Gritó desde la ducha, ofuscada.- Como si yo le hubiera dicho "¡Vamos, ¿Por qué no te coges a mi amiga? No te preocupes, si los veo seguimos como estamos, no me ofenderé" y luego lo hubiera traicionado diciéndole "oh lo siento, la verdad es que si me dolió, mejor me revuelco con otros a ver si te olvido y ya de paso me encuentras en el acto" Estúpido...
-El punto es...- Hablo después de haber hecho silencio por un buen rato.- ¿Realmente no te acostaste con otro por despecho?
En ese momento Emma abrió con fuerza la cortina y se encontró a Alan sentado sobre el inodoro, enarcó una ceja esperando su respuesta, la muchacha frunció el ceño viéndolo y se envolvió en una toalla. Le respondió a su amiga sin dejar de verlo a él.
-¡Por supuesto que no me acosté con otro por despecho! Y si lo hubiera hecho, definitivamente no sería con él, no con alguien que de verdad me importa...- eso último lo dijo en un susurro.
"Creí que había quedado claro..."
Una media sonrisa se asomó en los labios de aquel que ahora la sostenía de la cintura y dejaba pequeños besos en su cuello.-Te veré en tu casa, no te demores mucho.- aspiro el olor de su cabello y se retiró detrás de ella.
Era extraño porque Zoe no podía percibir nada, no lo veía, obviamente.
-Ya, luego hablaré con ese imbécil.- Negó ofendida con él.- Pero ahora cuéntame... ¿Qué tal estuvo? Se llama Alan, ¡COMO NUESTRO ALAN!
-MI Alan.- la señaló con el dedo y la vi severamente, si supiera que ahora realmente era suyo... Y sólo suyo.
-Si, si- rodeo los ojos.- Apuesto que este Alan era igual.
-¿Por qué lo dices?- Se ganó una mirada incrédula.
-Tú no te acostarías con un Alan, ni con un Severus si es que existe hombre que se llame así, si no es medianamente parecido, incluso con ningún Jeremy, ningún Tom, ningún Robert... Si no se parecen a esos que nos gustan tanto...
-Si, si... Ya te entendí.- Respondió divertida vistiéndose.- igualmente, Robert es tuyo, si me encuentro uno parecido te lo presento.- Reímos y agradecí que ahora estábamos solas, o eso creía.- Pero si, es idéntico a Alan, hasta podría decirse que son la misma persona.- No capto la indirecta, era mejor así.
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¡Mi ídolo es un fantasma! /ARREGLANDO REDACCIÓN/
Novela JuvenilEmma Zonswan ha sufrido una terrible perdida, su ídolo y amor de su vida ha muerto tomándola por sorpresa a ella y al mundo entero. El dolor es tan grande que de solo nombrarlo la tristeza vuelve a desmoronar su corazón y en el momento más difícil a...