If I Could Fly || H.S || Editando.

Capítulo 11

—¿Cómo que te vas por dos meses mamá? No puedes dejarme sola.— Dije arrugando la frente.

—Les.. Son cosas de mi trabajo.— Respondió, pero nunca le habían pedido esto en su trabajo.

—Esto nunca te pidieron hacer este tipo de viajes. Quiero la verdad.— Esta vez mi tono de voz ya no era la de hace algunos segundos.

—Lo siento Les, cuando vuelva a casa te explicare todo. Deje el dinero suficiente para que puedas mantenerte este tiempo, se que sabras organizarlo todo.— Contestó.

—Pero ma..— Rápidamente fui interrumpida.

—Tengo que colgar Les, te quiero mucho.— Y colgó, aleje mi teléfono de mi oído y mire la pantalla que reflejaba que la llamada había terminado.

Joder ¿Que demonios haría sin mamá? No soy la chica más responsable que pueda existir. Mamá estuvo comportándose de una manera muy rara ayer y hoy de la nada me llama para avisarme que se ira de viaje por dos mes, ni siquiera me dijo a donde.

—¿Todo esta bien?—La voz de Harry me saco de mis pensamientos.

—Era mamá, me llamó para avisarme que se ira de viaje, ¡Por dos meses!— Dije algo desesperada, lleve una de mis manos a mi frente para frotar mi sien con mis dedos.

—Hey, tranquila ¿Si? Son solo dos meses Les, además, ya eres algo grande para poder cuidarte por ti misma. No es la gran cosa.— Explicó mientras sentía como el auto habia parado.

—Si es la gran cosa Harry, yo soy una completa... Inútil.— Ladee la cabeza para mirarlo —No soy muy buena haciendo cosas del hogar.—

Me observo por unos segundo y luego se encogió de hombros, voltee para ver en donde nos encontrabamos en un local de comida rápida.

—Bajemos a ordenar algo y luego veremos una solución para esto.— Dijo apagando el motor del auto.

Le di un asentimiento como respuesta y abrí la puerta para poder salir y observar mejor el lugar.

—La comida de aqui es la mejor.— Admitió mientras cerraba su puerta.

Cerré mi puerta acomodando un poco mi blusa, Harry caminó hacía mi y tomo mi mano para caminar en dirección a la entrada. Al parecer Harry ya no tenía vergüenza de tomar mi mano o abrazarme, supongo que nunca lo tuvo.

Al entrar al local buscamos un lugar disponible para poder sentarnos, el problema era que el lugar estaba lleno de personas.

—Harry, el lugar esta lleno y no hay lugar para poder sentarnos. Podemos ir a buscar otro lugar si quieres.— Susurré mientras seguia buscando con la mirada algun lugar.

—Aqui vamos a comer, no nos vamos a ir hasta que pruebes la comida de este lugar.— Dijo mientras que con la mirada pareciera que buscaba a alguien.

—¿A quien buscas?— Murmuré viendo que una hombre ya de edad se acercaba a nosotros.

Tenía alrededor de los 55 o 58 años, su cabello era de color negro haciendo resaltar una que otras canas, su barba era algo larga pero no tanto.

—¿Harry?— Preguntó aquel hombre con una sonrisa en los labios.

Al escuchar la pregunta, Harry rápidamente volteo a ver. La mirada de ambos se encontraron y la sonrisa de los dos se amplio.

—¡Bill! A ti te estaba buscando.— Aflojo su agarre de mi mano y se acerco a Bill para abrazarlo siendo correspondido.

—Hace tiempo que ya no vienes aqui, de seguro olvidaste a todos.— Bromeó Bill al separarse de Harry, dio unas palmadas en su espalda.

—Sabes que no tengo mucho tiempo, pero cada vez que puedo vengo a comer aqui. No cambiaría su comida por nada del mundo.— Una carcajada por parte de Bill se hizo presente —Ademas traje a una amiga para que pruebe su comida.— Ambos voltearon a verme.

—Soy Lesly, Lesly Stone.— Extendí mi mano para estrecharla con la de Bill, tan rápido como había ofrecido mi mano lo acepto.

—Mucho gusto Lesly, soy Bill Hunter, un viejo amigo de Harry.— Asintió regalandome una pequeña sonrisa —Me alegra mucho que te haya traido a nuestro restaurante de comida rápida, no es por ser presumido, pero nuestra comida es la mejor y puedo asegurartelo.— A lo lejos se podía notar que Bill era muy buena persona, eso era bueno.

—Ya no puedo esperar a probarla señor Hunter.— Sonreí mirándolo soltando el agarre de nuestras manos, rápidamente él negó.

—No me dijas señor Hunter, me haces sentir viejo.— Harry solto una carcajada y yo solo me sonroje levemente —Solo dime Bill.—

—Esta bien, Bill.— Reí apenada, Harry tomo mi mano y negó haciendome saber que no tenía que estar apenada.

—Pues no esperemos mas, vengan, en la terraza hay un lugar libre con una vista hermosa.— Hizo un moviento con su cabeza para que lo sigamos.

Caminamos hacia unas escaleras, no eran muchas. Bill caminaba hacia el frente para poder guiarnos y yo estaba al costado tomada de la mano de Harry.

—Jamás me dijiste que conocías al dueño de este restaurante.— Le susurré a Harry

—No hacía falta Les.— Se encogió de hombros mientras aun seguiamos subiendo por las escaleras.

Nos detuvimos frente a una puerta, Bill saco unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta haciéndose a un lado para que Harry y yo podamos pasar, Bill entro despues de nosotros.

—Este lugar solo lo conoce Harry, normalmente es el único que viene a comer aqui arriba.— Admitió Bill, voltee a ver a Harry y este solo se encogió de hombros.

—Me gusta la vista, que les puedo decir.— Reí negando y mi mirada volvió al frente quedandome algo sorprendida por lo que mis ojos estaban viendo en este momento.

Frente nuestro había una vista hermosa del cielo que por la hora que era ya se econtraba adornado por las estrellas, una mesa en medio de la terraza con dos sillas y unas velas sobre la mesa. Era todo sacada de un cuento de hadas.

—Wow.— Dije completamente sorprendida a lo que Harry solto una risa.

—Pueden sentarse, yo iré a traer el menú para que puedan elegir algo.— Aviso Bill para luego bajar nuevamente por las escaleras, dejandome a Harr y a mi solos.

—Ven.— Dijo tomando mi mano muevamente para caminar hacia nuestros asientos.

Tomó mi asiento y lo corrió para que pueda sentarme. Ya estaba conociendo otra virtud de Harry, es caballeroso. La agradecí con un asentimiento y el camino hacia su asiento para sentarse y quedar frente a mi.

—Sabes, encontre un solución para tu problema Les.— Alce una ceja.

—¿Y cual es esa solución Harry?— Me cruze de brazos a la altura de mi pecho recostandome un poco en mi silla.

—Si tanto temes quedarte sola en tu casa, ¿Por que no te quedas esos dos meses en mi casa?— Levantó ambas cejas de forma divertida.

Su 'solución' me tomo de sopresa, ¿Harry Styles queria que me quede en su casa? ¿Por dos meses? Esta es la solución más alocada que escuché en mi vida.

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Décimo primer capítulo niñas 🌝❤️

Espero que les guste mucho, y ya saben, no se olviden de votar o comentar.

Besotes y abrazotes.

—Kim.