Amor Escarlata ( Itachi)

28

** Jamás había suplicado nada en mi vida, pero te suplique en silencio que me dijieras que me querías. Que te importaba. Algo **
--- • ---

Luego de utilizar nuevamente mi Memoria histórica, sabemos que el Jinchuriki de Seis colas tiene una técnica especial que simula burbujas explosivas. Además siempre está acompañado de una joven sonriente y amable.

— Ya sé como podemos ingresar a su hogar sin enfrentarlos— le comento a Itachi.

No  espero su respuesta.

— Yo podría hacerme pasar por una joven necesitada de refugio y todo eso. Luego volvería al lugar en que tu te encuentres para informarte el sitio exacto...

— No— me corta.

— ¿ Qué? ¿ Por qué no?— exclamo.

— No puedo dejar que la parte más importante de la misión recaiga en ti.

— ¿ Esto tiene que ver con que el líder de Akatsuki no confía en mi?— pregunto suspicaz— o ¿ eres tú quien no confía en mi?

— No tengo porqué hacerlo.

<¡Auch!, eso dolió>

— Ya veo...— comento con voz apagada— jamás podré hacer que confíes en mi. Incluso cuando sería capaz de dar mi vida por ti.

Él deja de caminar y yo continúo. Puedo sentir el peso de su mirada sobre mi espalda.

— Deja de actuar como una niña inmadura — me reta.

— Pues ¿ adivina qué? ¡ Lo soy!— hablo desde el enojo— y parece que tú también. Un día actúas simpático y amable conmigo, y al siguiente, te comportas amenazante y cruel ¡ No te entiendo!

Se queda callado dándome la oportunidad de que yo continue hablando.

— ¿ Quién es el Itachi-kun que esta frente de mi?— pregunto — ¿ Es quien amaba más que a su propia vida a su pequeño hermano? O...

Me interrumpe.

— Ya no queda nada de él. Te lo dije— su voz se tiñe de maldad contenida.

— Oh, ya veo... A eso te referías ayer— indico— te has convertido en alguien cruel que solo daña a las personas que lo rodean.

— Soy mucho peor que eso.

— Pues entonces deja de actuar amable conmigo, como si te importara— exclamo— Deja de confundirme con esa máscara del Itachi-kun que solías ser.

— Solo te traté bien por lástima.

<...por lastima...>

— Lástima...— repito su palabra con algo de sorpresa. No me esperaba eso. Pero luego guardo todos mis sentimientos en una caja de plomo y hablo sin emoción alguna— Ya veo... Es bueno saberlo.

Me doy media vuelta y sigo caminando en busca de la presencia del Seis colas.

***×***

Tras unos larguísimos quince minutos de caminata en silencio. Por fin siento la presencia del Jinchuriki cerca.

— A dos kilómetros — se me adelanta Itachi.

Asiento.

Activo mi Kekkei Genkai, mis ojos se tornan púrpura y miro directo a los ojos de Itachi. Le entrego un dolor físico paralizante.