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** A veces me gustaría leer su mente. Pero entonces me pregunto si podría manejar la verdad **
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Despierto sobre una cama en un lugar sombrío. A mi alrededor hay un ropero y una puerta que parece dar a un baño. A mi lado derecho se encuentra un cabinete y sobre él una vela que ilumina sutilmente la habitación, y una taza de té con dangos.

< ¿ Qué significa todo esto?>

Decido ponerme de pie para investigar, pero un dolor inunda mi nuca impidiéndome ponerme en pie.

Recuesto mi cabeza en la cama y descanzo para que el dolor se vaya. En ese tanto noto que mi ropa tiene un olor extraño. Es una mezcla entre menta y sudor, una fragancia que extrañamente me relaja. Deja mis ansiedades y preocupaciones en completa calma.

Deseosa de saber a quien pertenece ese olor, utilizo mi técnica de memoria histórica sobre la capa de Akatsuki. La tomo entre mis manos y simplemente me concentro.

Los recuerdos del pasado invaden mi mente y lo único que capto es la imagen de Itachi cargándome en sus brazos.

< ¿Este olor es de Itachi-kun?>

Un sentimiento invade mi corazón pero no logro descubrir que es.

Mis ojos se abren de manera repentina al sentir que la puerta de mi habitación se abre lentamente y tras ella se muestra el rostro de Itachi.

En un salto deshago mi técnica y suelto mi capa. Me invade la vergüenza el hecho de pensar que el olor de Itachi me agrade tanto.

— Veo que al fin despiertas— dice entrenado a mi pieza y caminando hasta mi.

Me siento en el borde de la cama dándole espacio para que se acomode a mi lado.

— ¿ Cuánto tiempo llevo aquí?

— Pensé que ya habías utilizado tu memoria histórica para averiguarlo.

— ¿ Cómo lo sabes?— pregunto sorprendida.

— ¿No lo recuerdas?

< ¿ Recordar qué? ¿ Cuándo ...>

— ¿ Te duele?— su pregunta me saca de los pensamientos.

— ¿Huh?

— Tu cabeza.

— Ah, pues no fuiste muy amable al golpearme de esa manera— indico— ¿ Acaso fue una especie de venganza por lo que dije?

— No— me explica— el líder de Akatsuki aún no confía en ti como para que sepas donde queda este escondite.

— Entiendo...aunque pudiste haber utilizado uno de tus genjutsu para hacerme dormir.

Le sonrío amable.

— Lo que dijiste hoy, temprano— murmura él.

— ¿ Cuál de todas?— inquiero— ¿ La de tu falta de interés por el amor o sobre los de tu tipo?

— ¿ Cómo me ves ahora?

— ¿ Por qué te interesa mi opinión?

— Olvidalo— se pone de pie para marcharse algo molesto, pero yo lo detengo tomándolo del antebrazo.

— No te vayas— le pido— es solo que me parece rara esa pregunta, pero te responderé.

Itachi vuelve a tomar asiento a mi lado y suelto el agarre.

— Siempre te he visto como un día nublado, frío y de color gris— le explico— pero actualmente te ves triste y cansado, como si estuvieras a punto de explotar.

Miro a Itachi para descifrar qué es lo que piensa, pero se me hace imposible ya que su cara rara vez expresa emociones.

— Ahora ¿ Me vas a decir a que viene todo esto?— le pregunto

— Curiosidad...

— Jamás respondes a mis preguntas de manera concreta.

— No tengo porqué.

Itachi se pone nuevamente de pie para irse.

— Itachi-kun...— < ¿Por qué haz cambiado tanto?>— Nada, es una estupidez.

Itachi guarda silencio y sale de mi habitación sin antes murmurar unas pocas palabras.

— Desayuna— dice al salir de mi habitación dejándome nuevamente en incertidumbre.

Asiento algo decepcionada de nunca recibir respuestas. Solo tengo que imaginar posibles respuestas en base a sus acciones y se me hace difícil ya que demuestra poco.

< Esto es muy frustrante>

***×***

Luego de tomar el desayuno y tomar un baño, decido salir a conocer el escondite en el cual voy a estar por un periodo indefinido.

Al salir de mi habitación noto que en el pasillo hay muchas puertas iguales a la mía. Pienso que seguramente es la habitación de los demás miembros.

Cuando consigo salir de aquel sombrío pasillo. Llego a una especie de habitación gigante con una mesa de madera en el centro. Es un lugar bastante deprimente.

Al atravesar lo que parecer ser el comedor me encuentro con otro pasillo que tiene otro par de puertas, prefiero no abrir para no encontrarme con algo o alguien.

El lugar se ve deshabitado, ni rastros de Kisame y mucho menos de Itachi. Así que camino con tranquilidad por el pasillo. En cuestión de minutos veo una luz brillante al fondo del camino.

Me apresuro para descubrir un gran claro de bosque. La cueva está rodeada de millares de árboles enormes y por el extremo izquierdo hay un lago de aguas tranquilas. Este lugar parece un paraíso comparado con el interior de la cueva.

— Kira.

Busco con mi mirada de donde proviene esa voz que llama. A mi lado izquierdo y a los pies de la cascada veo a Kisame caminar hacia el borde en donde el lago se junta con la tierra.

— Kisame— voy a su encuentro— ¿ Qué estabas haciendo?

— Entrenando.

— ¿ No descanzas ni un poquito?

— Descansé ayer, cuando llegamos.

— ¡¿ Llevo casi un día durmiendo?!— exclamo sorprendida.

— Si, al parecer Itachi te golpeó muy fuerte.

— Si, ya se lo dije. Aunque parece no importarle.

— Él es así— me dice con voz despreocupada- Aunque debo admitir que últimamente se ve más irritado.

— ¿ Crees que...— hago una pausa indecisa de seguir— yo aumente su irritación?

Kisame parece pensar bien su respuesta.

— Definitivamente si.

— ¡Eh!— exclamo— ¿ Tan molesta soy?

— Eres abrumadora.

< Abrumadora...¿ Qué quiere decir con eso?>

— Expli...

— Kira— la voz calmada de Itachi me llama de atrás. Me volteo para encontrarme con su rostro fastidiado.

— ¿ Qué sucede Itachi-kun?

— Sigueme— pide. Se da media vuelta esperando a que lo siga.

< ¿ Para qué quiere que lo siga?>

— ¿ Sabes que le sucede?— susurro a Kisame quien nega con la cabeza.

— Es imposible saber que piensa— me indica el pielazul.

Antes de que pueda pensar una respuesta para Kisame, la voz de Itachi vuelve a llamarme.

— Apresurate— dice dándome una mirada fugaz, pero llena de molestia.

Amor Escarlata ( Itachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora