Amor Escarlata ( Itachi)

12

** A veces me doy cuenta de que me miras como si tuvieras algo que decirme, pero te contienes y sólo me miras **
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Aunque no estoy desnuda, me siento así ante la mirada de Itachi. Llena de vergüenza y sintiendo mis mejillas enrojecidas me cubro con las sábanas y vuelvo a recostarme. Estoy hecha un ovillo entre las sábanas en un intento de desaparecer de aquellos ojos negros.

— Itachi-kun...saldré enseguida— murmuró oculta bajo las sábanas— ¿ Podrías por favor salir de la habitación? Necesito cambiarme de ropa.

Luego de unos segundos que me parecen eternos, siento los pasos de Itachi al salir de mi pieza. Una vez que oigo cerrar la puerta, me descubro de las sábanas y me relajo.

< Bien...debo tranquilizarme. Son cosas que pasan, nada malo>

Me doy una ducha y me visto con la capa de Akatsuki sobre mi usual atuendo.

Salgo de la habitación y con quien primero me encuentro es Itachi quien está con su espalda recostada en la pared. Esperándome

— ¿ Lista para irnos?

— S-si...aunque quisiera ver primero a Kisame para...

— No tenemos tiempo.

— P-pero yo...

— Vamos— ordena interrumpiendome.

Me trago mi orgullo y lo sigo en silencio hasta que nos adentramos en el bosque. Es ahí cuando decido hablar.

— Itachi-kun...s-sobre lo que dije temprano...

— No tiene importancia.

— Para mi si lo tiene— le explico. Me acerco hasta caminar a su lado— Cuando dije que no pude dormir por pensar en ti, no lo decía en ámbito amoroso.

— Jamás lo pensé asi— me aclara.

Por alguna razón sus palabras me hacen sentir triste.

— Bien— respondo.

Y el silencio vuelve por unos minutos hasta que esta vez, él decide romperlo.

— ¿ Por qué pensabas tanto en mi?

— Eh...uhm...— <¿Se lo digo o no?>.

— ¿ Estás pensando una buena excusa?— pregunta algo ¿ Divertido?

—¡ No!— salto— es solo que...Lo qué sucedió ayer...¿ Por qué no me atacaste o delataste? No lo entiendo completamente. Jamás te entiendo.

— ¿ Cuáles son tus teorías?

— Pienso que no me atacaste— levanto mi dedo para enumerar mis teorías— Uno: porque no represento una amenaza para ti o, dos: más que una amenaza...soy útil para tu propósito. Aunque no sé cual sea.

Miro de reojo a Itachi y me parece apreciar una leve y sutil sonrisa en su rostro que desaparece tan rápido como un rayo.

— ¿ Le he acertado a algo?— inquiero curiosa.

No me responde.

Rodo mis ojos.

— Al menos...respondeme esto— le pido y le hago detener para escrutar sus ojos— ¿ Puedo confiar en ti?