El sonido del acero contra acero fue lo que la despertó. Aquello provenía del patio del palacio, pero podía escucharse hasta en la otra punta de la fortaleza. Elise se restregó los ojos con poca energía y se levantó al comprobar que los sonidos estruendosos seguían repitiéndose.
Oberyn no estaba a su lado, lo que indicaba que él podría estar allí afuera.
El cansancio la hizo querer salir en aquel momento (vestida con su camisón y todo) a gritarles a los culpables de aquello que se detuvieran y la dejaran dormir. Pero se percató que ya era casi mediodía, por lo que era hora de salir de la cama.
Se lavó la cara con agua fresca y se arregló el cabello. Sus ojos lucían hinchados y somnolientos sin importar el esfuerzo que hizo para evitarlo. Se vistió con unos pantalones de color azul oscuro (casi negro) y una camisola ámbar con detalles de flores sobre las mangas y el pecho.
Cuando ya estaba algo presentable abandonó la habitación dando pasos lentos y pesados.
Los sonidos se escuchaban cada vez más cerca a medida que Elise se aproximaba al jardín, aquello la irritaba un poco pero eventualmente se acostumbró.
Caminó lentamente hasta que sus ojos vieron lo que provocaba el alboroto...
Era Oberyn, el cual sostenía una espada larga y fina. Vestía una especie de armadura de cuero ligera y daba pasos rápidos en círculo al rededor de una persona a la que se enfrentaba, (Elise no consiguió verla completamente).
Ella se acercó aún más y allí fue cuando se dio cuenta de que quien peleaba contra Oberyn era...Obara. Dioses había olvidado lo alta que era... La chica llevaba el cabello recogido (como solía hacerlo casi siempre) y una armadura parecida a la de su padre, pero más femenina. Gotas de sudor caían por las frentes de ambos a causa del azotador sol sobre ellos. Elise se apoyó contra un pilar cercano a contemplar la escena.
Obara lucía molesta y algo frustrada, intentaba salir de su posición pero Oberyn no se lo permitía. La muchacha llevaba un hacha pequeña en su mano derecha, mientras que la otra sostenía un escudo de color dorado.
—¡Vamos, ataca!—ordenó Oberyn con una leve sonrisa.
—Me he cansado, sigamos luego...—pidió Obara con la respiración dificultosa.
Oberyn soltó una risa.
—¿Acaso a tu enemigo le importaría si estuvieras cansada? Seguimos, ahora —replicó el príncipe autoritario.
Elise observaba desde lejos y al parecer Oberyn no la había notado.
No tan lejos de donde se encontraba Elise divisó a Nymeria y a Tiene, ambas sentadas bajo la sombra de un pilar observando atentas cada movimiento, cada golpe.
Elise se acercó a las niñas lentamente y se sentó a su lado acariciando con sus manos los tan opuestos cabellos de cada niña; los rizos de Tyene de un color rubio-dorado y los negros y trenzados de Nym.
—Buenos días niñas...—dijo ella con una sonrisa.
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El Sol de Dorne
FanfictionAño 282 AC, La Guerra del "Usurpador"; Robert Baratheon está comenzando; Stark, Targaryen, Baratheon, Martell y las casas nobles de Poniente enfrentadas en una guerra que determinará el comienzo de un nuevo reinado. En Doral, una isla en Dorne al su...