Estaba en su descanso y aún no sabía qué haría. Se había sentado en una banca afuera del cine a esperar que saliera la chica. Necesitaba saber su nombre, decirle "la chica del tren" ya no le bastaba. Necesitaba ponerle nombre a la razón de su insomnio.
Mientras tanto, escuchaba música. No era mucho de rock, de metal o cosas por el estilo. Le gustaba relajarse con la música y lo lograba mejor si ésta era tranquila.
Aún le quedaba una media hora para que le chica saliera de la película. ¿Se acercaría a ella sin más? ¿Debería tener una excusa preparada? No quería simplemente parece que estaba interesado en una forma romántica. No con ella teniendo un novio.
Quizá le diría que se le hacía familiar, algo muy usado pero verdadero. Sí, esa era la forma más segura y acertada.
Mauricio abrió los ojos y se sorprendió al ver a alguien a su lado. Con una segunda mirada en dirección a la persona, se dio cuenta que era la chica. Ella también tenía los ojos cerrados.
—Es un buen lugar. Nunca me había sentado aquí—comentó ella.
— ¿Vienes seguido?—preguntó él, sorprendiéndose con la tranquilidad que aparentaba su voz.
La chica abrió un ojo y lo miró por un segundo antes de volver a cerrarlo.
—Venía. Hace unos años—contestó—. Venía casi dos días a la semana y era amiga de la mayoría de los empleados, así que supongo que tú no trabajabas aquí en ese entonces.
—Supongo que no.
Se quedaron en silencio. No podía creer que estaba teniendo una conversación con ella. Se sentía como si estuviera hablando con su cantante favorito o algo así.
— ¿Te gustó la película?—volvió a preguntar él, al darse cuenta de que la película no había terminado. Miró su reloj para asegurarse. Sí, aún quedaban veinte minutos de película.
—Recibí un mensaje urgente de alguien para encontrarnos y tuve que salirme antes.
Mauricio pensó que la chica no parecía preocupada por reunirse con aquella persona. Y como si la chica pudiera leerle los pensamientos, abrió los ojos y mirándolo fijamente, dijo:
—Siempre corro a encontrarme con él cada vez que me lo pide pero si yo lo hago, siempre me sale con excusas—se encogió de hombros—. Podría decirse que me estoy desquitando. Aunque sea solo un poco.
Mauricio se imaginó que hablaba acerca del hombre y podía estar casi seguro de que ella no tenía idea de que él era casado.
—Ahora que te veo bien—dijo ella de pronto—, te me haces conocido. ¿Nos hemos visto antes?
El chico abrió los ojos sorprendido y complacido. Así que ella sí lo había notado.
—Pues...
— ¡Ya sé!—exclamó ella, al parecer feliz de haber recordado—. ¿Tomas el tren hacia acá desde Sorsby?—. Él asintió y ella sonrió, asintiendo—. Ya decía yo. Antes yo también lo tomaba pero mi novio me prestó su carro este mes. La verdad es que no sé muy bien porqué pero solo es por un tiempo. Quizá se cansó de oír que me quejaba todo el tiempo de lo caro que es pagar un boleto redondo todos los días y... Ay—la chica calló de pronto—. Seguro que ya es tardísimo y todavía tengo que tomar un taxi hasta donde tengo que ir.
Se levantó y comenzó a caminar-correr hacia la parada de los taxistas y entonces, como si hubiera recordado que no había estado hablando sola, se giró hacia el chico y gritó:
—Soy Lucía, por cierto, pero puedes decirme Lucy—la gente que pasaba a su lado se le quedaba viendo, al parecer molesta por sus gritos pero él solo podía sonreír, encantado por ella—. Espero verte pronto, Mauricio.
Se despidió de ella con la mano y entonces ella entró a un taxi y pronto, más pronto de lo que él hubiera querido, desapareció de su vista.
Había tenido la plática más alucinante con una completa desconocida. Ella le había contado cosas que él nunca hubiese considerado contarlo a un completo extraño. Aunque quizás "extraño" no era una palabra que lo calificara a él o a ella. Ambos se habían notado en el tren. Y ahora se conocían. Y a pesar de que no le había dado su número, Facebook, etc., le había dicho que quería verlo de nuevo. Y pronto.
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La chica del tren
General FictionComo todos los días, Mauricio sube al tren que lo lleva al trabajo, ajeno a todo y a todos hasta que su mirada capta a una joven. No sabe nada de ella, lo único que sabe es que no puede dejar de mirarla. * * * * * ADVERTENCIA ⚠️: Esta historia no es...