Capítulo 29.
Me senté con rapidez en la cama y quité mis lágrimas con brusquedad. Si Ji Yong no sufre, yo tampoco. No quiero ser yo la débil. Y si hay que ser fuerte aunque no se quiera, se hace. Y punto. Desbloqueé el móvil y busqué a Ji Yong entre todos ellos.
_______: G-Dragon...
Ji Yong: Qué pasó?
_______: Necesito hablar con alguien :(
Ji Yong: Ven a mi casa.
Visto a las 18:30. √√
Suspiré. A saber como hago para que me vea fuerte. En vez de pensarlo primero... Que imbécil llego a ser a veces, de verdad.
Me puse una chaqueta, me miré de refilón en el espejo y salí de mi cuarto. Para, gilipollas. Vuelvo hacia atrás y veo de nuevo mi reflejo. ¿En serio vas a llevar la chaqueta de Ji Yong? Es que de verdad... En la silla estaba la de Seungri. Encogí los hombros y me acerqué a ella para ponérmela.
Salí de mi casa aún sin saber si ir o no. Ya estaba fuera, pero no sé. Quizás nada más entrar le suelte que es un hijo de puta y tampoco es eso. Pero aún así si es un hijo de puta, por a verme pegado. Si no me hubiera pegado, no pasaría por esto. ¡Capullo!
Con manos temblorosas toqué el timbre de la casa de Ji Yong. Escuché los pasos desde dentro. Dios mío que puto nerviosismo joder.
Abre la puerta y me sonríe.-No me gusta esa cara. ¿A quién tengo que matar?
Hice un puchero y puse una voz de niña pequeña.-A Seungri.
-¿Qué te hizo ahora?-Me empujó hacia dentro y cerró la puerta.
Me senté en el sofá con los pies cruzados y esperé a que él se sentara a mi lado.-Que quería...-Tosí.-Yo solo quiero distraerme, no se si podré soltar esto.
-Venga pija.-Me dio suavemente en el hombro.-Sabes que hay confianza.
Lo sé hijo de puta.
-Que...-Soplé con nerviosismo. A ver como lo digo.-Seungri estuvo de pesado para hacer el amor, y yo no quería.
Su sonrisa desapareció y vi como sus ojos oscurecieron.-¿Q-Qué?
-No me hagas repetirlo.
-¿Y... Y por qué no lo hiciste? ¿O s-si lo hiciste?
¿Ahora quién es el débil eh? ¿EH?
-No lo hice porque estaba cansada, pero no lo entendió y lo tuve que echar.
Su faceta volvió a cambiar, como si estuviera más a aliviado.-¿De verdad? ¿Y por qué no lo hiciste?
-Ya te dije que estaba cansada.