Capítulo 38.
Abrí los ojos lentamente un poco desorientada. Sentía una respiración que no era la mía cerca de mí. Estaba tumbada sobre alguien y sabía perfectamente quien era aunque no quisiera admitirlo. Sonreí inconscientemente y me senté a su lado, tocándome la cien, indignada.
-Mierda.-Susurré.
Me levanté y empecé a caminar por la habitación intentando llegar a la lógica de todo esto. Por un lado estaba Seungri, por otro Ji Yong. A Seungri no lo quería ni en pintura, pero no quería arriesgarme y que Ji Yong fuera un maltratador de mujeres.
Me paré. Rodé los ojos. Se que ji Yong no es de esos. ¿Pero por qué coño me pegó? Esa es la incógnita que no resuelvo ni de broma. Miré hacia él. Estaba tan lindo que no quería irme de aquí. A ver, no soy de las típicas que folla y luego se marcha. Y menos con Ji Yong.
Me miró perdido. Como si aún su cerebro no estuviera en marcha.-¿Qué haces ahí?
-¿Puedes explicarme esto?-Señalé algunas de las prendas de ropa que estaban en el suelo.
-Pensaba que eras lo bastante lista como para adivinarlo por ti misma.
-¿Acaso no te importa que esté intentándolo con Seungri?
-A quien debería haberte importado es a tí.-Encogió los hombros.-Yo sigo soltero.
-Ji Yong algo estamos haciendo mal.
-Oye que no le has sido infiel a nadie, no estás saliendo con Seungri oficialmente.
-No es solo eso...
-Solo lo hemos echo una vez después de haber cortado, no seas imbécil.-Me interrumpió. -Duerme un poco más. -Cerró los ojos.
No me lo puedo creer. Yo al borde del colapsus y el se vuelve a quedar dormido. Idiota. Me puse mi sujetador. Me coloqué unos pantalones y camisa suya y bajé al salón. Tenía unos zapatos allí que eran unisex o al menos eso era lo que yo creía. Me los puse. Metí mi ropa de la noche anterior en una bolsa y salí de allí dando un portazo con fuerza.
Al rato de estar lejos de su casa, me hice una coleta alta y llamé a Taeyang desesperada.-¿Dónde estás?
-Me acabo de levantar, estoy haciendo café. ¿Vienes?
-Estoy allí en...-Toqué el timbre de su casa.-A no espera, ya estoy aquí.
-¿Qué?-Se sorprendió. Al abrir la puerta, y verme tras ella, colgó el teléfono.-¿Y esa ropa?¿De Seungri?
-Si, sus ganas.-Bufé. Le di un beso en el cachete y entré para sentarme en el sofá.
-¿De tu padre?
-Frío, frío.
-Mía no es...
-Acabas de descubrir la pólvora.-Contesté sarcásticamente.
-No me jodas, no me jodas.-Abrió los ojos más de la cuenta.-¿Anoche no me dijiste que fuiste hablar con Ji Yong?
-Si.
-¿Te quedaste allí a dormir?
-Bueno, a dormir muy poco...-Susurré.
-¿Lo hicieron?-Gritó.
-Taeyang, a la vecina de la casa de al lado no le interesa si lo hice o no, así que no grites.
-¿Si o no?
-¡Que si!
-¡Lo sabía!-Sonrió. Le miré extrañada.-sabía que necesitabas desestresarte para volver a estar normal. Sin odiar a todo el mundo.