Capítulo 1.
Ese sonido. Me quejé en mis adentros por tener que volverlo a escuchar. Alargué la mano y di un fuerte golpe sobre el despertador. Empezaban las clases. Ayer fue mi último día de gloria, pero por lo que veo ya se terminó.
—Mierda.—Me senté en la cama.
—Esa boca.—Grita mi madre caminando por el pasillo.
Al menos ella no tenía que volver a mi rutina. Maldita la hora en la que decidieron poner los estudios por la mañana.
Con mis ojos aún medio cerrados entré en el baño y me lavé la cara. Tenía un rostro de espanto. Pero que esperar cuando despiertas temprano. Bajé al salón ya vestida y me senté en el sofá a esperar que mi padre decidiera llevarme al instituto de una vez.
—¿No desayunas?—Pregunta mi madre.
—No tengo hambre.
—Nunca desayunas, normal que estés así de flaca.
—Mamá.—Reproché.—No empieces.
—¿Estás lista?—Mi padre corta la conversación entre mamá y yo. Coge las llaves del coche y sale a la calle.
Supongo que era una pregunta retórica, ya que ni siquiera dejó contestar. Estaba cansada. Anoche no había dormido nada y sin tener un por qué. Rasqué mi cabeza con lentitud y volví a mirar por la ventana.
—Para aquí.—Ordené.—Por allí va Sofi. Iré con ella.
—Pásatelo bien.—Sonríe.
—No tiene gracia, papá.
—Para mí, sí.
Después de unas cuantas zancadas llegué a la altura de mi amiga. Caminábamos casi arrastrando los pies. Ir al instituto no era un placer de la vida que digamos.
—¿Y ahora por qué sonríes?—Cuestiona Sofi.
—Todos los veranos pasa lo mismo.—Comienzo a hablar.—Taeyang se va con la familia a viajar. Y me deja a mi aquí. Normal, no voy a ir de gorrona
... Y me emociona saber que el primer día tiene de bueno algo.—¿Qué lo vas a ver?
—¡Claro! Es mi mejor amigo ¿Qué esperabas?
—Yo que sé.—Arruga la cara.—Cuando no acierto me gritas.
—Eso no es verdad.—Me quejo.
Achicho los ojos para visualizar a un grupo de chicos en el fondo. Uno balancea la mano en el aire de manera rápida para que yo lo viera. Sonreí con mucha felicidad. Dejé mi maleta a cargo de Sofi para correr hasta llegar a él. Me sujeto en sus hombros y doy un salto. Mis piernas se sujetan en su cintura y sus manos en mi espalda. Le abrazo fuertemente.
—Otros tres meses sin ti, Tae.—Le susurro.
—Lo sé.—Besa mi mejilla con delicadeza.—Pero ya estoy de vuelta.
Alguien garraspea la garganta.—¿Piensas saludar a los demás o...?
—Es que a ti te vi ayer T.O.P.—Dejé los ojos en blanco.
—Por una vez me llamas por mi nombre de pila.—Me besa la mejilla.
—Por un día...—Encojo los hombros.
Todos desvían la mirada a un chico. Venía a nosotros, pero yo al menos no lo conocía. Era de piel blanca. Tenía una gorra vertida hacia atrás. Una camisa larga de cuadros roja y negra y debajo una camiseta blanca. Llevaba también unas gafas de sol negras. Y una media sonrisa en la cara. Era guapo. Lo bastante como para haber estado mirándole media hora.
—¡Hey, Tae!—Chocan sus manos.
Saluda todos. Menos a mí. Miré hacia a un lado y vi a Sofi con la misma cara que yo tenía. Una cara de idiota.
—Ellas son ________ y Sofi.—Nos señala.—Él es G-Dragon.
—¿G-Dragon?—Arqueo una ceja.—¿Y tu nombre real?
—Se llama...—Intenta hablar Daesung. Él le hace una seña para que callara.
—No te hará falta. Solo llámame G-Dragon.
—Pero es que me sé todos los nombres. T.O.P se llama Choi Seung Hyun. Daesung, Kang Dae Sung. Tae es Dong Young Bae. Y SeungRi es
Lee Seung Hyun.—Contesto seca.—Y siempre les llamo por su nombre falso...—Muestro una pequeña carcajada.—Menos a T.O.P, a veces le molesto llamándole como a mí da la gana.—Pues para no correr ese riesgo, me llamo G-Dragon.
—¿Y este gilipollas de dónde salió?—Pregunté a Taeyang.
—Es mi mejor amigo. Se mudó por un trabajo del padre. Pero ya volvieron a mudarse aquí.
Cojo mi maleta.—Me voy, ya nos vemos luego.
En la clase nuestra tutora nos estaba contando que mañana estarían todos los sitios de cada clase en cada una de nuestras taquillas. Es decir, que este año elegían ellos en donde nos sentiríamos y con quien. Con suerte en la mayoría me tocaría con Taeyang, ya que la mayoría de los profesores reconocían que nosotros dos trabajábamos bien.
—_______.—Tocan mi hombro.
—Hola, Tae.
—¿Qué te pasa?
—El estúpido de tu amigo G-Dragon me ha dado en el hombro y se me ha caído el móvil al suelo.—Se lo enseño.-Sigue bien, gracias a la carcasa.
—No es muy simpático con la gente nueva.—De repente alza la voz.—¡Eh! ¡Chicos!
Miro a mis espaldas. Venían los chicos. Y por desgracia, también G-Dragon.
—¿Y no se suponía que empezabas mañana?—Pregunta Daesung.
—Ya.—Se coloca la gorra.—Quería pasarme el día durmiendo, pero mi madre me obligo a venir.—Contestó G-Dragon.—Y pasé de discutir.
—Niñato.—Resoplé.
—¿Dijiste algo, pija?—Gira su cabeza hasta mirarme.
Quería decirle algo. A lo mejor podía hasta gritarle. O pegarle. Pero la mano de Taeyang no me dejaba, ya que una tapaba mi boca y la otra agarraba mi brazo.—Es el primer día, no monten un espectáculo.
—Si es él.—Me quité de su agarre.
G-Dragon ríe de una manera sarcástica.—Ya, ahora fui el único.
—Ya te llamo luego.—Plasmé mis labios en la mejilla de Taeyang.—Te quiero.
—Y yo.
—¿Sois novios?—Pregunta G-Dragon una vez yo ya estaba lejos.
—No. Es mi mejor amiga. ¿Por qué?
—Por nada.
(...)
Caminé hasta mi taquilla con prisa. Tenía ansias de saber quien me había tocado de compañero. A la mayoría de las personas las conocía aunque no hablara con ellas. Y no creo que fuera difícil saber quien era.
Abrí la taquilla. En casi todas me había tocando con Taeyang. A Sofi la tenía en la mesa de al lado, así que no era problema. Pero fallaba algo...
—Taeyang...
—¿Sí?
—¿Quién es Kwon Ji Yong?—Nombré a esa persona mientras la leía.
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