Épocas festivas IX: Inicio de año

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Si el tiempo pudiera hablar,
no me sentiría solo.

Los presentes observaron a Persona, que seguía con esa cruel y fría sonrisa.

—¿Por qué...? —Los sollozos de Mikan no se hicieron esperar, tenía una mano sujetando con fuerza su kimono en la zona del pecho—. ¿Por qué estás haciendo todo esto? ¿Qué fue lo que te ocurrió, Rei?

No hubo respuesta.

Quizás el tiempo al lado del chico había sido corto, pero no iba a negar que el portador del alice de fuego se había convertido en una figura presente en su vida, ya sea con sus peleas absurdas o cooperando juntos para sobrevivir a ciertas adversidades. La idea de haberlo perdido le hizo sentir rota.

—Natsume...

—Tú... maldita sea... —gruñó Hikari, colocando su arma enfrente. Antes de que siquiera diese un paso al frente para iniciar el enfrentamiento con Persona, Nobara se puso delante de ella, estirando sus brazos.

Era claro que no estaba mejor que Ruka y Mikan con la noticia, sin embargo, había algo más en su expresión que hizo enfurecer a la rubia.

—¡Por favor, no es su culpa! Si alguien tiene que pagar por lo que le ocurrió a Natsume soy yo —exclamó Nobara, cuyas mejillas estaban rojas e hinchadas al igual que sus ojos.

—Apártate —exigió.

—Lo... lo siento, yo...

—¿Siempre vas a defenderlo? ¿Incluso si comete una locura? —preguntó hacia Nobara, dándole una mirada furibunda—. Aún estando en un estado demencial o si esas mismas acciones lo llevan a su autodestrucción, ¿planeas obedecerlo como un títere?

Sin palabras, sólo un gesto de cobardía de su parte, como siempre, no era capaz de enfrentar a la chica.

—¿Qué crees que vas a conseguir siendo así de sumisa? ¿Crees que siendo condescendiente vas a salvarlo de sí mismo? —Insistió, captando la atención de los demás, que podían percibir un atisbo de frenesí en su tono—. ¡¿Por qué crees que haciendo siempre lo que otros esperan de nosotras vamos a conseguir algo!?

La sorpresa bañó el rostro de Nobara, que fue empujada por la propia Hikari, dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias.

—¡Espera!

quemando las piezas en mí,
bajamos a lo incierto.

Hikari no dudó en lanzar su katana en dirección a Persona, específicamente a su hombro. A pesar de que fue un ataque rápido, el hombre pudo esquivarlo con apenas un poco de esfuerzo; eso provocó que se dirigiera hacia la directora, aunque antes de que siquiera tocara su barrera de protección, el arma se desvaneció en el aire, mientras la energía regresaba hacia la chica.

Ah, así es como la crea* —pensó Nobara. Igual que mucha gente, siempre se cuestionó de dónde es que la sacaba.

La joven volvió a lanzar un ataque, esta vez una ráfaga de aire, la cual nuevamente fue esquivada por Persona, que, en cambio, lanzó un ataque hacia ella con su propio alice.

Hikari tampoco dudó en esquivarlo, demostrando una gran agilidad.

—Sin duda está a otro nivel —aseguró Shin, notando como cada ataque que se dirigía a la directora se desvanecía antes de que la afectase—. No es fácil deshacer ese tipo de ataques una vez los has lanzado.

—Siempre supe que era habilidosa, pero...

Atacar era sencillo, lo complicado era evitar perjudicar a otros a la hora de pelear. Mikan lo había visto en muchas ocasiones, incluso a Taiyo, que consideraba increíble con sus habilidades de ángel, le costaba evitar los daños colaterales en una lucha. Hikari no parecía tener problemas en ese aspecto, iba más allá de sus expectativas.

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora